Casi 900 personas viven en locales o asentamientos en Barcelona: "Parece que sólo nos interesa cuando mueren"

Un bombero habla por teléfono junto al local que se ha quemado en Barcelona y en el que han muerto cuatro personas.
Un bombero habla por teléfono junto al local que se ha quemado en Barcelona y en el que han muerto cuatro personas.
Marta Pérez / EFE
Un bombero habla por teléfono junto al local que se ha quemado en Barcelona y en el que han muerto cuatro personas.

Una familia formada por dos adultos y dos niños -uno de tres años y otro de cuatro meses- murió el martes en un incendio producido en el local en el que vivían. La forma en la que se originó el fuego aún no ha sido identificada, pero este espacio se encontraba en la lista de lugares ocupados de riesgo que elaboraron los Mossos d'Esquadra tras el incendio en una nave ocupada de Badalona en diciembre de 2020 en el que murieron otras cuatro personas. 

En esta lista elaborada por la policía catalana hay un total de 65 espacios identificados en toda Cataluña, pero, sólo en Barcelona, 865 personas viven en locales o asentamientos. Concretamente, el Ayuntamiento ha registrado 86 asentamientos donde viven 384 personas, entre ellas, 53 menores, y también 105 locales en los que viven otras 481 personas, incluidos 156 menores.

En este sentido, el Síndic de Greuges de Barcelona, David Bondia, señaló el mismo martes en un comunicado que estas situaciones no son "un contexto aislado y puntual, sino que se trata de una circunstancia que es visible en varios puntos de la ciudad y que requiere un abordaje integral de las problemáticas por parte de todas las administraciones implicadas".

"Nos encontramos ante una situación que reúne varias condiciones de complejidad extrema: colectivo vulnerabilizado, pobreza estructural, infravivienda y pobreza energética, entre otras", añadió, y reclamó "acciones decididas para garantizar el cumplimiento de los derechos humanos de proximidad" con la "colaboración entre todas las administraciones".

Otros casos

En la línea de que estas situaciones de infravivienda no son hechos aislados, Montse Santolino, miembro del equipo técnico de la organización por la justicia global Lafede.cat, cuenta que, por ejemplo, "la semana pasada, dejaron en la calle, en plena ola de frío, a 70 personas que vivían en una nave ocupada de L'Hospitalet. Una de las razones por las cuales han vaciado esta nave tras casi cinco años es que llevaba tres incendios". 

Sin embargo, denuncia, pese a haber menores entre las personas que vivían en esta nave, en el momento del desalojo "no había un dispositivo de Servicios Sociales preparado" para darles una alternativa, así que "ahora tenemos una docena de personas viviendo en tiendas de campaña en la calle y otra buena parte de ellos ha desaparecido. Éste sería un ejemplo de por qué acaba pasando lo que acaba pasando", lamenta.

Diferentes problemáticas

Santolino cuenta que estas situaciones se producen por diferentes problemáticas: "En primer lugar, la crisis de vivienda, la falta de ella y el precio. Se están ocupando naves y bajos en condiciones de infravivienda, absolutamente inhumanas, porque son las únicas opciones que hay para mucha gente que no se puede pagar un alquiler". 

Por otra parte, señala, "la falta de voluntad a la hora de abordar el tema de manera decidida por parte de todas las administraciones. Como no llega suficiente dinero para Servicios Sociales y la Generalitat no se acaba de poner seria con este tema de la infravivienda, los ayuntamientos como el de L'Hospitalet tienen este problema y lo solucionan dejando a la gente en la calle".

Estas personas que han desaparecido de L'Hospitalet, continúa, "se han ido a ocupar a otro sitio, con otro ayuntamiento, y al final se van enviando los problemas de un sitio a otro sin que nadie los quiera solucionar por falta de imaginación política, de recursos y de todo. Esta actuación de L'Hospitalet, que ni les ha ofrecido soluciones ni ha enviado a Servicios Sociales, es expulsar el problema hacia otro sitio, y como este ayuntamiento, todos". 

Santolino también cuenta que, en muchas ocasiones, la gente que vive en condiciones muy precarias no contacta con Servicios Sociales porque, "por una parte, no saben que tienen derecho a algún tipo de apoyo y, por otra, cuando hay menores, tienen miedo de que se los quiten, por este motivo debería haber dispositivos especiales". 

Sobre esto último, el Ayuntamiento de Barcelona dispone de un dispositivo específico para personas con menores a cargo en situación de infravivienda, el SISFAM, que contactó con las víctimas del incendio en septiembre de 2020 y, desde entonces, Servicios Sociales realizó 88 intervenciones con ellos.  

En este sentido, Santolino apunta que el consistorio barcelonés es "un poco el que lo hace mejor, porque le dedica más recursos y ha pensado más, pero, sobre los otros ayuntamientos del área metropolitana, en muy pocos casos tienen recursos ni voluntad política real de hacerse cargo de estas situaciones."

Situación administrativa irregular, "problema de fondo"

Santolino también afirma que la situación administrativa irregular de las víctimas del incendio de Barcelona y de muchas otras personas que viven en estas situaciones es uno de "los problemas de fondo" y señala la importancia de "facilitar el empadronamiento". 

En este sentido, la tenienta de alcaldía de Derechos Sociales de Barcelona, Laura Pérez, comentó el martes que a situación administrativa irregular de las víctimas "es el eje principal de exclusión tanto de esta familia como de otras en Barcelona", ya que, por una parte, impide "acceder a la mayor parte de las prestaciones de las administraciones", y por otra, "impide buscar trabajo" para poder acceder a una vivienda.

En cuanto al empadronamiento, Pérez explicó que en Barcelona es posible empadronarse sin domicilio fijo una fórmula que permite acceder a la tarjeta sanitaria, y que ésta era la situación de las víctimas. También dijo que no se había ofrecido una alternativa habitacional a esta familia porque la alternativa, una habitación provisional en una pensión, "era peor".

"Nadie quiere asumir esta pobreza extrema"

En definitiva, Santolino cree que estas situaciones se dan porque "nadie quiere asumir esta pobreza extrema, este barraquismo e infravivienda en pleno siglo XXI y este tipo de población absolutamente marginal. Nadie quiere, en realidad, encontrar soluciones y sólo nos fijamos cuando pasa lo que ha pasado".

Sobre esto último, lamenta que "parece que sólo nos interesa cuando mueren de una forma trágica. Sus vidas trágicas en condiciones miserables no nos suscitan interés hasta que resulta que mueren y entonces sí nos fijamos. Éste es el auténtico problema". 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento