“Andas por sus calles y es como si estuvieras en una ciudad. Es impresionante”, explica el egiptólogo español José Manuel Galán a 20minutos al ser preguntado por el hallazgo arqueológico anunciado a bombo y platillo este jueves por Egipto y que él pudo visitar hace tres semanas. En el país africano anuncian que es el mayor descubrimiento tras de la tumba de Tutankamón, en  1922.

“Es como una especie de Pompeya: ofrece una instantánea de la vida en aquel momento. Solo han excavado una parte, pero lo que se puede descubrir en los próximos años va a ser impresionante”.

Galán, director del Proyecto Djehuty y profesor de Investigación del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC, atiende la llamada de este periódico en Egipto, camino de Luxor, y explica sus impresiones sobre esa ‘ciudad perdida’ situada a unos 500 kilómetros al sur de El Cairo. “Es una zona de talleres de producción vinculada a la ciudad de Amenhotep III: hay talleres de carne con horno, panadería, fundidores, escultores… Está fenomenalmente conservada, tiene muros altos… ”.

Por su parte, el también egiptólogo José Miguel Parra, también miembro del proyecto Djehuty en anteriores campañas, explica que, aunque no es “exactamente un descubrimiento, porque esa zona ya había sido excavada parcialmente en 1936 y se sabía que estaba ahí”, no quita para que sea un “hallazgo espectacular”.

Y ¿por qué, en un país tan vinculado al patrimonio arqueológico como Egitpo, este es un hallazgo tan espectacular? “En Egipto estamos acostumbrados a excavar tumbas y templos, y se conoce poco de las ciudades”, asegura Galán. “Estas se construían en zonas fértiles que han acabado anegadas o que han seguido estando habitadas posteriormente y se han perdido”, afirma.

Del mismo modo, el asentamiento está separado por barrios por unas “murallas sinuosas, en zigzag”, que resultan sorprendentes porque según Galán, los egipcios trabajaban más con líneas rectas.

Los mayores descubrimientos del Antiguo Egipto

La comparación con Pompeya es clara porque la ciudad fue abandonada rápidamente por motivos que se desconocen por el momento. Pero como en la urbe romana sepultada por el Vesubio, entre las edificaciones se encuentran pequeños grandes tesoros: “Cerámicas propias de la actividad, algunas con contenido, otras con etiquetas con fecha, lo que va a permitir fechar el abandono”, relata Galán.

"Quizá había una razón sanitaria, no demasiado lejana a los tiempos que estamos viviendo hoy”

¿Por qué se abandonó la ciudad, por qué el sucesor de Amenhotep III, Akenatón, se fue a Amarna? “Amenhotep III cambió de palacio, tal vez huyendo de la peste”, explica Galán, “Akenatón, su sucesor, cambia la capital a Amarna, quizá también huyendo de la peste, aunque él lo disfrazara de motivos religiosos. Quizá había una razón sanitaria, no demasiado lejana a los tiempos que estamos viviendo hoy”, aventura este egiptólogo.

Zahi Hawass, el arqueólogo egipcio de 74 años que ha descubierto la 'Ciudad Perdida' y al que acusaron de corrupción

Lo cierto es que no se sabe la razón del abandono. “Amenhotep cambio de palacio y este asentamiento seguramente se construyó por artesanos atraídos por la actividad de la corte”, explica Parra, “seguramente, cuando el faraón se volvió a mudar, los habitantes del asentamiento le siguieron, pero no se saben las razones”.

Estudiar y conservar

¿En qué va a cambiar este hallazgo lo que sabemos del Antiguo Egipto? “Certezas no tenemos de casi nada, y tampoco ahora”, responde Galán que cree que habrá descubrimientos en el tema de vida urbana. “Lo importante es excavarlo y documentarlo bien”, afirma.

“De momento solo hay noticias y fotos bonitas”, afirma Parra que incide en lo que comentaba su colega, “ahora toca excavar bien y con paciencia, y analizar. Y tal vez, en años tengamos nuevos descubrimientos”.

En cualquier caso, Galán advierte de un riesgo: “Todo está construido en adobe, el siguiente problema va a ser conservarlo una vez está desenterrado”.