Concienciados frente al calentamiento global, pero pocos cambian sus hábitos: "Lo intento, pero es difícil renunciar"

  • Los ciudadanos reclaman acciones a las Administraciones, pero no apoyan las medidas que puedan suponer un cambio radical en su forma de vida, según una encuesta.
  • Los ecologistas advierten de que el calentamiento global es imparable si seguimos consumiendo de la misma manera.
Un 81% de los españoles aseguran estar muy o bastante preocupados sobre la gravedad del cambio climático, pero las cifras caen notablemente cuando se trata de apoyar medidas concretas que supongan un cambio radical en su forma de vida.
Un 81% de los españoles aseguran estar preocupados por la gravedad del cambio climático, pero no apoyan medidas que supongan un cambio radical en su forma de vida.
Jorge París
Un 81% de los españoles aseguran estar muy o bastante preocupados sobre la gravedad del cambio climático, pero las cifras caen notablemente cuando se trata de apoyar medidas concretas que supongan un cambio radical en su forma de vida.
Un 81% de los españoles aseguran estar preocupados por la gravedad del cambio climático, pero no apoyan medidas que supongan un cambio radical en su forma de vida.
Jorge París

"Intento no consumir plásticos, intentó reducir el consumo de agua, pero, por ejemplo, la ropa... Sé que son industrias que contaminan mucho, pero ahí fatal, el consumo sube", admite Sara, una madrileña de 25 años que trabaja como profesora.

Aunque confiesa que, con la pandemia, el cambio climático ha pasado a ser una cuestión secundaria para ella, sí asegura estar preocupada por el tema y dispuesta a cambiar ciertos hábitos "siempre y cuando no supongan un aumento de dinero excesivo".

Sara, una madrileña de 25 años que trabaja como profesora.
Sara, una madrileña de 25 años que trabaja como profesora.
Jorge Paris
"Intento no consumir plásticos, intentó reducir el consumo de agua, pero, por ejemplo, la ropa... Sé que son industrias que contaminan mucho, pero ahí fatal, el consumo sube"

Su posicionamiento, declaradamente concienciada sobre la gravedad del cambio climático, pero también poco dispuesta a renunciar a sus pautas de consumo, es el más extendido entre la sociedad española, según una encuesta realizada en varios países de Europa por la empresa británica YouGov.

Un 81% de los españoles aseguran estar muy o bastante preocupados sobre la gravedad del cambio climático, pero las cifras caen notablemente cuando se trata de apoyar medidas concretas que supongan un cambio radical en su forma de vida.

Contra impuestos que graven el consumo

Solo un 15% apoyarían, por ejemplo, un impuesto que grave y trate de reducir el consumo de carne, tal y como recomendó la ONU por las emisiones de gases contaminantes asociados a su producción, frente a un 64% que es opone.

"Hay muchas otras cosas en las que es más fácil aumentar los precios que la carne, que es consumo básico para las personas. Lo que tendrían que ver es la forma de criar a los animales para que no contaminen tanto", declara Javier, un vigilante de 33 años que se muestra "muy preocupado" por el cambio climático "porque es algo que es imparable prácticamente y los gobiernos no están tomándoselo en serio".

Javier es un vigilante de 33 años que se muestra “muy preocupado” por el cambio climático.
Javier es un vigilante de 33 años que se muestra “muy preocupado” por el cambio climático.
Jorge Paris
"Hay muchas otras cosas en las que es más fácil aumentar los precios que la carne, que es consumo básico para las personas"

Otro impuesto que plantea la encuesta es sobre vuelos comerciales, responsables de entre un 2% y un 6% del total mundial de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, según diversos estudios. Un 40% se muestra en contra frente a un 29% que lo ve con buenos ojos.

"Yo creo que las mercancías hacen incluso más daño que los vuelos comerciales, aunque todo suma, pero los viajes de esos barcos viajando con esos contenedores que pedimos a través de plataformas que dicen tener de todo, eso es horroroso", declara Inmaculada, de 60 años, que al ser preguntada si, con todo, ella compra productos en esas plataformas admite: "No te voy a decir que no, siempre se pide algo, pero procuro comprar en el negocio de cercanía".

Uso del vehículo privado

La incoherencia que refleja la encuesta es uno de los grandes obstáculos que presenta la lucha contra el cambio climático, que, según defienden los grupos ecologistas, debe ir vinculada a un cambio en las formas de consumo.

"No es posible revertir el cambio climático manteniendo los mismos niveles de consumo", declara Javier Andaluz, coordinador de clima y energía de Ecologistas en Acción. "Sabemos que el problema del cambio climático no es solo un problema tecnológico sino de la cantidad de energía que necesitamos para abastecer el sistema de consumo, que no es sostenible en términos planetarios".

Inmaculada, de 60 años, procura comprar en el negocio de cercanía.
Inmaculada, de 60 años, procura comprar en el negocio de cercanía.
Jorge Paris
"Yo creo que las mercancías hacen incluso más daño que los vuelos comerciales, esos barcos viajando con esos contenedores que pedimos a través de plataformas que dicen tener de todo"

El uso del vehículo privado es el paradigma de una parte contaminante de nuestras rutinas a la que la industria está logrando encontrar una alternativa verde que mantenga intactos los usos actuales. La implantación del coche eléctrico está siendo, sin embargo, más lenta de lo esperado y la población no parece muy entusiasta a la aprobación de medidas que la aceleren. Con todo, un 40% de españoles se muestran a favor de que se prohíba la venta de coches de gasolina a partir de 2030, frente un 32% que se opone.

"No creo que eso sea el problema con lo eficientes que son los coches hoy en día", declara José Luis, de 50 años. "Creo que el tema de la industria, los aviones y los barcos son bastante más dañinos que los vehículos y máxime ahora que se está renovando el parque. Si hubiera una alternativa probablemente reduciría el uso del coche, pero lo que pasa es que yo lo utilizo también bastante como ocio y es difícil renunciar a eso".

José Luis, de 50 años, cree que "la industria, los aviones y los barcos son bastante más dañinos que los vehículos privados".
José Luis, de 50 años, cree que "la industria, los aviones y los barcos son bastante más dañinos que los vehículos privados".
Jorge Paris
"Si hubiera una alternativa probablemente reduciría el uso del coche, pero lo que pasa es que yo lo utilizo también bastante como ocio y es difícil renunciar a eso"

Mejores servicios públicos

La responsabilidad individual no es, en cualquier caso, el único elemento diferencial en la lucha contra el cambio climático. Tanto los ciudadanos como las organizaciones ecologistas señalan la falta de alternativas generadas tanto por el Estado como por el sector privado a algunos de los hábitos más contaminantes que tenemos como sociedad.

"Esto tiene dos caras, es obvio que a mucha gente le resulta difícil hacer cambios importantes en sus hábitos, pero esto es un problema sistémico y no hay alternativa en muchos de los sectores", explica Andaluz, de Ecologistas en Acción. "El avión compite con el tren y mientras las línea aéreas crecen las ferroviarias se recortan".

Para Inmaculada, lo importante es que se fomenten "unos servicios públicos mucho más eficientes" que permitan, especialmente en lo referente a la movilidad, elegir alternativas más sostenibles. "Si tú vives en un entorno en el que para desplazarte en transporte público necesitas esperar una hora, no lo haces. Primero hay que dar una alternativa, luego ya después hacemos impuestos y gravamos a la gente con todo lo que sea, pero primero hay que dar alternativas y soluciones".

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