Ha costado sangre, sudor y lágrimas, pero finalmente Podemos, IU y Más País concurrirán unidos a las elecciones autonómicas de Andalucía del 19 de junio. Esas tres formaciones, junto a otras más pequeñas como Equo o Alianza Verde, cerraron este viernes un acuerdo in extremis a poco más de diez minutos del fin del plazo para registrar las coaliciones, después de semanas de una negociación completamente bloqueada por el desacuerdo en torno al candidato y el peso de cada partido en el grupo parlamentario. Finalmente, la número 1 de la lista será la dirigente de IU Inma Nieto y el nombre de la coalición, Por Andalucía.

El pacto se firmó tras un frenético último día de negociaciones en el que, en muchos momentos, existió el riesgo real de ruptura y de que Podemos se presentase por un lado e IU y Más País, por el otro. Fueron las cúpulas nacionales de los partidos las que negociaron en esta última jornada, con la interlocución también de Yolanda Díaz. La sangre, no obstante, no llegó al río y finalmente los morados cedieron y admitieron que Nieto fuese la candidata pese a pertenecer a IU, que según argumentaba Podemos tiene menor fuerza electoral que los morados en solitario. Mientras, el candidato planteado por Podemos, Juan Antonio Delgado, ocupará el número 1 de la lista de Cádiz.

Los morados sí tendrán buena parte de los llamados puestos de salida, los que tienen prácticamente asegurado obtener escaño, y liderarán las listas en cuatro provincias: Cádiz, Córdoba, Granada y Huelva. IU, por su parte, encabezará las candidaturas de Málaga, Jaén y Almería -esta última la más complicada para Por Andalucía-, y tendrán un número similar de puestos de salida a los de Podemos. Y Más País, la tercera de las principales patas de la coalición, tendrá el simbólico número uno por Sevilla, por el cual presentará a su líder andaluza, Esperanza Gómez.

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La elección de Nieto como candidata de Por Andalucía se ha producido tras la imposibilidad de los partidos de encontrar un independiente que aceptara liderar las listas. Entre otros, para ese puesto sonaron los nombres del antropólogo y tertuliano andalucista Javier Aroca, así como los del secretario general de Facua, Rubén Sánchez, o la secretaria general de CCOO en Andalucía, Nuria López. No obstante, pese a que eran vistos con buenos ojos por Podemos, IU y Más País, ninguno de ellos aceptó.

Eso es lo que condujo a que la discusión sobre el candidato se redujera a dos nombres: los de Inma Nieto y Juan Antonio Delgado. La primera, apoyada por IU, también era la opción de Más País una vez constatado que era imposible tener a un independiente. El segundo, por su parte, era la alternativa de un Podemos que ha querido hacer valer su condición de principal fuerza del bloque a la izquierda del PSOE -aunque en Andalucía la implantación territorial de IU es notable y superior a la de los morados-, y que ha apoyado la candidatura de Delgado tanto desde su organización andaluza como desde la cúpula nacional del partido.

Los recursos y la campaña

Finalmente, han sido los morados los que han cedido en el asunto del candidato, aunque no a cambio de nada. Podemos exigía, para que Delgado no fuera el número 1 de las listas y la marca del partido morado desapareciera de la denominación de la coalición, que el resto de fuerzas le garantizasen mayoría en el futuro grupo parlamentario y también un reparto de los recursos económicos proporcional a esta representación. Eso implicaba que Podemos accediera a más dinero que IU y Más País, quienes, por su parte, defendían hasta este viernes a última hora que tanto el grupo como los recursos económicos se repartiesen al 50%, pese a que Nieto fuera la candidata.

Finalmente, los morados han cedido también para que el portavoz parlamentario sea de IU, a cambio de garantizarse más presencia para sus diputados en las sesiones de control parlamentario y de acordar que el puesto en la Mesa del Parlamento de Andalucía que corresponda a la coalición será ocupado por un dirigente morado. Además, los recursos económicos -subvenciones electorales o capacidad de contratar trabajadores parlamentarios- se repartirán en una proporción del 60% para Podemos y el 40% para IU, y la campaña se pagará a partes iguales por parte de ambos, frente a la idea inicial de IU, que era que Podemos sufragase el 80% de los gastos.