El teletrabajo se desinfla con la "normalidad": su uso cae casi a la mitad respecto a 2020

  • Más de la mitad de trabajadores cree que su salud empeoró durante la pandemia.
  • El 7,2% de los empleados afirma haber ido a trabajar con síntomas del Covid.
A no ser que seas tú la persona que va a hablar, es muy recomendable que dejes silenciado el micrófono, para no molestar a los asistentes con el ruido que pueda haber. Actívalo solo cuando vayas a aportar algo. Lo mismo para la cámara.
La caída del teletrabajo ha sido más acusada en los puestos de dirección.
Pixabay/Pexels
A no ser que seas tú la persona que va a hablar, es muy recomendable que dejes silenciado el micrófono, para no molestar a los asistentes con el ruido que pueda haber. Actívalo solo cuando vayas a aportar algo. Lo mismo para la cámara.

El teletrabajo se desinfla con la llegada (o casi) de la "normalidad": el número de empleados que realizan su trabajo desde el hogar cae este año casi a la mitad respecto a 2020. El uso del teletrabajo en las empresas o instituciones ha descendido en 2021 prácticamente a la mitad en comparación con el de 2020, hasta un 17,2%.

Así lo señala el estudio 'Condiciones de trabajo y salud tras un año de pandemia', elaborada por Istas-CCOO y la Universitat Autònoma de Barcelona. Así, continúa habiendo grandes diferencias entre el uso del teletrabajo en puestos manuales (2,9%) y no manuales (31,6%), siendo los trabajadores en puestos no manuales los que con más frecuencia teletrabajan, aunque la reducción del teletrabajo entre éstos ha sido importante.

Además, la disminución del teletrabajo ha sido más acusada entre los puestos de dirección (20,1% teletrabajan en 2021 frente al 64% en 2020) y los puestos científicos y técnicos (30,5% teletrabajan en 2021 frente al 66,2% en 2020) y menos entre los puestos de apoyo técnico (32% en 2021) y los puestos administrativos (35,6% en 2021), prácticamente igualándose en su utilización.

Entre los participantes que declaran estar acudiendo a trabajar habitualmente a la empresa, el 7,2% afirma haberlo hecho en algún momento de las últimas cuatro semanas con síntomas como fiebre, tos, dificultad respiratoria o malestar general. Esta cifra es un poco superior entre jóvenes (11,6%) y entre quienes su salario no cubre las necesidades básicas (10,6%).

Empeoramiento general de la salud

Atendiendo a las ocupaciones seleccionadas en esta edición de la encuesta, se observa que esta situación es más prevalente entre las y los que ocupan puestos de camareros, ayudantes de cocina, preparadores de comida rápida y trabajadores en tiendas de alimentación, con porcentajes por encima del 10%.

El 52,7% de los asalariados considera que su salud en general empeoró en el último año, ante el impacto de la pandemia, lo que supone un incremento de 16 puntos porcentuales respecto a 2020

"Sigue aumentando el riesgo de tener problemas de salud mental, superando el 60%"

"Más de la mitad de los asalariados perciben un empeoramiento en su estado de salud. Sigue aumentando el riesgo de tener problemas de salud mental, superando el 60%", explica Albert Navarro, experto que participó en la confección del estudio.

Igual que en el año anterior, el empeoramiento de la salud es más prevalente entre las mujeres (57,2%) que entre los hombres (48,8%) y en ambos casos aumenta respecto al 2020. El informe refleja que el 23,9% de los trabajadores ha afirmado que en el último mes ha consumido tranquilizantes, una cifra algo superior al 21,5% que lo confirmaba en la encuesta del año pasado.

La inseguridad frente al empleo se mantiene

Según se expone en el estudio, un 41,9% de la población está preocupada por perder el empleo, el 61,9% de los y las trabajadoras están preocupadas por la disminución de sus salarios (un 8% menos que en 2020), y tres de cada cuatro (75,2%) manifiestan su preocupación por la dificultad de encontrar un nuevo empleo en caso de quedarse en paro.

El 45,8% de la población asalariada residente en España está en situación de alta tensión

Al igual que ocurría en 2020 la inseguridad laboral es más elevada entre aquellas personas cuyo salario no cubre las necesidades básicas y por tanto son más dependientes económicamente. Otro dato que ratifica la precaria situación de la población asalariada es la alta tensión, es decir, se tiene más trabajo del que se puede hacer en la jornada laboral estipulada.

Como comparativa, en la tercera Encuesta de Riesgos Psicosociales de ISTAS-CCOO, realizada en el año 2016 se estimó que un 22,3% de la población asalariada residente en España estaba en situación de alta tensión, mientras que en los resultados de la encuesta de este año este porcentaje prácticamente se duplica alcanzando el 45,8%.

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