Por qué políticos, 'celebrities' y marcas comerciales se arriman a los animales

Marine Le Pen con uno de sus gatos.
Marine Le Pen con uno de sus gatos.
MARINE LE PEN / INSTAGRAM
Marine Le Pen con uno de sus gatos.

Los animales tienen efectos en los seres humanos, eso es un hecho, y por ese motivo, son muchas veces los protagonistas de estrategias comerciales o políticas. Los animales gustan y es un tirón que hay que aprovechar, pero, ¿es tan fuerte el poder de los animales sobre la mente humana?

"Los animales son un recurso muy utilizado en muchos ámbitos y mucho más en política, donde nada se improvisa y todo tiene un objetivo", asegura Alicia Martos, psicóloga experta en comunicación no verbal. "La mente humana asocia las mascotas como perros o gatos con la naturaleza y llevar una vida saludable, además de dar una sensación de dulzura y cercanía".

Pero, ¿por qué empatizamos más con gente que tiene animales? "Las personas que publican en redes sociales fotos de sus mascotas o que aparecen públicamente con ellas pretenden visibilizar que tienen un vínculo afectivo y de que no están solos, es decir, que sienten y cuidan de otro ser que depende de ellos, al igual que ocurre por ejemplo con los niños", detalla Martos.

"Aunque ese afán por publicar fotografías también puede interpretarse de manera contraria y ser un intento de aparentar que están felices y acompañados pero en el fondo se sienten muy solos y por eso tienen la necesidad constante de publicar fotos con sus mascotas", añade la psicóloga.

El caso concreto de la política

En el caso de utilizar a los animales como parte de una estrategia política, "pretenden dar con ellos una imagen más cercana y de vitalidad, para parecer más afectivos y familiares", según Martos. La primera en utilizar una estrategia política así en España fue Esperanza Aguirre con su perro Pecas, el cual tenía hasta una cuenta de Twitter, pero no ha sido la única, Pablo Iglesias, Zapatero y Pedro Sánchez en esta última campaña, también han aprovechado el poder de las mascotas.

Este tipo de estrategia lo hemos podido ver claramente en el caso de Marine Le Pen, diputada de la Asamblea Nacional Francesa, quien ha dado a conocer su lado más "tierno" junto a sus gatos a través de redes sociales durante su campaña electoral de este año. Y es que los gatos de la candidata fascista se han convertido en un reclamo constante en su estrategia.

"Imagino que en su caso utilizará los gatos para dulcificar su imagen fría e incluso hitleriana y le debe de ser efectiva, porque inconscientemente, las personas valoramos su capacidad de establecer vínculos afectivos y de cuidar de los animales. Es una buena estrategia política", concluye Martos.

No cabe duda que a Le Pen los gatos le han servido de ayuda porque, a pesar de pertenecer a un partido de extrema derecha, los resultados electorales están siendo muy reñidos.

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