Más de la mitad de los españoles sienten incertidumbre cuando ponen sus datos personales en el entorno digital, aunque en general dicen ser conscientes de lo que puede ocurrir cuando se comparte información. Y sin embargo tres de cada cuatro ciudadanos, un 74%, admiten que las tecnologías son "extremadamente importantes" en su vida. Así se desprende de una encuesta realizada por el Instituto DYM conjuntamente con WIN International (asociación líder mundial en investigación de mercado y estudios de opinión) sobre el rol de la tecnología en nuestras vidas y que han contestado más de 33.000 personas de 39 países, mil de ellas en España.

El informe refleja que cada vez hay mayor información sobre las nuevas tecnologías, lo que no evita que haya una verdadera preocupación sobre su utilización.

Según recoge este informe, más de la mitad de los españoles (52%) está preocupado por compartir información personal a través del móvil o el ordenador, un 4% más que el porcentaje de la media mundial. Tanto hombres como mujeres demuestran por igual esta intranquilidad, aunque es ligeramente superior en el caso de las últimas (un 53% frente a un 50%).

Destaca que el porcentaje va creciendo conforme los entrevistados van cumpliendo años. Al 39% de los jóvenes de entre 18 y 24 años les inquieta compartir sus datos de forma digital, pero el porcentaje crece al 57% en el caso de los mayores de 65. Entre unos y otros, entre los 25 y los 34 son el 46% los que temen dejar su información en las web y la nube, mientras que toda la población de más de 35 iguala o supera el 50%.

En todo el mundo los resultados son similares, aunque con diferencias. Los más preocupados están en América (un 54%) y África (50%) y los menos, en Europa (44%) y Medio Oriente (45%).

Los españoles duermen peor y beben con más frecuencia pero el 84% come sano

A pesar de la inquietud que provoca este uso tan personal de las nuevas tecnologías, los españoles afirman ser cada vez más conscientes de lo que ocurre con su información después de compartirla con un recopilador de datos. El 33% de los encuestados (un 31% en el caso de las mujeres y un 36%, de los hombres) dicen ser plenamente conscientes frente al al 13% que reconocen no ser para nada conscientes. Son mejores datos que el año pasado, cuando esta misma empresa arrojó un 28% y un 17% entre los valores de los que conocen bien el tratamiento de su información y los que no.

Otro aspecto estudiado en el análisis de Dym son las experiencias negativas de los usuarios con las tecnologías. Un elevado porcentaje admite haberlas sufrido: siete de cada diez personas encuestadas fueron víctimas de uso indebido de sus datos personales, aunque los más agresivos son experimentados, afortunadamente, por menos gente. Resulta elocuente que más de la mitad de los encuestados, en concreto, el 54%, afirme haber sufrido en alguna vez spam, y uno de cada tres (el 33%) phising, es decir, algún método de suplantación de identidad. Por otro lado, un 7% de entrevistados señala haber sido víctima de un hackeo de email o de un hackeo financiero. Solo el 31% de los españoles dice no haber tenido ningún problema con sus datos mientras usa las tecnologías.

Encuesta DYM | Ocho de cada diez españoles considera que la pertenencia de España a la UE es beneficiosa

A pesar de todas estas cifras, nadie renuncia a comprar por internet, usar sus redes sociales o mandar mensajes a través de las distintas aplicaciones existentes. Tanto es así que la importancia de la tecnología en nuestra vida es máxima: el 74% dice que las tecnologías son "extremadamente o muy" importantes frente al poco más de 25% que no le confieren ninguna significación especial.

En el resto del mundo, Indonesia, Serbia e India llegan a valores de casi el 100% de enganche a las tecnologías, mientras Francia, Polonia y Ecuador son los países con peor estimación, con valores de entre el 50 y el 65%.

La encuesta, según la presidenta de la Asociación Internacional Win, Vilma Scarpino, refleja que el impacto de la tecnología en nuestras vidas ha ido creciendo a lo largo de los años, "pero también está alterando nuestros hábitos". "A pesar de que, cada vez, más personas son conscientes del destino de la información personal que comparten en línea, el nivel de preocupación no disminuye de forma paralela: saber qué le sucede a nuestros datos no implica un menor escepticismo o preocupación al respecto", concluye a modo de resumen.