El Banco de España dice que el país es hoy "más pobre" por la crisis y pide un pacto de rentas que afecte a pensionistas y funcionarios

  • Afirma que subir las pensiones con el IPC supondrá más de la mitad del gasto extra tras la reforma del Gobierno.
  • La institución cree que la inflación será más baja de lo esperado, pero que el núcleo subyacente subirá más.
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en una imagen de archivo.
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en una imagen de archivo.
CÉZARO DE LUCAS / EP
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en una imagen de archivo.

España es hoy "más pobre" de lo que era antes de que se desatara la crisis energética que la invasión rusa de Ucrania ha agudizado. Por ello,  trabajadores, empresarios, funcionarios y pensionistas deben interiorizarlo y repartirse las pérdidas de manera justa. Este es uno de los mensajes principales que ha dejado el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos en su intervención en la Comisión de Asuntos Económicos del Congreso celebrada este miércoles.

De Cos ha comparecido para explicar a los diputados el informe anual que publicó la institución hace dos semanas. En su intervención, el gobernador ha reivindicado con especial énfasis la idea de un pacto de rentas, que considera imprescindible para evitar una espiral inflacionista que generaría "efectos más negativos" para la economía

"Hoy somos más pobres de lo que éramos antes del incremento de los precios energéticos. Hay una pérdida para el país y es ineludible. Lo único que podemos hacer es repartirla", ha expresado con rotundidad el gobernador. 

Ese pacto de rentas que patrocina el Banco de España pasaría porque los empresarios adquieran compromisos "explícitos y verificables" para moderar sus márgenes de beneficios. Por su parte, los trabajadores deberían renunciar a que sus salarios suban automáticamente con la inflación.

Además, el gobernador ha insistido en que "los funcionarios públicos y las pensiones deberían incorporarse a ese acuerdo". En particular, evitando "cláusulas de indiciación en el gasto público" que "son particularmente relevantes en el caso de las pensiones". 

El supervisor se refiere aquí a la revalorización de las pensiones con el IPC aprobada por ley a finales del año pasado que, según ha afirmado el propio de Cos, será la causa de la mitad del gasto extra en esta partida que traerá consigo la reforma del sistema (unos cuatro puntos de PIB adicionales en los próximos 30 años). En el caso de los salarios públicos, las subidas anuales no son automáticas y el Gobierno no se ha mostrado favorable por el momento a vincularlas a los precios.

El pacto de rentas, sostiene De Cos, ya se está produciendo de forma tácita. Los trabajadores han sufrido una pérdida de poder adquisitivo considerable. Los sueldos que perciben los trabajadores por convenio apenas han subido un 2,4% interanual hasta abril, mientras que en ese mismo periodo los precios del consumo se han disparado por encima del 8% de media. Por el lado de los márgenes empresariales, el Banco de España apunta a que las compañías no están repercutiendo la totalidad de los costes extra que sufren por el encarecimiento de las materias primas a sus precios de venta.

Sin embargo, la institución ve cada vez más signos de agotamiento en esa contención de rentas. Por el de los trabajadores, destacan que el número de convenios con cláusulas de salvaguarda salarial frente a la inflación ha aumentado en los próximos meses. En lo tocante a las empresas, afirman que algunas encuestas apuntan a que en los próximos meses los empresarios podrían reflejar en los precios los incrementos de costes que sufrieron en trimestres pasados.

Un acuerdo poco probable

El Banco de España ha sido la institución que más se ha volcado en defender la necesidad de un pacto de rentas. Pero la posibilidad de que se firme un acuerdo con las características que recomienda el supervisor son cada vez más remotas.

En un primer momento, el Gobierno trató de impulsar un pacto de rentas y se sentó a negociar con sindicatos y empresarios para pactar un reparto justo de las pérdidas causadas por la crisis. Sin embargo, las posturas de los agentes sociales han estado siempre muy alejadas. La patronal ofreció una subida salarial del 8% repartida en tres años, algo que los sindicatos rechazaron.

UGT y CCOO se bajaron entonces de la mesa negociación y ahora apuestan por cláusulas de revisión salarial que garanticen que los sueldos suban al mismo ritmo que la inflación. Algo que los empresarios rechazan tajantemente.

Menos crecimiento, pero también menos inflación

Como ya anticipara hace dos semanas, el Banco de España ha certificado que revisará a la baja sus proyecciones de crecimiento para la economía española en 2022, que se reducirá "unas décimas". La última estimación situaba el rebote del PIB en el 4,5% este ejercicio.

Pero el gobernador ha anunciado también que la inflación esperada será también algo más baja de lo anticipada. Fundamentalmente, porque los precios de la energía han aumentado menos de lo que esperaba el supervisor bancario. Sin embargo, se espera que la inflación subyacente -aquella que se calcula sin los precios energéticos y de los alimentos no elaborados, que son más cambiantes- suba más de lo previsto. 

En cualquier caso, el gobernador ha defendido que la recuperación "se va a seguir prolongando en los siguientes meses y años" aunque sea "incompleta", "muy heterogénea por sectores" y rodeada de incertidumbres. Además, De Cos considera que el escenario más probable para la economía española no es de estanflación (una combinación de bajo crecimiento o incluso recesión y elevada inflación). Sin embargo, sí se ha confesado "más preocupado de lo que estaba hace unos meses" por esta posibilidad.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento