Encuentro largo y cordial, pero en el que se han constatado las posturas alejadas de Gobierno y PP para afrontar la crisis económicas derivada de la guerra en Ucrania. Aparte de algunos acuerdos puntuales en otros asuntos, es el balance de la reunión que han mantenido este jueves el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Mientras el primero defiende el plan de choque ya aprobado y no contempla cambios en él, el segundo insiste en que es insuficiente y hace falta bajar los impuestos a los españoles para que puedan afrontar la subida de precios. Cada uno mantiene su postura y ninguno se sale de ahí.

"No tengo ninguna buena noticia para la economía familiar, ni para los trabajadores, ni para las rentas medias y bajas, ni para las empresas". Nada se lleva Feijóo de su primera visita a la Moncloa como líder de la oposición. Se marcha con el zurrón vacío después tantear durante tres horas de reunión a Sánchez y de comprobar que su rumbo económico está en las antípodas del PP. "Ni una sola propuesta económica", ha dicho Feijóo que le ha trasladado Sánchez. "La reunión ha sido muy cordial, pero ha sido mucho menos fructífera de lo que me hubiese gustado", reconoció el gallego, que de la macedonia de cifras compilada por el gallego saldrá poco jugo, tan solo a una propuesta sobre la gestión de los fondos europeos que Sánchez valorará. Y el deshielo en la renovación del CGPJ. 

Isabel Rodríguez, portavoz del Gobierno, fue la encargada de hacer el balance por el lado gubernamental tras la reunión, en representación de un Sánchez que ya volaba a Rabat, si bien es cierto que el presidente no suele ser quién haga el balance en estas ocasiones. "Fructífera, muy buena disposición, poca concreción y ninguna documentación por parte del señor Feijóo", ha valorado Rodríguez. "No vengo aquí a convencer al presidente en la primera reunión. A lo mejor le convenzo en las próximas semanas", no se ha dado por vencido Feijóo. 

"Retomar las negociaciones", según el término pactado entre Sánchez y Feijóo, es lo que sucederá de ahora en adelante con el CGPJ, de los pocos acercamientos que han puesto de manifiesto en la reunión. Fuentes gubernamentales establecían el 12 de junio como tope, coincidiendo con la fecha que han de renovarse un tercio de los magistrados del TC. "Hay que ajustar el método de elección actual" y "es necesario que los jueces y magistrados atiendan a los mejores perfiles, acreditados y respetados", considera sin embargo Feijóo de un asunto que por sensibilidad e importancia es susceptible de enconarse a la mínima traba. Pero el todavía presidente de la Xunta de Galicia acudía con el "contador a cero" y "sin perjuicios" para hablar con la "fuente limpia" -Sánchez-, desprovisto de las opiniones de los miembros de su trinchera que han conversado con el Gobierno en los últimos meses. "Sobre el pasado están las hemerotecas", ha dicho en tono constructivo.

Malestar en el equipo de Feijóo por no enviar Sánchez antes al PP el orden del día de la reunión: "Es una descortesía"

Los prolegómenos de la reunión, sin embargo, han creado malestar en Feijóo y su equipo. "Una descortesía impropia" consideraba Génova que Moncloa hubiera filtrado un documento con los 11 puntos que Sánchez llevaría a la reunión. "El hecho de que no nos hayan contado para que nos han llamado pero sí lo hayan dicho a la prensa" ha generado un enfado hondo en la previa. Durante la comparecencia, el presidente gallego no ha apelado a este hecho pero sí ha pedido que por "rápido y eficiente" se dote al próximo encuentro de orden del día. Un dossier de 13 páginas con el objetivo de "reconstruir los consensos básicos con el principal partido de la oposición y reducir la crispación estéril que ha caracterizado la política española en los últimos tres años".

