El FMI estima que España llegará a 2026 con el tercer déficit más alto de todas las economías avanzadas del mundo

Billetes de euro.
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Lukasz Radziejewski de Pexels.
Billetes de euro.

Las políticas para hacer frente a la crisis causada por el coronavirus han llevado a países de todo el mundo a disparar el gasto público mientras que la pandemia disminuía la recaudación fiscal, un fenómeno que ha disparado los déficits presupuestarios globales. Sin embargo, en pocos economías desarrolladas el desequilibrio en las cuentas públicas será tan acusado y duradero como el que se proyecta para España, que será el tercer país con un mayor desequilibrio entre las economías avanzadas.

Al menos así se desprende de las últimas proyecciones que recoge el monitor fiscal del Fondo Monetario Internacional (FMI), que se han hecho públicas este miércoles. El martes, la institución ya publicó sus proyecciones macroeconómicas que recortaban hasta el 5,7% el crecimiento de la economía española previsto para 2021, un resultado ocho décimas inferior al proyectado por el Gobierno en su cuadro macroeconómico para los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022. 

Así, el FMI estima que, en promedio, el déficit nacional de España se situará en el 6% entre 2020 y 2026, un desequilibrio presupuestario negativo siete décimas superior a la media de todas las economías desarrolladas. Dentro de este grupo de países ricos, el desajuste entre ingresos y gastos solo sería superior en Estados Unidos (7,7%) y el Reino Unido (6,1%), mientras que en la Unión Europea (UE) el déficit de España sería el más elevado del club junto al de Malta (6%), y quedaría por encima de los previstos para Bélgica (5,7%), Francia (5,3%), Italia (5,1%) o Alemania (1,8%).

Las proyecciones fiscales del FMI vuelven a ser considerablemente más pesimistas que las elaboradas por el Gobierno de cara a los Presupuestos de 2022, especialmente a partir de 2023. Ambos pronósticos coinciden en el escenario del presente año y del próximo, pero discrepan con lo que ocurrirá a partir de 2023. Así, mientras que el Ejecutivo sostiene que el déficit caerá hasta el 4% en 2023 y se reducirá hasta el 3,2% en 2024, el FMI apunta a una reducción mucho más modesta: del 4,4% en 2023 y del 4,2% en 2024. El cálculo de esta institución financiera prevé que para 2025 y 2026 el desequilibrio sea del 4,2 y el 4,3% respectivamente, un horizonte para el que el Gobierno no aporta todavía datos, pero que implicaría que el déficit no se reduciría entre 2023 y 2026.

Las previsiones de déficit presupuestario no son una cuestión baladí. Hasta que estalló la crisis del coronavirus, la Unión Europea exigía a los Estados miembros mantener un déficit anual por debajo del 3%. En caso de incumplimientos, la Comisión Europea puede activar el Protocolo de Déficit Excesivo, una norma que exige a los países díscolos presentar un plan con medidas y políticas de ajuste para reducir el déficit junto con los plazos en que se aplicarán. Si los afectados se niegan pueden enfrentarse a sanciones.

Sin embargo, tras la llegada de la pandemia a Europa en marzo de 2020, la Comisión Europea activó la denominada cláusula general de escape y suspendió las reglas fiscales para que los Estados pudieran gastar más en medidas y políticas para hacer frente a la crisis del coronavirus. El pasado junio, la UE propuso formalmente prolongar esa suspensión al menos hasta 2023, año en que se espera que los países miembros hayan recuperado los niveles de PIB prepandemia.

Si las reglas fiscales se reactivaran en 2023 todavía habría siete países que incumplirían la exigencia del 3% en ese ejercicio, según los cálculos del FMI. Se trata de República Checa (4,8%), Malta (4,7%), Bélgica (4,6%), España (4,4%), Francia (3,9%), Italia (3,5%) y Eslovaquia (3%). Incluso en 2026 todavía habría tres Estados europeos con un desequilibrio presupuestario negativo superior al 3% que exigen las reglas fiscales: Bélgica (5%), España (4,3%) y Francia (3,4%).

Una deuda superior al 115% del PIB al menos hasta 2026

La discrepancia entre las estimaciones del Gobierno y las del FMI también se trasladan a las previsiones de deuda pública. En los Presupuestos, el Ejecutivo proyecta unos niveles de deuda pública respecto al PIB del 119,5% para 2021 y del 115,1% para el año próximo. Sin embargo, los cálculos del FMI elevan la ratio al 120,2% este año y la rebajan al 116,4% el siguiente.

Y al igual que ocurre con el déficit, la institución financiera sostiene que la deuda pública se estancará en cifras muy superiores al nivel prepandemia todavía en 2026. Para 2023 el FMI proyecta una deuda del 116,2%, que crecería al 116,3% en 2024, repuntaría al 116,8% en 2025 y alcanzaría un 117,5% del PIB en 2026, todavía 22 puntos por encima de lo registrado en 2019 (95,5%). El nivel de deuda máximo exigido por la UE en condiciones fiscales normales es del 60% del PIB, una premisa España ha incumplido sistemáticamente desde el estallido de la gran recesión en 2008.

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