El policía nacional jubilado Ángel A.A., de 71 años, ha asegurado este lunes en el juicio por matar a su mujer la madrugada del 24 de julio de 2018 en el domicilio conyugal de Astorga (León), que disparó de forma fortuita en el transcurso de un forcejeo y ha recalcado que nunca tuvo la intención de matarla.
La Fiscalía solicita una pena de 25 años por asesinato y otros 7 por tentativa de asesinato para el policía, que además del asesinato de su mujer está acusado de intentar hacer lo mismo con un vecino, del que sospechaba que mantenía una relación sentimental con su esposa y al que hirió de gravedad.
El juicio por estos hechos ha comenzado este lunes y se prolongará hasta el 22 marzo en la sección tercera de la Audiencia de León después de que el pasado viernes se constituyera el jurado popular.
El presunto amante era un vecino
En las conclusiones provisionales leías por la Fiscalía se determina que sobre las 02.30 horas del 24 de julio de 2018 el acusado se encontraba en su domicilio de Astorga y, guiado por el propósito delictivo de acabar con su vida, disparó contra su mujer, que contaba 62 años, con un revólver del que el acusado tenía licencia.
El disparo, que alcanzó a la víctima en la cara, le produjo la muerte en el acto, y seguidamente subió con el mismo arma al segundo piso de su edificio donde vivía quien sospechaba que era el amante de su mujer.
Allí llamó a su vecino y cuando la abrió la puerta le preguntó que desde cuándo se acostaba con su mujer para a continuación dispararle, si bien solo consiguió alcanzarle en un hombro.
A pesar del balazo recibido, la víctima consiguió abalanzarse sobre el agresor para tratar de impedir que efectuase otro disparo hasta que la llegada de una patrulla de la Policía Nacional alertada por los vecinos puso fin a la disputa.
El fiscal califica los hechos como un delito de asesinato agravado por la circunstancia de parentesco, por el que propone 25 años de prisión, al que se suma un asesinato en grado de tentativa por el que reclama 7 años y seis meses de cárcel.
"Si lo hubiera querido matar podría haberlo hecho"
En su declaración, el acusado ha reconocido los hechos si bien ha asegurado e insistido en varios momentos de su intervención que nunca tuvo intención de matar a nadie y que lo que pasó fue fruto de la "ofuscación" que sintió al constatar que su mujer le engañaba con su vecino y "amigo".
Al respecto, ha explicado que la noche de los hechos estaban durmiendo juntos en la antigua habitación de su hija y que su mujer decidió irse a la habitación de matrimonio tras decirle que roncaba mucho.
"Entonces irrumpí en la habitación, le arrebaté el móvil tras un forcejeo y comprobé que estaba intercambiando mensajes cariñosos con el vecino"
Poco después se levantó al baño, vio luz en la habitación donde estaba su mujer, se asomó y vio que estaba escribiendo en el teléfono móvil.
"Entonces irrumpí en la habitación, le arrebaté el móvil tras un forcejeo y comprobé que estaba intercambiando mensajes cariñosos con el vecino", ha detallado.
No ha explicado los motivos por los que cogió al arma y se ha limitado a insistir en que entró en un gran estado de ofuscación y que cuando disparó fue debido al forcejeo que mantenía con su mujer, que quería recuperar su teléfono.
Según ha declarado, tras disparar, sin saber si su mujer había muerto, pensó en suicidarse, aunque cambió de opinión y decidió dirigirse a la vivienda de su vecino para "asustarle".
También ha vinculado el disparo recibido por su vecino al forcejeo que mantuvo con él cuando se le abalanzó al comprobar que iba armado y ha asegurado que si lo hubiera querido matar podría haberlo hecho nada más abrirle la puerta.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios