'Influencers' 2.0: cuando las redes se dedican a promover el amor propio

Los creadores de contenido buscan cada vez más aportar autoestima.
Los creadores de contenido buscan cada vez más aportar autoestima.
UNSPLASH
Los creadores de contenido buscan cada vez más aportar autoestima.

Hace no mucho, las redes sociales era un entorno considerablemente dañino para la autoestima de los usuarios. Los cuerpos digitalmente "perfectos" de los influencers y los filtros de Instagram que distorsionan por completo las facciones para ajustarse a los cánones de belleza imposibles hacían de plataformas como Instagram un ambiente bastante tóxico. 

Varios estudios, como el publicado recientemente en Journal of Negative and No Positive Results, señalan una correlación entre el uso de las redes sociales y el riesgo de padecer trastornos de la conducta alimentaria en jóvenes, pudiendo desarrollar anorexia, bulimia u ortorexia, además de generar rechazo y miedo a tener un cuerpo que no sea delgado.

Sin embargo, cada vez son más las usuarias que se rebelan contra este mal uso de las redes sociales y deciden crear un espacio seguro y positivo en el que, en lugar de promover el culto al cuerpo canónico, buscan crear una buena relación con el ejercicio, la comida y el amor propio, alimentando la autoestima de sus seguidores y rechazando la "cultura de la dieta".

Desde el altavoz que les proporcionan las redes sociales, estas influencers 2.0 desmienten las mentiras que solemos ver por Instagram, mostrando cuál es la realidad y haciendo ver que no existe solamente un tipo de cuerpo válido.

Esta nueva revolución comenzó con el movimiento body positive, en el que mujeres que superaban la talla XL enseñaban que sus cuerpos también merecen ser amados y respetados. Sin embargo, había otro tipo de cuerpo que no se veía representado por este movimiento y tampoco encajaba entre los más delgados: la talla media.

Este sector ha sido criticado por no entrar en una talla 36 y no se sentía identificado por el movimiento curvy. Sin embargo, bajo el hashtag #midsize de TikTok, mujeres desde la talla 38 a la 44 instan a aceptar sus cuerpos y encontrar un espacio en el que sentirse representadas.

Tras este revisionismo del body positive, nace el body neutrality, donde ya no se piensa que todos los cuerpos son bellos, sino que todos son válidos. De este nuevo movimiento participan todo tipo de personas, de delgadas a gordas, altas, bajitas, con acné, estrías, celulitis o vello. Según el body neutrality, todo el mundo merece vivir sin odiar su cuerpo.

"Cuando te quieres, a menudo a la gente no le gusta, especialmente cuando tu cuerpo no está visto como el 'ideal'. Cuando las personas no se gustan a ellas mismas, lo proyectan. No es mi problema si no te gusta mi confianza, ese es tu problema", explica Emily, también conocida como imnotbunny en TikTok.

El body neutrality también va ligado a una buena relación con el ejercicio explicando que debe realizarse con el fin de tener una vida más sana y disfrutar de él, no verlo como un castigo hacia el cuerpo por no ser delgado y practicarlo únicamente para entrar en determinado canon estético.

Ligado a esto, también busca abandonar la "cultura de la dieta", en la que se otorgan valores morales a los alimentos o se ponen grandes restricciones a ciertos grupos, lo que acaba desencadenando una mala relación con la comida y trastornos de la conducta alimenticia.

Muchos dietistas han abrazado esta nueva corriente y han dado el salto a las redes sociales, enseñando a la gente que su trabajo no es hacer adelgazar a una persona, sino enseñar a alimentarse correctamente y llevar una dieta sana y equilibrada. A su vez, también muestran toda la gordofobia que tenemos interiorizada y nos ayudan a vencer el estigma del peso. Un ejemplo de ello son las nutricionistas Stefy Fernandez y Victoria Lozada, conocidas como stefyactiva y nutritionisthenewblack en TikTok e Instagram, que además tienen un podcast llamado Esto es nutrición.

Mientras que otros países como Noruega prohíbe a los influencers retocar sus fotografías sin avisarlo en la publicación, en China dan un paso más allá y el desarrollador Jesse Zhang ha creado la influencer "imperfecta".

Se trata de Angie, una influencer que no tiene una piel perfecta, no está bronceada, no posa con ropa de diseñador, no camina por la pasarela ni promociona nuevas canciones. En su lugar, podemos verla con acné, camisetas blancas sencillas, bebe Coca-Cola y bosteza delante de la pantalla. Su personalidad realista está arrasando en Douyin -la versión china de TikTok-, donde ha acumulado más de 280.000 seguidores hasta la fecha.

Angie nació gracias a la idea de fomentar un entorno más agradable en las redes sociales, donde las personas pudieran relajarse y sentirse más positivas consigo mismas. "La razón por la que me gusta es que Angie es porque es más realista que muchas personas que son reales. Ella le da al mundo vertiginoso un toque de belleza", dijo a la CNN uno de sus seguidores, Xiao Qi.

Aunque todavía quedan personas que disfrutan criticando el físico de los demás tras una pantalla o celebridades que promocionan batidos laxantes para adelgazar por sus redes sociales, cada vez son más personas las que recurren a ellas para encontrar una comunidad en la que puedan aprender a aceptar su cuerpo e imagen, sin esperar a tener un físico determinado para empezar a vivir la vida que siempre han deseado.

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