Es evidente que la pandemia ha jugado un papel clave en el devenir de uno de los sueños de Gonzalo Sierra. Y es una pena, no solo por lo clarividente que es con respecto a la dificultad que ha habido en los últimos años para sacar adelante cualquier proyecto empresarial, sino también porque era uno en el que había puesto suficiente pasión como para que su descalabro tenga el amargo sabor de la derrota. Una derrota contra el tiempo y contra los tiempos que nos han tocado vivir: su negocio de motos ha tenido que cerrar sin llegar a los tres años desde que fue inaugurado.

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Lo más seguro es que su vida tenga ahora un toque agridulce, porque también es cierto que en lo personal e íntimo, el marido de Elena Furiase está atravesando una etapa preciosa: hace seis meses él y la actriz de 34 años se daban el "sí, quiero" después de haber tenido que posponerla varias veces por culpa del coronavirus. La espera mereció la pena por la increíble y hermosa celebración que llevaron a cabo rodeados de amigos y familiares. Y además comenzaba el año con el maravilloso anuncio de que están esperando su segundo hijo en común tras el primogénito, Noah, de 3 años.

Pero Gonzalo, que trabaja en una productora de cine independiente, según ha podido saber el portal Vanitatis, ha sufrido un importante revés en lo que respecta a su negocio: el local que tenía alquilado para la tienda en la Calle Fuego, en Alcobendas, un municipio en la zona norte de la Comunidad de Madrid, ya está completamente vacío.

Desde el citado medio explican que "ni el propio Gonzalo ni Elena han querido pronunciarse sobre esta situación" y que por lo tanto se desconoce "la razón por la que la tienda ha echado el cierre", aunque se puede especular con la posibilidad de que ya están trabajando en el siguiente negocio, que se hayan trasladado (aunque no tendría sentido no haberlo dado a conocer) o la opción más lógica: que la pandemia ha hecho estragos.

El negocio, al que le puso de nombre Moto Ark, lo fundó el joven cuando tenía 28 años, en 2019. Hay que tener en cuenta que entre otras cosas lo pudo hacer por cierta holgura económica de su familia (Gonzalo es hijo de una periodista y un arquitecto y se crio en el barrio de La Moraleja). En la tienda se vendían todo tipo de productos relacionados con el motociclismo, desde cascos a ropa y otros accesorios. De hecho, en su web se definían como especializados en "la venta de ropa de moto y accesorios, así como motos de ocasión y personalizadas, para todos los gustos y de todos los estilos. Moda para mujer y hombre al mejor precio con gran variedad de productos a tu alcance".

Lo curioso es que, hoy por hoy, y después de haber estado inactiva durante un tiempo, su dominio (www.motoark.com) pertenece a una tienda de ropa que poco o nada tiene que ver con la moda del motor y que, de hecho, es una página web que aún está en construcción.

Lo curioso es que esta web aún sigue ligada en su bio al Instagram de Moto Ark, cuya última publicación es del 22 de diciembre del año pasado y en la que anunciaban un 50% de rebajas, adelantándose a las que se hacen en enero, pero en ningún momento hablando de liquidación por cierre, aunque ahora se entiende que fue para dar salida a todo el stock que aún tenían, pues se entiende que por aquel entonces ya habían tenido que tomar la decisión de dar por finalizada esa aventura empresarial. 

Qué será lo próximo de Gonzalo Sierra es por ahora un misterio: quizá ya tenga algo en mente o prefiera dedicarle tiempo a la familia. Lo que es casi seguro es que sacará tiempo para la música. No por nada conoció a Elena gracias al grupo del que era bajista, Albha, ya que Guillermo Furiase, hermano de la actriz, era el vocalista de la banda. Ahora, gracias a sus estudios musicales y su experiencia, da clases particulares como profesor de guitarra.

En Vanitatis han conseguido la descripción con la que oferta sus servicios: "Soy un joven músico que necesita una fuente de ingresos secundaria, soy paciente y amable, bueno con niños y adultos. Tengo poca formación musical, ya que tan solo he cursado tres años de guitarra clásica y uno de guitarra eléctrica, aun así me siento totalmente capacitado para enseñar a aquellas personas que deseen comenzar su formación en este instrumento y aquellas que deseen avanzar a los siguientes niveles sin llegar a un nivel alto".