Los presidentes de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, y de la de Cataluña, Pere Aragonès, han escenificado este miércoles, en una reunión en València, una vuelta paulatina a la normalidad institucional en las relaciones entre los gobiernos de ambas comunidades, interrumpidas tras el procés independentista y que ya en las décadas precedentes habían pasado por etapas de dificultad e incomunicación. Puig ha definido el nuevo escenario como "un corredor de intereses compartidos" en ámbitos como la economía, el medio ambiente, la gestión de los fondos europeos, la sanidad, la cultura o el audiovisual, en el que, si bien cada comunidad tiene proyectos políticos diferentes, comparten el diagnóstico de la infrafinanciación autonómica y la fiscalidad y es ese el camino que quieren recorrer.

Esta voluntad de cooperación se ha traducido en la creación de un grupo de trabajo estable, que comenzará a trabajar en los próximos días, para la gestión de los fondos europeos de recuperación, ya que la "superación de la pandemia y la recuperación económica y social" son el objetivo principal, según ha manifestado el jefe del Consell valenciano.

Ambas comunidades limítrofes tienen intereses comunes. Por ejemplo, Cataluña es el primer cliente y proveedor de la Comunitat Valenciana y más de 60.000 ciudadanos de cada comunidad residen en la vecina. "Queremos hacer normal lo que es normal entre nuestras sociedades, sin el alejamiento institucional de los últimos años", ha explicado Puig. "Es hora de los puentes y de las soluciones, de tejer alianzas desde la normalidad institucional y desde la autonomía de cada gobierno", ha añadido el president valenciano.

Entre los puntos acordados en el encuentro de este miércoles en el Palau de la Generalitat figuran la defensa ante el Gobierno de España de la transferencia de más fondos, mecanismos de cooperación basados en consorcios empresariales para los PERTE en materias como la automoción, la salud o la agroalimentación, el establecimiento de alianzas para el hidrógeno verde y la cooperación ambiental en espacios como la Albufera y el Delta del Ebro.

Otros ámbitos de cooperación que también van a explorar ambos gobiernos autonómicos tienen que ver con la salud mental, "una preocupación compartida tras el impacto de la pandemia" de Covid, el impulso a la defensa del Corredor Mediterráneo ferroviario de mercancías, la necesidad de una financiación justa y la intensificación de los lazos culturales, entre los que han citado la posibilidad de establecer la reciprocidad de las radiotelevisiones públicas autonómicas a través de sus plataformas digitales ante las dificultades técnicas analógicas.

GVA

Sobre la infrafinanciación, Aragonès ha coincidido con Puig en el diagnóstico y ha dicho que "se ha de revertir", pero ha manifestado que ambos territorios tienen "propuestas políticas diferentes" que "responden a la voluntad expresada en las urnas". En este punto, ha dicho que la propuesta catalana pasa por la bilateralidad con el Gobierno central a través de la Mesa de Diálogo que comienza sus trabajos la semana que viene, aunque eso no significa que Cataluña y la Comunitat Valenciana no puedan avanzar en otros aspectos. En este punto ha puesto como ejemplo la reivindicación conjunta de que los fondos Covid se prolonguen en 2022 para compensar el gasto en los sistemas de salud autonómicos que está suponiendo la gestión de la pandemia.

"El Gobierno de Cataluña refleja la mayoría independentista del Parlament, y la de Les Corts Valencianes es la que es. Pero sí hay espacios para actuar conjuntamente", ha añadido. Aragonès también ha afirmado que comparte la visión de Puig sobre la fiscalidad (el llamado dumping fiscal de Madrid), sobre todo en las rentas del capital, y sobre el efecto capitalidad.

"Ningún frente" por la financiación

En este punto, Ximo Puig ha matizado que no propone "ningún frente" en materia de financiación autonómica, sino que se trata "de ir sumando" y de "tejer alianzas para ir avanzando".

En opinión del jefe del Ejecutivo catalán, las relaciones entre ambos territorios "han de pasar a ser de alta velocidad" y deben estar basadas "en el respeto mutuo, con proyectos diferentes, pero con lazos compartidos" e intereses compartidos que permitan a sus ciudadanos "avanzar en prosperidad".