Las quejas vecinales por suciedad y por incivismo en las calles de Barcelona se han multiplicado en los últimos meses hasta el punto que la propia alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, tuvo que admitir que la ciudad estaba sucia.

El caso más claro de la mala gestión municipal fue el sistema de recogida de residuos ‘Puerta a Puerta’ en las calles de San Andreu de Palomar que dejó imágenes de calles llenas de bolsas de basura sin recoger, plagas de ratas y de cucarachas. Un sistema de recogida que había generado muchos problemas previamente cuando se implantó en la zona de Sarrià por el ruido ocasionado por los camiones de basura, los horarios restrictivos para bajar las bolsas y la invasión del espacio público.

A raíz de estas quejas vecinales, salieron a la luz otros casos similares en la zona de la ‘Superilla’ de Sant Antoni, en el parc Joan Miró o en los jardines de Pedralbes. A todo esto hay que añadir la falta de mantenimiento y de limpieza de calles, plazas y parques de zonas como Ciutat Vella, Horta-Guinardó o Gràcia.

Una “dejadez” de la ciudad que denuncian también los grupos de la oposición al gobierno de Colau que lamentan que “Barcelona está más sucia que nunca” y que ha generado la reacción del Ayuntamiento con la inyección de 70 millones de euros en el plan de limpieza ‘Cuidamos Barcelona’, que ya está en marcha. Además, la presión de los vecinos de Sant Andreu de Palomar ha provocado el aplazamiento de la segunda fase que estaba prevista para ampliar el sistema ‘Puerta a Puerta’ y el replanteamiento de varios aspectos que los vecinos habían denunciado.

Barcelona pone en marcha el plan especial de mejora de la limpieza de la ciudad

A pesar de todo, las nuevas medidas anunciadas se ven más como una declaración de intenciones que no un plan con clara aplicación a nivel práctico -por ejemplo, la supuesta bonificación de la nueva tasa de basura que empezó a cobrar el ayuntamiento a 2020 queda fuera del amparo jurídico, puesto que supondría una discriminación fiscal de los barceloneses-, por lo que las entidades vecinales siguen atentas y presionando para garantizar una mejora real del sistema.

Este modelo de gestión de Ada Colau en el ayuntamiento, se está expandiendo en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) -especialmente en la gestión del agua- con la complicidad del vicepresidente ejecutivo del AMB, Antonio Balmón. 

El 78,2% de la factura del agua corresponde a tasas e impuestos

Diversas administraciones públicas como el Ayuntamiento de Barcelona, el AMB o la Agencia Catalana del Agua (ACA) utilizan la factura del agua -un servicio considerado esencial- como medio recaudatorio. En este sentido, la factura del agua incluye, además de lo que se paga por el suministro de agua, varias tasas e impuestos ajenos a los servicios que presta Aigües de Barcelona.

Durante el 2020, en una factura tipo de un ciudadano de Barcelona (hogar con 3 miembros y un consumo doméstico de unos 7 m³ al mes) de un importe aproximado de 54,9€ cada 2 meses, el 78,2% (42,9 euros) corresponde a conceptos de la administración pública:

 

El detalle del recibo del agua se reparte en:

- 23,1% (12,7 euros) se destina a la Tasa por el servicio de Recogida de Residuos municipales generados en domicilios particulares (TRR), la Tasa de Alcantarillado y la Tasa de Subsuelo del Ayuntamiento de Barcelona.

- 19% (10,4 euros) se destina a la Tasa Metropolitana de Tratamiento de Residuos municipales (TMTR) del AMB.

- 13,4% (7,4 euros) se destina al Canon del agua y otros cánones de la Agencia Catalana del agua.

- 10,7% (5,9 euros) se destina a la compra de agua a ATL.

- 9,2% (5,1 euros) se destina al IVA e IRPF de la Agencia Tributaria, y a la Seguridad Social del INSS.

- 2% (1,1 euros) se destina también al AMB en concepto de Canon.

- 0,8% (0,3 euros) se destina a otros conceptos.

Hay que tener presente que la Tasa de Alcantarillado la recaudan todos los ayuntamientos, pero una persona que vive en Barcelona, además, tiene que pagar la Tasa por el servicio de Recogida de Residuos municipales generados en domicilios particulares (TRR). Esta tasa fue aprobada por el Ayuntamiento de Barcelona el año pasado, y entró en vigor el julio de 2020, en plena pandemia. La entrada en vigor de esta nueva tasa que recauda el Ayuntamiento de Barcelona, supuso un incremento de un 18% en el precio final de la factura tipo del agua.

Durante el 2020, a la ciudadanía se le facturó 618,1 millones de euros. El resultado neto desprendido de impuestos de Aigües de Barcelona al 2020 fue de 3,9 millones de euros, un 0,6% de los 618,1 millones de euros.

A ello se suma que el AMB ha aprobado este martes subir un 3% la tasa de residuos y el tributo metropolitano de Barcelona.

El AMB sube un 3% la tasa de residuos y el tributo metropolitano de Barcelona

Sentencia contraria al AMB por incumplir el servicio público de saneamiento

Otro ejemplo de la gestión es la sentencia que condena al AMB a pagar 15 millones de euros por incumplir el servicio público de saneamiento. Un nuevo revés judicial para el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y sus máximos responsables, Ada Colau, Antoni Balmon y Eloi Badia.

La sentencia 305/2021 de fecha 8 de octubre del Juzgado Contencioso-Administrativo número 8 de Barcelona da la razón en Aigües de Barcelona y a Sociedad General de Aigües de Barcelona, S.A. obligando al AMB a cumplir el contrato concesional y, en consecuencia, a pagar aproximadamente 15 millones de euros por la actividad de saneamiento en alta prestado por la compañía.

En este sentido, esta sentencia demuestra que el AMB está incumpliendo sus obligaciones legales respecto al servicio público del saneamiento poniendo en riesgo la sostenibilidad del mismo al no garantizar las aportaciones económicas necesarias para su correcta gestión por la operadora Aigües de Barcelona.

En 2018, tras varios años de incumplimientos, desde la compañía se instó a este cumplimiento contractual solicitando el importe correspondiente al periodo comprendido entre 2014 y 2017. A esta primera reclamación le siguieron otras correspondientes a las sucesivas anualidades (2018; 2019; y 2020), todavía pendientes de resolución judicial, situando la deuda total del AMB por encima de los 26 millones de euros.

Estas reclamaciones fueron denegadas por el Consejo metropolitano de 26 de junio de 2018 -bajo el liderazgo Colau, Balmón y Badia-, y ahora el Juzgado Contencioso-Administrativo número 8 de Barcelona ha revocado aquella decisión, reconociendo el exigible cumplimiento contractual por parte del AMB de sus obligaciones económicas respecto al servicio de saneamiento que presta Aigües de Barcelona, incluyendo la exigencia de abono y derecho en el cobro de la cantidad reclamada más los correspondientes intereses legales.

El AMB, al no hacer frente a sus obligaciones contractuales, pone en riesgo un servicio fundamental como es el saneamiento de aguas y su devolución al medio ambiente. Este servicio consiste a canalizar y tratar las aguas residuales de los 36 municipios del área metropolitana de Barcelona.