Después de más de un siglo declarados en extinción, Luis Freijales, autobusero de profesión y enamorado de los linces, ha conseguido recuperar al lince boreal, gracias al nacimiento de tres crías en la localidad asturiana de Cangas del Narcea.

Freijales trajo hace un tiempo de Alemania una pareja de esta especie para "probar". Según reconoce, tras soltarlos "tuvieron una amistad y luego tuvieron un idilio de amor", del que nacieron tres crías.

Dos de las crías tuvieron que ser rescatadas, ya que el macho intentó atacarlas, "la intención del macho era ir a por ellas", asegura Freijales. Además, una de ellas ha muerto, una pequeña hembra llamada "Inga", en lo que sospecha que ha sido una infección vírica, ya que son animales muy delicados.

Ahora los animales serán cuidados para en un futuro poder reintroducirlos en libertad en los montes asturianos.

Pagar su cuidado no será fácil

La asociación Defensa de Especies Autóctonas recuerda al medio La Voz de Asturias que por el momento utilizan leche en polvo para gatos, pero que en un futuro "comerán mucha comida".

Desde la asociación se ha lanzado una campaña de crowfunding para ayudar al mantenimiento del lince que queda. "Es algo con lo que no habíamos contado ya que esperábamos que su madre pudiera ocuparse de ellos. Nos sería de gran ayuda cualquier pequeña donación que podáis proporcionarnos", dicen desde la asociación.

Además, como recoge el diario asturiano, desde Asociación Lince Boreal esta noticia sería muy positiva para la región, ya que haría que el ecosistema se enriqueciera. "Resultaría un competidor para el lobo", dicen desde la asociación, lo que ayudaría a equilibrar la sobrepoblación de esta especie.