El Bachillerato, la etapa menos valorada por los estudiantes: seis de cada diez jóvenes echan en falta más educación emocional

Alumnos de 2º de Bachillerato del Colegio Alameda de Osuna. En Madrid (España), a 8 de junio de 2020.
Alumnos de 2º de Bachillerato del Colegio Alameda de Osuna. En Madrid (España), a 8 de junio de 2020.
Europa Press
Alumnos de 2º de Bachillerato del Colegio Alameda de Osuna. En Madrid (España), a 8 de junio de 2020.

Más del 80% del alumnado, docentes y familias se declaran satisfechos con el funcionamiento de sus centros educativos en general, pero la percepción cambia en función de la etapa. El Bachillerato, por ejemplo, es la menos valorada por los estudiantes y también es la etapa educativa en la que más echan en falta la educación emocional. 

Así se desprende del último informe impulsado por la Fundación SM junto al Instituto de Evaluación y Asesoramiento Educativo (IDEA) en el que se recogen las opiniones mayoritarias de los 72.726 alumnos, 12.168 profesores y 40.155 familiares encuestados -entre febrero y mayo- acerca de un total de 503 institutos.

La conclusión, según ha destacado el coordinador del proyecto, Álvaro Marchesi, es que "se muestran satisfechos del funcionamiento de sus centros y de la enseñanza que se imparte". Sin embargo, Marchesi ha incidido en "prestar especial atención" a dos ámbitos concretos: "el cuidado del bienestar emocional del alumnado, lo que exige incorporarlo en el proyecto del centro y en el tiempo de tutoría; y el cambio metodológico para avanzar en metodologías activas, cooperativas y por proyectos".  El nuevo currículo impulsado por el Ministerio de Educación es, según ha destacado, una "oportunidad" para impulsar todos los cambios necesarios en estos ámbitos.

Los alumnos demandan más educación emocional

Es también "preocupante", tal y como alerta el documento al que ha tenido acceso 20minutos, el porcentaje de alumnado que se siente maltratado habitualmente por sus compañeros. Concretamente, el 5,3% se siente así a menudo o casi todos los días; proporción que se eleva al 7,9% en Educación Primaria, y que, según la Fundación, "muestra la necesidad de analizar el problema y plantear iniciativas".

Para analizar la percepción sobre el bienestar emocional de los alumnos, se llevaron a cabo dos preguntas: si está contento y si está satisfecho con la vida que lleva. Casi ocho de cada diez estudiantes (el 79%) aseguró estar contento con su vida; aunque, si bien los de Primaria son los que afirmaron esto en mayor medida, en Bachillerato el 31% del alumnado no está satisfecho con su situación emocional. 

Conclusiones del último informe impulsado por la Fundación SM.
Conclusiones del último informe impulsado por la Fundación SM.
Fundación SM

Esto, destaca el documento, denota la necesidad de incorporar "un tiempo de orientación emocional y profesional" en el currículo. "Un tiempo que debería planificarse teniendo en cuenta sus necesidades, preocupaciones y formas de comunicación y desarrollarse con especial énfasis en la participación activa del alumnado y en los retos afectivos, académicos y profesionales a los que ha de enfrentarse", subraya.

En esa línea, un porcentaje "significativo" del alumnado (el 36%) reconoce que no está contento con la educación emocional recibida (el 57% para los de Bachillerato). Sin embargo, preguntados por su satisfacción con la educación en valores (con preguntas sobre la educación medioambiental, los derechos humanos o la justicia social), el porcentaje es mayor: el 68% está conforme con los valores que se le transmiten.

Aunque las familias también están satisfechas con los métodos de enseñanza -siendo algo más críticas en la ESO y Bachillerato-, cuando se les pregunta por los cambios que consideran más importantes, seleccionan principalmente: más atención al bienestar emocional, más atención al inglés y una enseñanza más activa y por proyectos. 

Cambio metodológico

Más allá del bienestar emocional, otro de los "retos" a los que se enfrenta la comunidad educativa es a un posible cambio metodológico hacia métodos de enseñanza más activos, trabajos por proyectos y una mayor utilización de los recursos digitales. Y es que, en las etapas de la ESO y Bachillerato, el alumnado es crítico con estos aspectos (el 56% y el 63% se manifiesta insatisfecho), pues consideran que no se innova lo suficiente ni se realizan bastantes actividades fuera del centro para poner en práctica lo aprendido. 

Tanto alumnos como familiares y docentes urgen a impulsar una enseñanza más activa

Con una proporción no tan importante, pero igualmente significativa, se sitúa el profesorado: el 37% de los docentes que imparten clases en Secundaria y el 42% de Bachillerato considera que no utiliza metodologías de enseñanza "activas, cooperativas y aplicadas". Así, sugieren dar una mayor importancia a la lectura, mejorar la coordinación entre el profesorado, fomentar metodologías más activas, fortalecer el cuidado del bienestar emocional de los estudiantes y optar por una enseñanza por competencias.

En cuanto a las familias, el 72% valora de forma positiva la participación y la comunicación, pero también consideran importante impulsar cambios dirigidos a prestar más atención al bienestar emocional, al inglés y una enseñanza más activa y por proyectos. "Sería importante reforzar la participación de las familias y las formas de comunicación con ellas para profundizar en su compromiso con la educación que se imparte en los centros", concluye el informe.

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