Un informe descarta daños estructurales en el edificio que explotó en calle Toledo, cuya rehabilitación empezará en 2022

Se han realizado pruebas de daños estructurales que dilucidarán si hay que demoler alguna planta, el edificio entero o si se puede aprovechar la estructura. Según los cálculos de la parroquia, en un año podrán empezar a reconstruir y en dos años y medio o tres, el edificio podrá estar de nuevo en funcionamiento.
Según los cálculos de la parroquia, en un año podrán empezar a reconstruir y en dos años y medio o tres, el edificio podrá estar de nuevo en funcionamiento.
Jorge Paris
Se han realizado pruebas de daños estructurales que dilucidarán si hay que demoler alguna planta, el edificio entero o si se puede aprovechar la estructura. Según los cálculos de la parroquia, en un año podrán empezar a reconstruir y en dos años y medio o tres, el edificio podrá estar de nuevo en funcionamiento.

Un informe técnico preliminar solicitado por la parroquia de la Virgen de la Paloma descarta daños estructurales en el edificio de su propiedad que explotó por un escape de gas el 20 de enero, en el que murieron cuatro personas y varias más resultaron heridas.

El objetivo del informe era evaluar el estado de la estructura existente y de poder establecer la capacidad resistente de los diferentes elementos estructurales. El estudio, concluye que en las inspecciones visuales realizadas no se ha observado, en ninguno de los elementos, indicios de que la explosión y el posterior incendio hayan afectado a los elementos estructurales. Las pruebas técnicas han corroborado idéntica observación.

La resistencia del hormigón, en general, ha resultado ser superior a la del proyecto. Lo mismo ocurre con el acero y con los demás elementos: están más reforzados de lo que era estrictamente necesario. Por ejemplo, se ha comprobado en las escaleras. "En todos los casos, la armadura dispuesta es superior a la estrictamente necesaria", indican.

El informe aclara también que pese a la fuerte deflagración, "todos los elementos están correctamente dimensionados a flexión. "Claramente, la armadura de flexión de los forjados está correctamente dimensionada para resistir los esfuerzos solicitantes", apuntan.

En algún caso, y debido al incendio, se deberá realizar alguna reparación (planta baja), "pero no se trata de una situación generalizada", describe el estudio, por lo que se descartan daños estructurales.

Así las cosas, la parroquia no optará por derribar el edificio de la calle Toledo, sino por rehabilitarlo. Aunque no pueden dar fechas precisas todavía, porque dependerá del proyecto que finalmente se apruebe de reconstrucción, su objetivo es empezar las obras en 2022 y concluirlas, a ser posible, antes de 2025, según estimaciones orientativas de los estudios de arquitectura consultados por la propiedad.

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