El Gobierno y las comunidades autónomas ratificaron este martes una vuelta a las aulas completamente presencial, desde el próximo 10 de enero, y en todas las etapas educativas. Por ahora, descartan aplicar nuevas medidas y defienden seguir estrictamente las establecidas para el curso actual, a la espera de que los expertos presenten su propuesta con posibles cambios en las cuarentenas o los grupos burbuja; y mientras se avanza en la vacunación de los niños y niñas. 

"La presencialidad es una prioridad absoluta que ha sido compartida por unanimidad", destacó este martes la ministra de Sanidad, Carolina Darias, desde la Moncloa tras la reunión extraordinaria conjunta del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), la Conferencia Sectorial de Educación y la Conferencia General de Política Universitaria.

La 'vuelta al cole' será presencial, pero la comunidad educativa lo ve insuficiente: "Hay que recuperar las plantillas extra"

El encuentro se llevó a cabo ocho meses después de la última reunión en la que se acordaron cambios para el curso 2021-22: presencialidad en todos los niveles y la posibilidad de reducir la distancia interpersonal de 1,5 a 1,2 metros y 'grupos burbuja' hasta 4º de Primaria. Medidas que, junto a la mascarilla en el recreo (como medida impuesta de nuevo al volver a ser obligatorio su uso en exteriores), se mantendrán por ahora. Todo ello, con la confianza puesta en el avance de la vacunación de los más pequeños que, según destacó Darias, alcanza ya casi el 30% (29,9% según datos de este martes) de niños menores de 11 años con al menos una dosis del suero. 

En esa línea, la ministra de Educación, Pilar Alegría, abogó por la "prudencia" y la "tranquilidad" ante la 'vuelta al cole'. La decisión, reiteró la titular de Educación, se ha tomado de forma unánime por todas las comunidades autónomas. "Y si echamos la vista atrás, podemos decir que es una decisión acertada", destacó Alegría, poniendo en valor los protocolos de prevención ya acordados y vigentes actualmente (ventilación cruzada, lavado frecuente de manos, uso de mascarillas). "Alarmismo ninguno. Prudencia, tranquilidad y seguridad; nuestras aulas son espacios seguros", añadió en la rueda de prensa. 

A la espera de la decisión de los expertos

El debate sobre la presencialidad se reabrió ante el acusado repunte de casos de esta sexta ola de coronavirus con la irrupción de la variante ómicron. Algunas comunidades plantearon opciones sobre la vuelta a las aulas tras las navidades; como la posibilidad de retrasarla,  impartir las clases de forma semipresencial o incluso cambiando el sistema de cuarentenas de los contactos estrechos. No obstante, y según recordaron ambas ministras este martes, finalmente todas las autonomías han coincidido en abogar por la presencialidad total y sin cambios. 

"Algunos consejeros lo han propuesto, y lo que hemos contestado es que siempre estamos actualizando los protocolos que tenemos y que hemos ido abordando a lo largo de toda la pandemia", señaló Darias, preguntada por un posible cambio en el sistema de cuarentenas. Según explicó, la posibilidad de aplicar nuevas medidas será analizada por esos expertos, y mientras tanto pueden aplicarse los protocolos que ya se anunciaron a finales de diciembre para el resto de la población adulta: sin cuarentena para los contactos estrechos vacunados; y aislamiento para los contactos sin vacunar.

"Las cuarentenas se han ido adaptando y modificando. Tenemos que ir de la mano de la evidencia. Ahora lo que vamos a hacer es esperar la propuesta de la Ponencia de Alertas y de la Comisión de Salud Pública", insistió la titular de Sanidad, defendiendo una actuación "de manera coordinada" y "de la mano de las personas que asesoran".

Docentes, padres y madres y sindicatos, por su parte, celebran que este asunto no se haya tocado, pues consideran que la presencia física de los alumnos es un factor que asegura la equidad y evita volver a los estragos que, aseguran, causaron los sistemas de semipresencialidad que se tuvieron que implantar en los meses más duros de la pandemia. Con todo, consideran que, en cualquier caso, deben reforzarse las medidas higiénico-sanitarias y reducir la ratio en los colegios y las plantillas 'extra' de profesores para garantizar esa seguridad.

Posibles excepciones para los exámenes en universidades

Por su parte, el ministro de Universidades, Joan Subirats, ha defendido también la capacidad de los centros universidades para afrontar los contagios. "Nuestra obligación es generar la sensación de protección y buscar algo que es indiscutible, que es el valor de la presencialidad en el sistema educativo", aseveró. 

Durante la que ha sido su primera aparición como ministro desde su nombramiento hace menos de un mes, Subirats ha recordado que en enero los estudiantes universitarios se enfrentan a una época de exámenes, por lo que no empezarán realmente las clases hasta la primera o la segunda semana de febrero. "La lógica de presencialidad la vamos a aplicar tanto en exámenes como en el inicio del semestre", destacó, asegurando que se van a asegurar los elementos "ya probados en meses anteriores" para asegurar la seguridad en las aulas. 

Lo único que, según incidió, puede generar una sensación de aquella inseguridad, es la incertidumbre entre los alumnos contagiados que tengan pruebas. "Estamos trabajando con las universidades para que esos estudiantes no pierdan la convocatoria de examen y tengan la posibilidad de buscar una segunda oportunidad si en ese momento concreto están en una situación pandémica", avanzó el ministro.