Pero la comparecencia de Feijóo ha estado plagada de números y las 11 propuestas del Gobierno tenían otros retorteros. El líder del PP aterrizó en Moncloa con una batería amplia de medidas, borradores con los que sostener su petición de una rebaja fiscal y una deflactación del IRPF. También activar con ayudas directas, un plan de racionalización del gasto burocrático y público y el rediseño de los fondos europeos. Para esto último, el gallego ha propuesto dedicar un 7% de los mismos -4.900 millones de euros- para deducciones fiscales que ahorren en burocracia su aplicación. "Se están utilizando a las comunidades autónomas como meras gestorías", se ha quejado de una aplicación de los fondos que "no terminan de llegar al tejido productivo". "Para que puedan ser gestionados directamente por los ciudadanos", asegura Feijóo. Algo que, según Feijóo, los dotaría de "seguridad" y "transparencia" y la única propuesta económica que Sánchez "estudiará".

Voto rogado y modificación art. 49 de la Constitución

"Mi prioridad era poder decirles algo a las familias españolas, pero no ha sido posible", ha lamentado Feijóo, que ha reiterado su compromiso para pactar al menos una rebaja del IRPF  e "inyectar liquidez a las familias". No colmó sus expectativas aunque ya se haya cavado la acequia de las comunicaciones entre ambos equipos.

La portavoz ha criticado que Feijóo haya acudido “sin documentación ni concreción” en sus medidas a la reunión y que quiera tumbar un decreto "abierto y dinámico". “Una sola propuesta no puede implicar el rechazo a todas las medidas”, defienden desde el Gobierno. 

Feijóo sí ha prestado un "apoyo sin matices" al Gobierno respecto a su posición política y militar en la guerra de Ucrania, si bien "no podemos considerar aceptable la decisión en Marruecos". Si en su encuentro de este miércoles con Felipe VI le transmitió su "preocupación y perplejidad", hoy ha tratado de despejar cualquier chantaje con el reino marroquí asegurando que "España no negocia su soberanía internacional, no negocia su integridad", un extremo blindado "en la Constitución Española". También ha reiterado el líder del PP la necesidad de "recuperar el prestigio internacional de España".

"Las prioridades que me han puesto sobre la mesa son la renovación de cargos, el voto rogado y la modificación artículo del artículo 49 de la Constitución", ha desvelado Feijóo, que ha acotado que el acuerdo en torno al voto rogado está "muy avanzado". En cuanto al precepto constitucional, referente a la denominación de ciertos términos de discapacidad, no hay objeción alguna por parte del nuevo líder de la oposición. 

Por otro lado, Feijóo ha asegurado que Sánchez no le "ha pedido" siquiera que apoye el real decreto de medidas urgentes para paliar los efectos de la guerra de Ucrania. "Un texto en el que nadie participado", que va "directamente de Moncloa al Boe" y en el marco de los "96 real decretos-leyes" que lleva el Ejecutivo con Sánchez al frente. Algo que Feijóo valora como una "desconsideración hacia las Cortes Generales".

Feijóo no ha aclarado si los populares votarán en contra o se abstendrán en la votación del plan nacional de respuesta a las consecuencias económicas de la guerra, pero asegura que el Gobierno "falla en el diagnóstico, en todas las previsiones y también en las soluciones". "Pretende convalidarlo sin más", sostiene, sobre un asunto para el que tiene "la sensación de que ya tiene socios". 

Violencia de género

En el documento con 11 puntos filtrado por el Gobierno, del que Feijóo ha tenido conocimiento a través de la prensa, constaba un blindaje del Pacto de Estado contra la Violencia de Género. "La aprobación de leyes de violencia intrafamiliar es incompatible con el Pacto de Estado contra la Violencia de Género al equiparar la violencia machista a otras cuya naturaleza, prevención y trascendencia social son completamente diferentes", figura veladamente la crítica hacia el pacto con Vox en Castilla y León, que contempla el término 'violencia intrafamiliar'.

Rodríguez ha recalcado el silencio Feijóo en este punto, que ha vuelto a no mencionar a la formación de Santiago Abascal. La relación entre el PP y Vox, que puede seguir su itinerario con otro pacto tras el posible adelanto electoral en Andalucía, será uno de los flancos donde más pueda golpear Sánchez a Feijóo. El gallego ha pegado el volantazo al centro con la derecha radical en el maletero.