Las enigmáticas palabras de Pauline Ducruet, hija de Estefanía de Mónaco, sobre el estado de salud de Charlène

Pauline Ducruet, hija de Estefanía de Mónaco, en 2020.
Pauline Ducruet, hija de Estefanía de Mónaco, en 2020.
Niviere David/Abacapress.com/GTRES
Pauline Ducruet, hija de Estefanía de Mónaco, en 2020.

Es la decimosexta en la línea de sucesión al trono monegasco, hija de Estefanía de Mónaco y su tormentosa relación con el guardaespaldas Daniel Ducruet. Pauline nunca ha estado del todo ligada a la familia por no estar en el foco mediático, por eso se ha atrevido a hablar sobre la polémica demasiado larga de Charlène, la esposa de su tío Alberto de Mónaco, quien lleva varios meses en Sudáfrica bajo fuertes rumores de divorcio.

Ahora Pauline Ducruet ha concedido una entrevista al periódico británico The Telegraph en la que no ha tenido reparos en repasar tanto los aspectos más desconocidos de su infancia (ella vivió varios años en una caravana de circo, no en un palacio) como la actualidad de su familia materna.

La joven de 27 años vivió cuando era muy pequeña su primer caso mediático: cuando su padre fue sorprendido con otra mujer en Villefranche-sur-Mer, algo que no quitó que su relación con sus padres fuera buena e incluso entre ellos no pasara a mayores: "Mientras crecía, mi madre y mi padre eran muy cercanos. A pesar de que se divorciaron pronto, siempre se centraron en que nos criáramos [ella y su hermanos mayor, Louis] con dos padres. Mi padre fue quien sacó de mí mi lado más duro: si estaba con él y mis hermanos [el otro es Michael, hijo de Daniel Ducruet y Martine Malbouvier], quería hacer lo mismo que ellos. Si ellos me decían 'Eres una niña, y demasiado joven", yo contestaba que me dejaran demostrárselo".

Su madre más tarde comenzó a salir con otro guardaespaldas, Jean Raymond Gottlieb (con quien tuvo a Camille) y más tarde inició un romance con  el domador de elefantes Franco Knie. Y se marcharon al circo: "Fue interesante y estaba con animales todo el tiempo. Convivía con niños de todo el mundo y teníamos nuestro propio y pequeño idioma. Fue una etapa de libertad pura que no creo que muchos niños puedan tener".

Eso y el regreso a la vida palaciega ("Fue increíble estar tan arriba y abajo. Todo eso fortalece tu carácter. Entiendo que mi educación fue inusual y lo aprecio") han hecho que sepa lo que es tanto ser el centro de los focos como pasar del foco mediático. Por tanto, la diseñadora de moda sabe lo que tiene que estar pasando Charlène, si bien sus palabras no despejan ninguna duda, sino que crean más interrogantes, todo lo contrario que las de Christa Mayrhofer-Dukor, prima de Grace Kelly y tía de Alberto, o las de Nicole Coste, madre del hijo del príncipe.

Para Pauline, da lo mismo lo que se diga de puertas para afuera, porque lo importante es que quienes están cerca sepan la verdad. "Sé lo que está pasando, así que no necesito buscar en las revistas para saber qué se está cociendo. Cada vez que el centro de atención está en la familia, sé para qué sirve, así que ya no es sorprendente", ha dicho, enigmáticamente, sobre Charlène de Mónaco y su estancia de varios meses en Sudáfrica a raíz de una infección que le han obligado a permanecer allí (según la versión oficial).

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