Granados se curtió en el sindicalismo y dio el salto a la política en el PSC. Tras vivir el procés en primera persona, se convirtió en el azote del independentismo, lo que le llevó a ascender en el partido. Desde hace siete meses, es la voz del PSOE en el Senado.

El Senado es la cámara legislativa menos conocida, ¿qué les diría a los que sostienen que no sirve para nada?

Es verdad que el Senado es el gran desconocido. Tenemos que hacer un esfuerzo por dar a conocer lo que aquí se hace: se mejoran las leyes que vienen del Congreso y también llevamos ponencias de estudio. En un momento de extrema polarización, es necesario que haya un espacio donde pueda haber un debate más sosegado, más reflexivo. La semana pasada aprobamos una moción sobre las políticas de envejecimiento y estamos trabajando en temas de inmigración o de cambio climático. También la aprobación de que haya etiquetaje en braille, todo lo que viene que ver con la exclusión financiera de nuestros mayores, que ahora lidera la vicepresidenta primera… Pero es que también se hace una segunda lectura de las leyes que vienen del Congreso.

¿Ha percibido muchas diferencias entre la política catalana y la madrileña?

Sí, especialmente porque yo he experimentado un cambio de rol muy importante. Yo estaba en el PSC, en la oposición, en un momento en el que había mucha polarización, pero también un debate identitario y de crispación. Aquí soy la portavoz del grupo que apoya al Gobierno que, además, estamos en minoría. Me paso el día negociando con el resto de grupos, algo que se practica muy poco en Cataluña, pero que yo llevo incorporado porque vengo del sindicalismo.

Al llegar a la portavocía hizo varios cambios en el equipo, ¿qué retos quedan de aquí a que finalice la legislatura?

En el Senado nos toca apoyar la agenda reformista que está llevando a cabo el Gobierno. Se han hecho muchas, pero quedan por hacer y el Senado es uno de los pilares para que esas reformas se lleven a cabo. Aquí tenemos que ampliar los apoyos. En el caso de los Presupuestos, por ejemplo, conseguimos más apoyos aquí que en el Congreso porque hay formaciones que no están allí representadas.

La próxima semana se debate la Proposición de Ley de protección a los huérfanos de violencia machista. ¿Con qué apoyos cuentan y qué mejoras va a suponer para el colectivo afectado?

Es una proposición de ley que parte de la iniciativa del PSOE. La semana pasada, en la votación del dictamen -paso previo a su aprobación- conseguimos que se aprobara por unanimidad, Vox incluido. Esperamos aprobarla el día 8 de marzo, fecha simbólica, para reconocer más derechos a los huérfanos de violencia machista.

¿Qué otras leyes pueden salir adelante en esta legislatura para conseguir la igualdad entre hombres y mujeres?

Tenemos, por ejemplo, la ley orgánica de Formación Profesional, porque cuando hablamos de promocionar la cualificación de los trabajadores también hablamos de familias profesionales que se asocian más a los hombres y que necesitamos feminizar. La Ley de Familias, que nos ayudará a mejorar la corresponsabilidad entre hombres y mujeres en la esfera privada. También llevaremos otra moción porque preocupados por esa deriva reaccionaria por el auge de Vox, que ahora está negociando entrar a un gobierno autonómico tan importante como el de Castilla y León.

Esas negociaciones se producen en un momento de crisis interna del Partido Popular, ¿qué opinión le merece?

Nace de una información sobre la comisión del hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid y ahora estamos hablando de quién manda en el PP. Hemos asistido a un golpe de Estado palaciego perpetrado por Ayuso y Feijóo. Lo que necesitamos es una oposición homologable a cualquier democracia europea y que no esté continuamente deslegitimando al Gobierno de Pedro Sánchez. El PP tiene mucho trabajo pendiente con la corrupción y con la calidad democrática de sus procesos internos.

Si llega, como parece, Feijóo, ¿habrá más posibilidades de que lleguen a pactos de Estado, como el caso de la renovación del CGPJ, que incluye también al Senado?

Yo sí les diría que, más allá de quien decidan que debe estar al frente del partido, deben hacer una lectura de lo que necesita España, que es cumplir con la Constitución, que no se está cumpliendo porque no quieren pactar la renovación del CGPJ. También nos gustaría que se sumaran a la subida del SMI o al aumento de las pensiones de acuerdo al IPC.

Feijóo no es diputado, por lo que podría recalar en el Senado para confrontar con Pedro Sánchez. ¿Puede servir esto para darle más relevancia a la Cámara Alta?

