La oposición y las víctimas, contra Sánchez por el "show" y la "pantomima" del acto de destrucción de armas de ETA

Acto de destrucción de armas incautadas en décadas pasadas a las bandas terroristas ETA y GRAPO
Acto de destrucción de armas incautadas en décadas pasadas a las bandas terroristas ETA y GRAPO
EFE/Chema Moya
Acto de destrucción de armas incautadas en décadas pasadas a las bandas terroristas ETA y GRAPO
Apisonadora con las armas de ETA.

Pablo Casado ha vuelto este jueves a cargar contra Pedro Sánchez sobrre el acto de destrucción de las armas de ETA que ha presidido el líder del Ejecutivo. "Al Gobierno le sobran los actos de propaganda, los pactos con Bildu y los acercamientos de presos etarras", ha comentado el presidente del PP, que ha pedido reconocer la "memoria, dignidad y justicia de las víctimas del terrorismo". Además, ha recordado que la banda terrorista fue derrotada "por toda la sociedad, los cuerpos de seguridad del Estado y la cooperación internacional". Las críticas, además, se extendieron por el resto de partidos y por las asociaciones de víctimas de ETA.

La reacción de Casado se ha producido después de que Pedro Sánchez presidiera un acto, sin los anteriores presidentes del Gobierno, en el que se destruyeron con una apisonadora las armas de ETA y del GRAPO. "Quien entrega las armas, acepta su derrota", expresó el propio Sánchez. Frente a eso, el PP denuncia que se trata de "propaganda" y de hecho ha habido víctimas de la banda que no ha acudido al evento.

Se trata de un acto simbólico organizado en el Colegio de Guardias Jóvenes Duque de Ahumada de la Guardia Civil en Valdemoro (Madrid) en el que se ha escenificado la destrucción de más de 1.300 armas pertenecientes a organizaciones terroristas, entre ellas las usadas por una decena de comandos de ETA desarticulados entre 1978 y 2002.

Acto de destrucción de armas incautadas en décadas pasadas a las bandas terroristas ETA y GRAPO
Acto de destrucción de armas incautadas en décadas pasadas a las bandas terroristas ETA y GRAPO
EFE/Chema Moya

El presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, siguió en la misma línea que Casado. "El Gobierno socialcomunista de Sánchez destruye las municiones de hierro de ETA. Y al mismo tiempo le da al entorno de ETA munición política pactando con los proetarras de Bildu la política penitenciaria y blanqueando sus siglas", expresó Iturgaiz. De igual manera, la diputada popular, Teresa Jiménez-Becerril, hermana de la víctima de ETA Alberto Jiménez-Becerril, afeó al Ejecutivo que "hoy haga este acto" pero mañana "siga acercando presos".

Para el presidente de Vox, Santiago Abascal, la ceremonia no es más que un “insultante paripé” de Sánchez para destruir las armas “que sus ahora socios usaron para cometer sus crímenes, 300 de ellos sin resolver”. Fue muy rotundo: "Está por ver si también destruirá los cócteles molotov cuya mecha prenden hoy sus socios de gobierno", sostuvo.

Tampoco el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) ha querido participar en lo que ha considerado un "acto propagandístico" cuyo único objeto es ocultar el "rotundo fracaso" del Estado de derecho con las víctimas del terrorismo. "¿Cómo vamos a ir a un acto público en el que se destruyen las armas con las que han asesinado a nuestros familiares? ¿De verdad alguien cree que esto es motivo de celebración?", se ha preguntado la presidenta de este colectivo, Consuelo Ordóñez.

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