El año electoral comienza a agitarse. Tras las vacaciones de Navidad y con el Parlamento sin actividad hasta febrero, los partidos toman posiciones ante unos comicios cuya fecha sigue en el aire. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, lanzó una primera advertencia sobre un posible adelanto electoral. Hasta ahora, Moreno solo había considerado un "adelanto técnico" a octubre o junio, apenas un mes antes del final del calendario de sesiones en el Parlamento.

Ahora, sin embargo, habla de convocar comicios en febrero –lo que llevaría a colocar las urnas presumiblemente en mayo– si, a la vuelta de la actividad parlamentaria el mes que viene, continúa lo que el Gobierno PP-Cs ha dado en llamar la "pinza PSOE-Vox" para obstaculizar la aprobación de leyes. Si Moreno se encuentra con el "bloqueo sistemático" de ambos grupos, sacará las urnas.

Desde el rechazo de Vox a los Presupuestos andaluces de 2022, la relación del Gobierno con la formación que apoyó su investidura se ha deteriorado rápidamente. Vox votó en contra de la Ley de Entidades Locales en diciembre y anunció su negativa a apoyar el tercer decreto de simplificación administrativa, una medida clave para el Gobierno. Pero, in extremis, orientó a favor su voto. La gota que ha colmado el vaso ha sido la petición de Vox, junto a PSOE y UP, para celebrar un Pleno Extraordinario sobre el "colapso sanitario". Una vez más, la formación liderada por Manuel Gavira ha dado marcha atrás, aunque su postura comienza a cansar a los socios de Gobierno.

"No haré perder ni un minuto a los andaluces», explicó ayer el presidente, quien afirmó que disolverá el Parlamento si se ve incapaz de sacar adelante sus iniciativas por la "confluencia de intereses" de partidos tan distantes como PSOE, UP y Vox. "No alargaré lo que sería una agonía", dijo. Sus palabras fueron respaldadas en Génova, donde la idea de un adelanto electoral siempre se ha visto con más interés frente a la decisión hasta ahora de Moreno de "agotar la legislatura". El secretario general del PP, Teodoro García Egea, consideró que "la estabilidad del Gobierno en Andalucía en este momento depende de dos partidos: del PSOE y de Vox. La legislatura puede agotarse si se comportan con responsabilidad o se debería de acortar si hacen peligrar la estabilidad del Gobierno de Andalucía".

Estos momentos, la ventaja demoscópica recae en el PP-A, que saca diez puntos al PSOE en el Barómetro Andaluz, aunque necesitaría del apoyo de Vox para alcanzar la mayoría absoluta. Precisamente Vox lleva dos meses, desde el debate presupuestario, pidiendo el adelanto electoral. Ayer, la diputada por Granada Macarena Olona, que se perfila como candidata de esta formación en Andalucía, volvió a pedir la convocatoria de los comicios cuanto antes. El portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, reaccionó asegurando que "vamos a trabajar para que no sea necesario un gobierno de coalición con Vox" en un futuro. Más tajante ha sido la otra mitad del Ejecutivo, Ciudadanos, marcando distancias con Vox, partido que, dijo el vicepresidente Juan Marín, "no va a cantar el ‘Cara al sol’ en Andalucía mientras yo esté aquí".

También la líder nacional de Ciudadanos dio su beneplácito al adelanto electoral caso de que la situación se vuelva ingobernable por la "pinza" de PSOE y Vox. Inés Arrimadas marcó diferencias entre la coalición en Andalucía y las de Murcia, Madrid y Castilla y León, todas rotas ya. Como andaluza, dijo, puede "sacar pecho de la gestión del Gobierno andaluz".

En este ambiente preelectoral, el líder de Más País, Íñigo Errejón, se reunió ayer con los portavoces de la nueva coalición Andalucía Levantaos para diseñar la estrategia de este partido, que pretende ser un "polo andalucista más amplio, de estricta obediencia al territorio y con una forma de hacer las cosas de manera diferente".