La investigación sobre la reconstrucción de los últimos momentos de los reporteros españoles David Beriain y Roberto Fraile, asesinados en Burkina Faso hace un mes, gracias a los testimonios de los supervivientes, revela el triste final al que se enfrentaron, junto al irlandés Rory Young. Al caer Fraile malherido, Beriain y Young se negaron a dejarle abandonado y permanecieron junto a él. A la mañana siguiente fueron hallados los tres cuerpos sin vida, ejecutados. 

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Según los datos del informe, revelado este miércoles por El País, los dos periodistas que se encontraban grabando un documental sobre la caza furtiva en Burkina Faso, se dirigieron junto a una patrulla de unos 30 efectivos a la región más al sureste del país, una zona frecuentada en ocasiones por grupos terroristas y bandas criminales.  

Uno de los soldados que iba con ellos aquella mañana contó a la corresponsal de Ouest-France, según recoge El País, que en su camino encontraron un campamento con la bandera de Al Qaeda y fue allí donde se inició el combate. A este testimonio se suma el de un miembro de la ONG del irlandés que iba con ellos, que también iba junto a la patrulla y que logró sobrevivir. Cuenta que los burkineses tuvieron que retirarse dado que escaseaba su munición. 

Beriain, Fraile y Young se bajaron del vehículo en el que iban y, según los testigos supervivientes, Fraile estaba gravemente herido, por lo que tanto Beriain como el irlandés decidieron quedarse con él, acompañándolo, y no dejarlo atrás, desoyendo las advertencias de los militares burkineses. No fue hasta el día siguiente cuando, tras una intensa búsqueda con helicópteros, el ejército del país consiguió dar con los cuerpos sin vida de los tres occidentales, que habían sido ejecutados. 

Un mes más tarde, se desconoce si los cadáveres se encontraban en el lugar en el que fallecieron, o si los yihadistas los llevaron con ellos, y tampoco hay noticias de que hayan capturado a los implicados en su asesinato.