¿Qué es el CNI? Cinco claves de 'La Casa' española de los espías

Centro Nacional de Inteligencia (CNI)
Centro Nacional de Inteligencia (CNI)
CNI
Centro Nacional de Inteligencia (CNI)

Este viernes se conmemora el 20 aniversario del nacimiento del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Una cita que, lejos de celebrarse con la solemnidad que circunda los servicios secretos españoles, se verá empañada por el señalamiento del caso Pegasus y, más recientemente, la anunciada quiebra en la seguridad del Estado que permitió -a un agente externo y sin autorización judicial- robar información privada de los teléfonos móviles del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, en mayo y junio de 2021

Hablar sobre el CNI no es tarea fácil, dada la naturaleza para la que fue instituido, la información que trasciende de la agencia se da a cuentagotas, siempre tendida sobre un manto de silencio y oficialismo. Desde dentro, sus datos y fuentes constituyen información clasificada con el grado de alto secreto y sus trabajadores cometerían un delito si confesaran en público su lugar de empleo. Desde fuera, penetrar en las 'alcantarillas' de la Avenida del Padre Huidobro (la sede del servicio secreto en Madrid) es misión casi imposible, tanto como obtener documentos acerca de sus intervenciones. 

Radiografía del CNI: ¿origen? ¿qué es? ¿para qué sirve? 

Nació en 2002, producto de un ramillete de leyes consensuadas entre el PP y el PSOE para redefinir las antiguas contribuciones del CESID (Centro Superior de Información de la Defensa), creado durante la época de la Transición en 1977 y de cuyos últimos años se airearon numerosas polémicas.

En palabras de la propia agencia, el Centro Nacional de Inteligencia es el organismo público "responsable de facilitar al presidente del Gobierno y al Gobierno de la Nación las informaciones, análisis, estudios o propuestas que permitan prevenir y evitar cualquier peligro, amenaza o agresión contra la independencia o integridad territorial de España, los intereses nacionales y la estabilidad del Estado de derecho y sus instituciones". 

Cualquier actividad del CNI es sometida a la  supervisión de los tres poderes: el ejecutivo, el legislativo y el judicial

Sus objetivos son definidos por el Gobierno y aprobados anualmente por el Consejo de Ministros, para después quedar plasmados en la Directiva de Inteligencia. Cualquiera de sus actividades se integran en "los principios de eficacia, especialización y coordinación", tal y como explicita la agencia en su página web.

En sus dos décadas de vida, el CNI ha colaborado con diferentes organismos de la Administración, como las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, pero siempre bajo el control y la supervisión de los tres poderes: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. Sus actividades se enmarcan en la ley reguladora del CNI y la ley orgánica reguladora del control judicial previo del CNI.

Todos quieren el CNI: ¿a quién pertenece y quién lo paga?

El CNI se encuentra adscrito orgánicamente al Ministerio de Defensa, cuya máxima responsable ahora es la ministra Margarita Robles. Pero esto no siempre fue así. En 2011, durante la Presidencia de Mariano Rajoy, el servicio de inteligencia español dejó de ser parte de la cartera de Defensa para pasar a depender del Ministerio de la Presidencia que entonces comandaba la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría

Este 2022 la partida destina al CNI fue de 322,3 millones de euros 

En cuanto a su financiación, el CNI tiene asignadas unas partidas presupuestarias anuales reservadas y controladas de forma parlamentaria  en el marco de la defensa y la seguridad del Estado. En el presupuesto de 2022, recibió 322,3 millones de euros, si bien es el propio Centro de Inteligencia quien elabora anualmente un anteproyecto de presupuesto para enviárselo posteriormente a la ministra de Defensa y que esta lo remita al Consejo de Ministros para su integración definitiva en los Presupuestos Generales del Estado (PGE).

El rol de la Comisión de Secretos Oficiales

Merece un capítulo aparte la Comisión de Control de los Créditos Destinados a Gastos Reservados, comúnmente conocida como Comisión de Secretos Oficiales, y que este jueves se reunirá, tras tres años de inactividad, con ánimo de esclarecer lo sucedido en las presuntas escuchas a políticos independentistas catalanes y vascos. Comparecerá personalmente y a puerta cerrada la directora del CNI, Paz Esteban, como presunta principal responsable del agujero de seguridad estatal descubierto durante esta semana. 

Huelga explicar que la comisión es la encargada de ejercer un control parlamentario al funcionamiento y a las actividades del CNI. El contenido de estas sesiones, en cualquier caso, tiene un carácter secreto, pues se aborda información clasificada.

Antecedentes: Luces y sombras 

Pese a su corta vida, en el expediente del CNI guarecen numerosas historias, muchas positivas, otras no tanto y algunas, a buen seguro, inconclusas... 

En una de sus operaciones estrella, el CNI capturó a uno de los exjefes de ETA

El 29 de noviembre de 2003 sigue siendo el día más trágico en la joven historia de la agencia española de espionaje. Siete agentes del CNI sufrieron una fatal emboscada a bordo de sus coches en Latifiya, en el sur de Irak. Un séptimo agente había sido asesinado a las puertas de su casa en aquel país veinte días antes. 

Entre sus días más azules deslumbra el 17 de noviembre de 2008 cuando la Guardia Civil y la gendarmería francesa capturaron, en una operación orquestada por el CNI, al responsable del aparato militar de la banda terrorista ETA, Garikoitz Aspiazu Rubina, alias Txeroki. Mediante un sistema informático muy complejo, la agencia identificó una gran cantidad de correos electrónicos enviados desde una serie de cibercafés situados en el sur de Francia, y en una de las operaciones más exitosas que se recuerda, arrestó a uno de los exjefes de ETA. 

Tan sonado como los anteriores fue el rescate del Alakrana, atunero vasco secuestrado en aguas de Somalia con 36 marineros a bordo, 16 de ellos españoles, en 2009. Entonces, agentes del CNI participaron en las negociaciones que lograron devolver a España sana y salva a toda la tripulación.

La CIA, el MI5, la DGSE... y otros 'CNIs extranjeros'

Los servicios secretos no son una herramienta exclusiva de España, todos los países modernos cuentan con agencias similares. Algunos, incluso, con más solera y financiación que el propio CNI. Mismamente, la vecina Francia dispone de la Dirección General de Seguridad Exterior (DGSE), agencia de inteligencia exterior creada en 1982. Por la seguridad de Reino Unido operan los legendarios MI5 y MI6 y en estrecho paralelismo al caso español, Italia reemplazó en 2007 el tradicional SISMI por el AISE o 'Agenzia Informazioni e Sicurezza Esterna'.

Fuera de las lindes de Europa, el Mosad israelí, cuyo nombre oficial es Instituto de Inteligencia y Operaciones Especiales, es uno de los servicios secretos de mayor prestigio y antigüedad. Creado en 1949 para velar por la supervivencia del naciente Estado de Israel -otrora en liza por el reconocimiento internacional- el Mosad llevó a cabo operaciones tan paradigmáticas como la captura del militar alemán Adolf Eichmann, responsable de diseñar la deportación de seis millones de judíos a los campos de concentración y ahorcado en 1962 como sentencia por todos sus cargos.

Quizás, el servicio de inteligencia más conocido del mundo se la CIA (Estados Unidos), cuya imagen ha sido explotada en centenas de series y películas de toda clase. Al margen de la ciencia cinematográfica, tan solo recientemente, las intervenciones de la Agencia Central de Inteligencia norteamericana han pendulado desde las reuniones secretas con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, hasta su papel 'crucial' en la resistencia ucraniana contra Putin para doblegar la pretensiones expansionistas del mandatario ruso

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