Cuando él decida, lo valoraré.

La crisis del PP ha revelado un ascenso de Vox en las encuestas. En la publicada en 20Minutos se situaba cerca del sorpasso, ¿les preocupa?

Es muy preocupante que desde el PP se le haya dado carta de naturaleza a un partido que tiene tesis antisistema, porque van, por ejemplo, contra la igualdad de oportunidades, que está reconocida por la ONU, Europa y nuestra Constitución. Es un partido xenófobo y contrario al Estado de las autonomías. El PP tiene que hacer los deberes a la hora de poder fijar su posición respecto al partido, porque lo importante ya no son las encuestas o si sacan más o menos diputados, sino que tienen muchos recursos para llegar a todo tipo de estratos e intoxicarles, por ejemplo, con ‘fake news’.

ERC es uno de los socios parlamentarios que sostienen al Gobierno, ¿les consideran fiables? ¿Cree que apoyarán todo ese paquete de medidas reformistas que antes comentaba?

Tanto ERC como el PNV son partidos que tienen sus posicionamientos y hay que negociar cada una de las leyes, pero hay una idea compartida de lo importante que es hacer avanzar España en estos momentos de recuperación económica y de salida de una pandemia. Es la política y así es la composición del Congreso y del Senado que han votado todos los ciudadanos. Lo que hay que hacer es sentarse y aproximar posiciones.

Hablando de sentarse, ¿para cuándo una nueva reunión de la Mesa de Diálogo?

Es importante que los gobiernos hablen y debe ser un proceso discreto. También me gustaría recordar que aquello que ERC pide al Gobierno es algo que le debe al Parlament catalán porque Cataluña es diversa y plural. ¿Quién ganó las elecciones justo hace un año? Salvador Illa. Por eso le pedimos a [Pere] Aragonés que establezca una mesa de diálogo entre esa pluralidad de fuerzas del Parlament.

Usted vivió el procés en primera persona, ¿ha pasado página la sociedad catalana?

Se ha pasado página porque todo el mundo es consciente de lo que ha perdido Cataluña, más allá de lo que cada uno piense que debe ser Cataluña en un futuro. No tiene nada que ver la Cataluña del 2017 con la del 2022. Este lunes se inauguró el Mobile World Congress y pudimos ver en la misma mesa al jefe del Estado, al presidente del Gobierno y al presidente de la Generalitat. La normalidad se va imponiendo poco a poco.

¿Se han normalizado los indultos a los presos del procés?

El PP intentó recoger firmas y recogió menos que militantes tiene el partido. No creo que nadie esté contento con lo que pasó. La sociedad catalana fue llevada al límite y ahora tenemos que mirar hacia adelante. Nos toca avanzar juntos, más allá de lo que pensemos unos catalanes u otros. Es mejor buscar lo que nos une que lo que nos separa.

¿Qué le falta al PSC para gobernar?

El PSC era el cuarto grupo parlamentario y ahora somos el primer partido en votos, empatado a escaños con ERC. Leímos muy bien lo que pasaba en Cataluña y esa idea de pasar página. Falta poder forjar una mayoría parlamentaria alternativa a la independentista, porque además ya no comparten nada, solo esa idea de la independencia, pero con modelos socioeconómicos diferentes, al igual que sus estrategias para conseguirlo. Los Presupuestos ya no los aprobaron con la mayoría independentista, sino con los Comunes. ERC y Junts son un matrimonio de convivencia para mantener el poder.

¿Se romperá alguna vez la política de bloques catalana entre independentistas y no independentistas?

El PSOE trabaja para que no existan esos bloques. La única manera es que la conversación no sea la identidad. La gente se siente como quiera sentirse y el eje debería ser cuánto dinero destinamos a la Sanidad Pública, a Educación, a la internalización de la economía…

¿Qué le parece que Oriol Junqueras aproveche la guerra de Ucrania para comparar esa situación con lo que pasó en Cataluña en 2017?

Me parece tan lamentable que prefiero ni comentarlo.

¿Cuándo cree que veremos a Carles Puidgemont ante la Justicia?

Cuando él decida ponerse delante de los jueces para que hagan lo mismo que hicieron con los que se quedaron.

¿Está de acuerdo con el envío de armas a Ucrania?

Suscribo las palabras del presidente, que es a quien pertenece la política exterior. La cogobernanza también se está aplicando a nivel europeo. La guerra, como antes la pandemia, nos ha ayudado a fortalecernos como Unión. Yo me quiero quedar con eso.