Los abonos multiviaje de los Cercanías de Renfe bajarán un 35% en el núcleo de València durante el primer trimestre de este año y, además, el Ministerio de Transportes prevé recuperar para el verano el 100% de los trenes que había programados antes de la pandemia. Estas son dos de las medidas de choque más destacadas presentadas este miércoles por la ministra Raquel Sánchez en València, tras reunirse en el Palau de la Generalitat con el presidente Ximo Puig, que le ha vuelto a mostrar su "profunda preocupación" por las cancelaciones y retrasos continuos en este servicio ferroviario, como hizo a final de año en un encuentro telemático en el que Sánchez se comprometió a presentar este paquete de medidas para mejorar en el corto plazo la situación.

La responsable de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha pedido "disculpas a los miles de usuarios y usuarias que a día de hoy no tienen garantizado el servicio de Cercanías" en València y se ha fijado como objetivo "disminuir drásticamente" las incidencias en las líneas con mayor uso.

La rebaja del 35% en el precio de los abonos (bono tren, abono mensual, abono mensual ilimitado y la tarjeta Estudios) se aplicará a partir del 20 de enero, aunque con efectos retroactivos al día 1. Beneficiará, de entrada, a los 30.000 usuarios que los poseen, y pretende recuperar parte del 36% de viajeros perdidos entre 2006 y 2019, y que ha dejado la cifra total en 20 millones de usuarios al año. El encaje de esta rebaja tarifaria temporal (se aplicará durante el primer trimestre del año) con la entrada en vigor de la integración tarifaria metropolitana, en la que también participará Renfe Cercanías, tiene aún que concretarse, según ha dicho la ministra.

Otras medidas se centran en la mejora de la información al viajero, con la contratación de 60 personas que ya dan servicio en los andenes de 30 estaciones, la activación de autobuses complementarios para desplazar a los usuarios en horas punta cuando se produzcan cancelaciones, mejoras en trenes, estaciones, megafonía e iluminación, así como el establecimiento de una comisión de seguimiento semanal sobre estas medidas entre Renfe, la Generalitat, el Ministerio y Adif. Además, seguirá vigente la devolución exprés con un nuevo billete por cancelación o retraso de más de 15 minutos en destino.

MITMA

El pasado 28 de diciembre, la Generalitat endureció el tono por la situación que padece el servicio ferroviario de Cercanías de Renfe en la Comunitat Valenciana, con cancelaciones y retrasos diarios. Ese día, Puig trasladó a la ministra la "indignación de miles de valencianos que por el caos que sufren las Cercanías", lo que les impide "ir a sus lugares de trabajo, a estudiar o hacer compras con la normalidad que deberían".

Tras aquel el encuentro, en la el Gobierno valenciano mostró su "indignación institucional" por la situación "crítica" del servicio, la responsable de Transportes se comprometió, según anunció el conseller Arcadi España, a presentar en el plazo de una semana un paquete de medidas de choque que se puedan aplicar a corto plazo para intentar solventar esta situación. Finalmente, el plan se ha presentado dos semanas después.

Distintas asociaciones y plataformas de usuarios llevan años denunciando las supresiones y retrasos en el núcleo de Cercanías de València, que ha perdido buena parte de su volumen de viajeros en la última década. Todo ello en un contexto de peatonalizaciones y reducción del tráfico motorizado en la ciudad de València que acaba provocando atascos diarios en los accesos a la ciudad. Los usuarios son los principales perjudicados, ya que ven dificultada su movilidad diaria. 

Desde Renfe llevan apuntando en los últimos meses a una conjunción de factores para explicar las supresiones y retrasos en los trenes de Cercanías, un hecho que califica de «puntual», pero que se ha convertido en estructural. Por un lado, a un aumento de bajas temporales de maquinistas, a la incorporación de profesionales en periodos de formación, a las vacaciones de personal y a incidencias o averías del material rodante.