El año pasado concluyó con 1.004 víctimas mortales en las carreteras interurbanas españolas, la segunda cifra más baja de la historia. Solo 2020, año en el que fallecieron 870 personas en accidentes de tráfico y en el que prácticamente toda la población estuvo obligada a permanecer en casa durante tres meses, registró menos mortalidad. 

Estas cifras proceden del balance anual de tráfico que han difundido este viernes el Ministerio del Interior y la Dirección General de Tráfico (DGT). El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el director general de Tráfico, Pere Navarro, han hecho balance de un año con una baja mortalidad pero con unos niveles de movilidad muy parecidos a los de 2019.

"Hemos mantenido la tendencia de reducción de la siniestralidad que experimentamos en la última década. Pero la valoración no puede ser positiva. 1.004 fallecidos son muchos fallecidos", ha observado el ministro.

El ministro ha informado de que en 2021 se produjeron un total de 921 accidentes con víctimas mortales en las carreteras interurbanas españolas que dejaron 3.728 heridos graves, 755 menos que los registrados en 2019, año que Marlaska ha tomado como referencia.

Marlaska ha destacado que el volumen de desplazamientos por carretera fue en 2021 solo un 8% menor al de 2019, un descenso muy similar al registrado en la mortalidad entre los dos ejercicios. En 2019 fallecieron 1.098 personas en las 24 horas siguientes a un accidente de tráfico, un 8,6% más que en 2021.

La mayor parte de esa reducción en la movilidad se registró en el primer cuatrimestre del año pasado, en el que aún estaba en vigor el tercer estado de alarma que estableció un cierre perimetral que no permitía los desplazamientos entre comunidades autónomas. 

En julio y agosto -meses en los tradicionalmente mueren una de cada cinco de las víctimas de accidente de tráfico del año- la movilidad fue prácticamente igual a la de 2019 y los fallecimientos cayeron un 12%. Mientras que entre septiembre y diciembre los desplazamientos por carretera aumentaron un 5% respecto a hace dos años, pero las muertes cayeron un 10%.

Conviene recordar que estas cifras de siniestralidad solo contabilizan las víctimas registradas en las 24 horas siguientes a los siniestros y excluyen los fallecimientos ocurridos dentro de las ciudades y en las vías de circunvalación de las mismas. Por ejemplo, solo en la ciudad de Madrid fallecieron 33 personas en accidentes de tráfico urbano en 2019, según datos del Ayuntamiento.

Tres de cada cuatro fallecidos en carreteras convencionales

La gran mayoría de muertes registradas por la DGT el año pasado ocurrieron en carreteras convencionales -aquellas que unen dos poblados pero en las que los dos sentidos de circulación no están separados físicamente-. 723 personas fallecieron en accidentes ocurridos en estas vías frente a los 281 que murieron en autopistas y autovías.

Marlaska ha destacado que "la velocidad excesiva o inadecuada es el elemento principal y transversal en todos los siniestros mortales" y ha recordado que el 81% de los siniestros responden a dos tipologías específicas: salidas de la vía (39%) y colisiones fronto-laterales (32%).

Asimismo, una buena parte de las víctimas de la siniestralidad vial eran usuarios vulnerables -peatones, ciclistas y motoristas-. Casi cuatro de cada diez muertos en carretera encajaban en una de estas categorías. En concreto, murieron 110 peatones en atropellos, 31 ciclistas y 241 motoristas. De estos dos últimos 41 no llevaban casco. Además, un 26% de los fallecidos en siniestros de turismos y furgonetas no llevaba puesto el cinturón.