Dos formas de entender la campaña: el PSOE desplegará su arsenal de ministros mientras el PP lo fía todo a su candidato

Fotomontaje con, de izquierda a derecha, los líderes del PP Alberto Núñez Feijóo y Juanma Moreno; del PSOE Juan Espadas y Pedro Sánchez.
Fotomontaje con, de izquierda a derecha, los líderes del PP Alberto Núñez Feijóo y Juanma Moreno; del PSOE Juan Espadas y Pedro Sánchez.
EUROPA PRESS
Fotomontaje con, de izquierda a derecha, los líderes del PP Alberto Núñez Feijóo y Juanma Moreno; del PSOE Juan Espadas y Pedro Sánchez.

Por el número de población y por lo que vendrá después, las elecciones andaluzas que se celebrarán el próximo 19 de junio llevan impronta nacional. Los dos principales partidos, PP y PSOE, lo saben. El primero se juega consolidar el 'cambio' en un histórico fortín socialista y el segundo, frenar en seco la posible idea de cambio de ciclo a nivel nacional. Eso sí, la campaña con la que ambos enfrentaran el reto será totalmente contrapuesta: los populares lo fían todo al actual presidente, Juanma Moreno, que está en un momento dulce en las encuestas; los socialistas, en cambio, tirarán de las visitas continuas de ministros del Gobierno ante el poco conocimiento que tiene la ciudadanía de su candidato, Juan Espadas.

La elevación de Moreno a categoría será, pues, uno de los ingredientes fundamentales del PP. Mientras al auxilio de Espadas acudirán Sánchez y sus ministros, algo que desde el PP andaluz se congratulan por contraproducente, el malagueño será un llanero solitario en busca de su reelección. Subyace algo paradójico: Alberto Núñez Feijóo espera un gran resultado. La lectura nacional es obvia. El nuevo líder del PP, además, ha compuesto un partido que pivota en torno a un eje andaluz y gallego y en el que Moreno lo ha sustituido como barón de referencia.

Por ello, y "aunque las siglas PP ya no restan como antes [en referencia a Pablo Casado]", podría sorprender que el líder del PP nacional y el andaluz tan solo coincidan en dos actos. El día 11 en Antequera (Málaga), en el mitin central de campaña, y el 16 en Almería. Son solo 'Juanma' y 'su gestión' los conceptos en los que pretende ahondar el PP. El único parecido entre la campaña de Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León y Juanma Moreno en Andalucía será que ambos concurren bajo las mismas siglas. Ni su tamaño, ni el líder, ni el mensaje, ni el tono, ni la tendencia.

Ningún expresidente, pocos barones

Los expresidentes populares José María Aznar y Mariano Rajoy, como adelantó 20minutos, tampoco bajarán Despeñaperros para rascar votos. Tampoco los barones del partido, que apenas han acudido un día en precampaña para rellenar expediente. Isabel Díaz Ayuso, el pasado martes en Cádiz. Mañueco, en Jaén por ser la "provincia de interior". Fernando López Miras, presidente murciano, estuvo en Almería el pasado 23 de mayo. Alfonso Rueda, recién nombrado sustituto de Feijóo al frente de la Xunta de Galicia, ni siquiera ha sido invitado porque "lleva muy poco tiempo".

Fue el sociólogo Pedro Arriola, el asesor que más ha pulido la geografía electoral del PP, quien imponía en las campañas el no dejarse influir por el ambiente creado a su alrededor. Las externalidades a las que, quiera o no, se tendrá que enfrentar Moreno hasta que llegue el 19 de junio. Es otra de las claves: porque la orden es que nadie entrará en refriegas con Macarena Olona, la candidata de Vox, ni se batirá por bandera alguna. Tampoco la andaluza con Espadas, a quien ven incapacitado para activar el legado del partido del puño y la rosa en Andalucía. "Nosotros hemos estado así", empatiza, de cierta manera, una dirigente del PP andaluz. "Hay veces que es imposible".

"La nuestra es una campaña en búsqueda del voto de centro", dice un miembro de la bancada del PP andaluz, algo que se replica por todos los rincones del partido. Pero lo fundamental es el matiz implícito: apuntalar al votante socialista descontento con Pedro Sánchez y convencerlo de que los populares son necesarios para frenar a Vox. 

Por eso, a modo de la famosa niña de Rajoy, desde Moreno a Elías Bendodo, coordinador de la campaña, introducen siempre en sus discursos el prototipo de exvotante socialista de toda la vida que se acerca con frecuencia al presidente andaluz para decirle que sí, que le gusta y que le votará para que no gobierne con Vox y Macarena Olona no sea vicepresidenta. Tanto en Génova como en Sevilla consideran que la estrategia funciona, con encuestas internas aún más optimistas que las publicadas, pero que arrojan a la papelera para reprimir cualquier ápice de euforia.

Ni el CIS da buen resultado a Espadas

Justamente esa euforia conservadora es la que necesita contrarrestar el PSOE. Un arduo trabajo, ya que las encuestas no son nada favorables. Ni el CIS de José Félix Tezanos le da un buen resultado a Espadas. Para más inri, el conocimiento del candidato es incluso más desalentador que su resultado (que rozaría el que obtuvo Susana Díaz en 2018), ya que solo es conocido por la mitad de los electores

En el PSOE tratan de transmitir calma. Su portavoz, Felipe Sicilia, admitió el pasado lunes que era "normal" el poco conocimiento del candidato al haber sido tantos años alcalde de Sevilla y llevar apenas seis meses liderando el PSOE-A, que hasta entonces era el feudo de Susana Díaz. Pero se mostró convencido de que le darían la vuelta en las dos semanas de campaña que arrancaron el viernes.

Con todo, la apuesta por revertirlo será fuerte. Empezando por el inicio, pues Sánchez se ha remangado este mismo domingo en un acto con Espadas en Cuevas del Almanzora, un municipio en el que el PSOE suele arrasar. Desde su equipo no desvelan en cuántos actos más participará, pero, como mínimo, tendrá una aparición más: el 11 de junio, cuando Feijóo coincida con Moreno, él estará con su candidato en Málaga.

Pero la apuesta del Gobierno también afectará a la segunda línea del Gobierno. Pese al secretismo con el que el PSOE está llevando la campaña, fuentes gubernamentales confirman a 20Minutos que la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, y el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, tendrán las apariciones pertinentes, incluyendo en el segundo caso el primer día de campaña. 

También acudirá la portavoz y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez. Sin ir más lejos, la propia Rodríguez estuvo el jueves en los ayuntamientos de Jerez de la Frontera y Sanlúcar de Barrameda. Ese mismo día fue el turno de Luis Planas, ministro de Agricultura, que estuvo en El Ejido con el mismo objetivo que sus compañeros: que 'el elegido' sea Espadas. 

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