Como suele decirse, no siempre llueve a gusto de todos, y una muestra de ello es la repercusión que ha generado la victoria de Johnny Depp contra Amber Heard en su juicio por difamación. El litigio, que finalizó el viernes 27 de mayo después de seis semanas de testimonios en el tribunal de Fairfax (Virginia, EE UU), tuvo su veredicto el pasado jueves, desatando, como era de esperar, un gran revuelo entre la opinión pública.

Las deliberaciones duraron tres días hasta que el jurado popular -formado por dos mujeres y cinco hombres- alcanzó una conclusión: ambos actores se difamaron, pero la intérprete tendrá que compensar a su exmarido con 15 millones de dólares -una cantidad de la que no dispone, según informó su abogada-, mientras él le deberá pagar solo dos millones. 

En 2018, el actor denunció por daños y perjuicios a la protagonista de Aquaman por un artículo que publicó en The Washington Post afirmando haber sufrido "abuso doméstico" -sin mencionar a Depp-, a lo que esta respondió con una contrademanda: mientras Depp pedía 50 millones de dólares, Heard exigía el doble, 100. Pero, ahora, las cosas no han salido como esperaban, y, de ambos, la artista ha sido la peor parada.

¿Un retroceso?

La artista sostiene que el actor la maltrató física y psicológicamente durante su matrimonio, motivo por el que, tras conocer la sentencia, emitió una carta lamentando que su situación pueda perjudicar a otras mujeres. Especialmente, contra aquellos que niegan el machismo y critican incansablemente las denuncias falsas emitidas por mujeres. 

"La decepción que siento hoy va más allá de las palabras. Tengo el corazón roto porque la montaña de pruebas no ha sido suficiente para hacer frente al poder desproporcionado, la influencia y la influencia de mi exmarido. (...) Estoy aún más decepcionada por lo que este veredicto significa para otras mujeres. Es un retroceso", expresó. Unas palabras que han sido cuestionadas por surgir el proceso judicial de una demanda por difamación, y no por violencia de género -aunque sus acusaciones lleven implícito un relato enmarcado en este contexto-.

Un juicio hecho espectáculo: claves del eterno cara a cara entre Johnny Depp y Amber Heard

Sin embargo, Heard no es la única que piensa esto, pues una parte de la ciudadanía -cabe decir que Depp ha ido adquiriendo fuerza en los últimos años- piensa que su situación es un paso atrás en la lucha contra la violencia machista. De hecho, se comenta que este caso es un golpe al Me Too, movimiento que en 2017 impactó en la sociedad a nivel mundial al denunciar las agresiones sexuales y el acoso sexual tras las acusaciones de delitos sexuales contra el productor Harvey Weinstein.

Habla el movimiento 'Me too'

Desde la propia organización se ha lamentado que esta situación no hace ningún favor a los avances conseguidos. "#MeToo es el mayor reconocimiento de las sobrevivientes sobre la prevalencia de la violencia sexual. Desde que el hashtag se volvió viral, mucho ha cambiado hacia narraciones matizadas sobre la supervivencia y el impacto generalizado a largo plazo de la violencia sexual", se lee en sus redes sociales.

"Y, sin embargo, la forma en que #MeToo ha sido cooptado y manipulado durante el juicio de Johnny Depp contra Amber Heard es una catástrofe tóxica y una de las mayores difamaciones del movimiento que jamás hayamos visto", añaden.

Entre las personas que piensan de esta forma figura, además, la periodista de investigación del New York Times Jodi Kantor, cuyo trabajo, ganador de un Premio Pulitzer, ayudó a derribar al magnate del cine en el marco del Me Too. La comunicadora opina que la victoria de Depp podría tener un "efecto escalofriante" en el movimiento. 

Víctima y culpable: ¿dos lados descompensados?

Estas opiniones surgen a partir de varias teorías: por un lado, hay quienes asocian la derrota de Heard a la impunidad con la que históricamente han jugado los hombres que han sido señalados, pero no castigados. Rostros como Kantor piensan que, ya sea por la tendencia social a creer más al hombre que a la mujer, a la que se suele tachar de "loca" o "histérica"  -adjetivos con los que se define a la actriz a diario-, o por la forma de abordar los casos de violencia machista, Depp ha salido ganando. 

También están las personas que apuntan que las declaraciones de Heard consideradas falsas por el jurado podrían utilizarse a partir de ahora por parte de los negacionistas de la violencia contra las mujeres. Es decir, hay un sector que critica el testimonio de Heard.

En las redes sociales y en los medios de comunicación se valora, además, que la mayoría de campañas de desprestigio se han desarrollado en contra de la intérprete: a ella se la ha estado culpabilizando y acusando en masa mientras al actor se le ha victimizado. Sin embargo, ambos, no solo ella, han sido acusados de difamar contra el otro. Esto se ha tomado por decenas de miles de personas como una forma de misoginia interiorizada en la sociedad y, por tanto, como una señal de que hay que trabajar mucho contra un sistema que perpetúa la violencia machista.