Misión: salvar a la desconocida cerceta pardilla, una de las siete especies en peligro crítico de extinción en España

Cerceta pardilla
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FUNDACIÓN BIODIVERSIDAD
Cerceta pardilla

A ojos profanos puede parecer "solo un pato", como tantos otros que recogen el pan duro empapado, en competencia con las carpas, de los paseantes en multitud de parques urbanos. No es un animal tan espectacular y emblemático como el oso pardo, el lince ibérico o el águila imperial, acostumbrados a protagonizar noticias en los medios; pero la cerceta pardilla es igual de relevante que ellos y está, si cabe, en mayor riesgo.

Sobre la cerceta pardilla

  • Descrita por primera vez por el zoólogo francés Édouard Ménétries en 1832, su nombre científico (marmaronetta angustirostris) hace referencia a su pico estrecho. Es gregaria, se alimenta de insectos y semillas y gusta de las aguas someras y la protección que da la vegetación de las orillas. A nivel global está catalogada como especie vulnerable por el gran descenso de su población

Hasta mediados del pasado siglo era fácil verlas en los humedales del Mediterráneo, pero a día de hoy, y vinculado al declive de estos entornos únicos, apenas contamos con 45 parejas en toda España. Y España es casi su único lugar de distribución en Europa. A esos números tan escuetos se suma el preocupante hecho de que la tendencia es que su número siga reduciéndose. 

Por eso el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico incluyó a la cerceta pardilla en el listado de especies en peligro crítico de extinción, junto al alcaudón chico, que abunda en Europa pero desaparece en España; la náyade auriculada, una suerte de ostra de agua dulce; la nacra, un enorme molusco del Mediterráneo; la jara de Cartagena; el visón europeo, ejemplo de los estragos de las especies invasoras; y el urogallo cantábrico, una especie que, pese a los muchos esfuerzos hechos por recuperarla desde hace años, no logra levantar cabeza.

Igual que el oso o el urogallo evocan los parajes cántabros o que el lince estará para siempre unido a Doñana en el imaginario colectivo -por mucho que sus hábitats sean, en realidad, más amplios, aunque esa es otra historia-,  la existencia de la cerceta pardilla está íntimamente ligada a los humedales. Por eso, el proyecto LIFE Cerceta Pardilla va a recuperar 3.000 hectáreas de estos amenazadísimos ecosistemas para asegurar su supervivencia. 

Proteger a la cerceta pardilla es proteger los humedales

Durante los próximos cinco años, merced a este proyecto con fondos europeos, se actuará en espacios pertenecientes a distintas comunidades autónomas, como la Albufera de Valencia, el Parque Natural de El Hondo en Alicante, las marismas del Guadalquivir y la laguna de la Morera en Murcia. Todos ellos son humedales que pertenecen a la Red Natura 2000.

Entre las acciones previstas se van a comprar 141 hectáreas de tres fincas situadas en zonas consideradas en la Estrategia de Conservación de la cerceta como lugares críticos, es decir, áreas vitales para su supervivencia y recuperación.

"La pérdida y degradación del hábitat es su mayor amenaza y hace peligrar la supervivencia de la especie. Los humedales sufren el impacto de la sequía, la contaminación, la proliferación de barreras artificiales y otras amenazas causadas por actividades humanas", explica a 20minutos Ignacio Torres, subdirector de biodiversidad y cambio climático de la Fundación Biodiversidad y director del LIFE Cerceta Pardilla. "La alteración del régimen hídrico ha afectado a muchas especies dependientes de humedales muy someros, donde la especie criaba a finales de primavera y el verano. Las marismas de Doñana o La Raja en el Hondo sufren problemas de agua en época de reproducción. Pero el LIFE Cerceta Pardilla contribuirá a recuperar estos humedales y a que la cerceta vuelva reproducirse en ellos", señala.

"El 40 % de las especies del mundo viven en humedales. Son conocidos como los riñones del planeta"

El experto aclara que estos frágiles ecosistemas, que según la ONU se destruyen a un ritmo tres veces más rápido que los bosques y cuyo 35% ha desaparecido entre 1970 y 2015,  "son fundamentales para la conservación de la biodiversidad. El 40% de las especies del mundo viven en humedales. Son conocidos como los riñones del planeta. Suministran agua y alimentos, ayudan a mitigar los efectos del cambio climático, contribuyen a controlar inundaciones y sequías, a proteger la costa y a filtrar el agua. Además, mejoran la calidad del aire, proporcionan materias primas y recursos genéticos para medicinas y energía hidroeléctrica".

El Hondo
El Parque Natural de El Hondo en Alicante, hábitat protegido de la cercera pardilla.
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Torres explica que también se trabajará haciendo seguimiento de la especie, para conocer mejor sus movimientos y amenazas, y "colaborando con otros países del norte de África donde pasa momentos de su ciclo anual, porque España es el principal ámbito de distribución de la especie, pero es fundamental reforzar la colaboración con otros países para lograr la recuperación de sus poblaciones". 

En paralelo, se reforzarán las poblaciones de la especie a través de un programa de cría en cautividad y liberación de ejemplares. El proyecto LIFE que protege a este discreto pato pardo cuenta con dos centros de referencia que crían con éxito cercetas pardillas: la cañada de los Pájaros, en Andalucía, y el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre El Saler, en la Comunidad Valenciana. 

¿Cuándo podremos saber si todos estos esfuerzos arrojan un saldo positivo? Ignacio Torres apunta a que "será en diciembre de 2025 cuando podamos hacer balance. Pero a medida que se desarrollen las acciones ya podremos ver resultados". 

Salvar al pato más amenazado de Europa redundará en beneficio de muchas otras especies, como la espátula, la garza imperial, la focha cornuda o la malvasía; redundará en beneficio de todos si contribuye a proteger los humedales, que, en palabras de Ignacio Torres que hacen eco a las de muchos otros expertos, "sostienen un equilibrio vital para el planeta".

En la naturaleza no hay ni un solo verso suelto, todo está relacionado componiendo una canción que no podemos permitirnos perder. 

Cerceta pardilla
Un ejemplar de Cerceta pardilla .
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