Las mujeres cobran en España un 11% menos que los hombres: "Los trabajos precarios tienen rostro de mujer"

Imagen de una mujer trabajando en la planta de Nissan en Barcelona.
Imagen de una mujer trabajando en la planta de Nissan en Barcelona.
David Zorrakino - Europa Press - Archivo
Imagen de una mujer trabajando en la planta de Nissan en Barcelona.

Las mujeres españolas cobran un 11,1% menos que los hombres, una brecha salarial que se amplía considerablemente en ciertos sectores, como el de la ciencia y la tecnología, donde la diferencia alcanza el 18,7%. Pese a que la media es inferior a la de la Unión Europea (14,1%), los datos muestran que continuaba siendo una realidad preocupante antes de la pandemia y que, según diversas previsiones, se habría agravado precisamente a consecuencia de la crisis.

"Si bien la igualdad de remuneración entre hombres y mujeres ha estado consagrada en los tratados de la UE durante más de 60 años, no se aplica plenamente. A pesar de las mejoras en la posición de las mujeres en la vida social y profesional, las diferencias salariales siguen siendo amplias y arraigadas", aseveró este miércoles la Comisión Europea (CE) en un comunicado emitido con motivo del Día Europeo de la Igualdad Salarial que se celebra este año el 10 de noviembre.

A nivel comunitario, por cada euro que ganan los hombres, las mujeres ganan 86 céntimos. "Es una realidad. La brecha salarial esconde trabajos precarios que desgraciadamente tienen rostro de mujer", declara a 20minutos la secretaria confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de Comisiones Obreras (CC OO), Carolina Vidal.

Efecto dominó: sin conciliación y ante un 'techo de cristal'

Esta situación tiene su origen en una serie de factores que obstaculizan la igualdad salarial, según la experta. Uno de ellos es la responsabilidad del cuidado, que recae predominantemente en ellas y razón por la que trabajan con mayor frecuencia a tiempo parcial. Es lo que Vidal denomina "la parcialidad involuntaria", en referencia a la presión que sienten muchas mujeres de tener que reducir su jornada laboral ante la incapacidad de conciliar.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2020, el 22,8% de las mujeres trabajaba a tiempo parcial en España. Esto supone más del triple que los hombres, cuyo porcentaje fue en ese mismo periodo del 6,7%. La tendencia descrita por Vidal la confirman otros dos datos: las mujeres tienden a optar por trabajos con jornadas más reducidas, debido a obligaciones familiares o personales (el 7,9% de ellas frente al 1,7% de los hombres), o por el cuidado de niños o adultos enfermos (14,3% ellas frente al 2,9%).

Además, tal y como recalca la CE, a menudo trabajan en sectores peor remunerados y también en puestos más bajos dentro de cada sector. Es decir, los empleos que más ingresos producen están acaparados fundamentalmente por los hombres, y las mujeres que logran incorporarse en esos sectores, terminan cobrando -por lo general- menos.

La diferencia más amplia en cuanto a los salarios se da en el sector de la ciencia y la tecnología. Según datos de Eurostat, los profesionales científicos y técnicos cobran un 18,7% más que sus homólogas. El segundo puesto en la brecha salarial lo ocupa el sector manufacturero, cuya desigualdad entre sexos es del 17%, seguido del sector de la economía y los negocios (16,9%).

Más allá de la dificultad a la hora de conciliar y las trabas para acceder a ciertos sectores, si las mujeres logran eliminar esos obstáculos se encuentran con el llamado 'techo de cristal'; metáfora que hace referencia al bajo nivel de representación de ellas en los puestos relevantes y de responsabilidad. 

Según el Observatorio de Igualdad y Empleo, tan solo el 23% de las mujeres alcanzó puestos corporativos en la presidencia, juntas directivas y representación de la plantilla. La tasa disminuye todavía más si se tienen en cuenta las profesionales que fueron CEO, personas ejecutivas y no-ejecutivas (17%). 

Los últimos datos de paro también mostraron una mayor precariedad entre las mujeres, cuya tasa fue en el tercer trimestre de 2021 del 16%, frente al 12% de los hombres. "Esto tiene un efecto en cadena sobre sus pensiones, que también son más bajas", señala la CE en el escrito en el que destacan que la brecha europea en los ingresos por jubilación se dispara hasta el 30%.

"Progreso lento"

"El progreso en la reducción de la brecha salarial de género ha sido y sigue siendo lento", advierte la Comisión Europea. En el caso de España, la tasa de desigualdad salarial se desplomó desde el 14% registrado en 2009 hasta el 9,8% de 2013. No obstante, a partir de entonces la tendencia volvió a ser al alza y subió hasta dos puntos más para volver a descender apenas unas décimas y situarse en 2020 en 11,1%. 

Carolina Vidal señala que una de las causas es, "sin duda",  la reforma laboral del gobierno de Mariano Rajoy, en 2012. "Se produjo una devaluación muy importante de los salarios, principalmente de los más altos, que corresponden a los hombres", explica la secretaria confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CCOO. Asegura Vidal que desde la crisis de 2008 se dio un "importante empuje" de los trabajos precarios que, con la reforma laboral, lo que hizo es "igualar los salarios desde abajo". 

Desde Bruselas señalan que la solución pasa por optimizar la transparencia en las empresas púbicas y privadas, pues aseguran que no suelen serlo en cuanto al sueldo que ganan las personas trabajadoras. "Esto puede ocultar desigualdades salariales que nunca llega a conocer la propia plantilla, obstaculizando la posibilidad de reclamar diferencias salariales entre mujeres y hombres. Asimismo, el desconocimiento impide que se puedan tomar medidas para remediar la situación actual", asevera el Observatorio de Igualdad y Empleo. 

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