El debate de las pensiones está siendo uno de los más tensos en el seno del Gobierno y el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, lleva meses en el foco por los planteamientos que viene haciendo para una reforma que, en todo caso, se está demorando en el tiempo y cuyos aspectos más relevantes no se abordarán hasta el año que viene, precisamente para evitar choques tanto dentro del Ejecutivo como con el resto de fuerzas políticas.

Escrivá rectifica sus palabras a favor de trabajar hasta los 75 años tras el rechazo de PSOE, Podemos y la oposición

El último anuncio de Escrivá encendió de nuevo las alarmas. El titular aseguró que "hace falta un cambio cultural en España" para seguir la tendencia europea de trabajar cada vez más entre los 55 y los 70 o 75 años. Pocas horas después tuvo que rectificar porque incluso fue desautorizado por el propio PSOE y recibió duras críticas por parte de la oposición. Vox incluso le calificó de "caradura".

¿Cuál es la situación actual de las pensiones en España?

En 2021, la edad de jubilación se queda en 65 años si se han cotizado 37 años y tres meses o más, y 66 años si se han cotizado menos de 37 años y tres meses. Y para 2027, el objetivo es que en 2027 los trabajadores con 38 años y seis meses trabajados o más tengan una edad de jubilación de 67 años. En este sentido, el objetivo del Gobierno es aumentarla para, dicen, igualarse con otros países europeos. 

En julio de este mismo año el propio Escrivá aseguró la puesta en marcha de un nuevo mecanismo de equidad intergeneracional supondrá para la generación del "baby boom" (nacidos desde finales de 1950 a mediados de 1970) "un pequeño ajuste en su pensión". En este sentido, explicó que esta generación, "baby boomers", es "más ancha" y deberá asumir "algo del esfuerzo que hay que hacer de moderación del gasto en pensiones durante un periodo concreto de tiempo".

Para ello, plantea que podrán "elegir entre varias opciones: una puede ser un pequeño ajuste en su pensión, que sería muy moderado, o alternativamente podrían trabajar un poco más". Para Escrivá, España "no tiene un problema agudo de pensiones", sino "un problema coyuntural" para afrontar el incremento del gasto que supondrá la jubilación de esta generación, ya que después se corregirá solo.

¿Qué ha dicho ahora Escrivá?

El ministro dejó caer que habría que trabajar hasta los 75 para que el sistema fuera sostenible, pero posteriormente rectificó. "En ningún caso planteo la necesidad de trabajar hasta los 75 años como algunos sugieren, sino fomentar medidas que contribuyan a cambiar la mentalidad de las empresas para que no expulsen a trabajadores del mercado laboral a partir de los 55 años, desperdiciando su experiencia", señaló el ministro.

Así, ha abogado, tal y como recoge el proyecto de ley que está en trámite parlamentario, por incentivar la jubilación demorada para que aquellos que así lo desean puedan trabajar más allá de la edad ordinaria de jubilación. "Lo que más refuerza la sostenibilidad del sistema es acercar la edad efectiva (64 años y medio actualmente) a la ordinaria de jubilación (66 años en 2021)", expresó en su momento Escrivá. 

¿Qué más medidas se han propuesto hasta ahora?

A lo largo de los últimos meses se han propuesto desde el Gobierno numerosas medidas, explicadas por Escrivá hace varias semanas en el Congreso y muchas de ellas pendientes todavía de negociar con los agentes sociales. Por ejemplo, el ministro abrió la opción de que con la reforma de las pensiones se intentaran limitar las prejubilaciones más anticipadas con respecto a la edad legal de retiro y, además, se promoverá que quienes así lo decidan puedan seguir trabajando después de los 67 años entregándoles bonus de hasta 12.000 euros.

Uno de los principales objetivos de Seguridad Social es "alinear la edad legal de jubilación" con la "efectiva" porque el nivel de población activa en España es menor al de la UE a partir de los 55 años. De hecho, Escrivá criticó insistentemente la "filosofía" que, dijo, no da "prioridad" en España a que los trabajadores que quieran puedan retrasar su edad de retiro.

Ya en su momento, Escrivá propuso además elevar de 25 a 35 años el tiempo de carrera laboral que se utiliza para calcular la cuantía de la pensión. Pero Unidas Podemos rechazó frontalmente una medida que supondría, según el socio de la coalición, a efectos prácticos, una rebaja de la prestación para muchos de los futuros jubilados.

¿Ventajas para empresas?

Durante las negociaciones, Escrivá puso sobre la mesa la posibilidad de dar incentivos a las empresas que no despidan a los más veteranos. En todo caso, la CEOE no apoyó en ningún momento al cien por cien los cambios planteados por el Gobierno en este sentido. Además, el Ejecutivo también abrió la posibilidad de que los convenios de empresa que incluyen cláusulas de jubilación forzosa demoren en un año el límite en el que estarían capacitados para prescindir de estos puestos de trabajo cercanos al retiro.