Un físico aeroespacial afirma que puede haber "algún tipo de vida" en Marte

Pasada una semana de su llegada a Marte, el rover Perseverance ha tomado la primera fotografía de 360 grados en alta definición, de cómo son los alrededores del cráter Jezero, lugar en el que aterrizó el vehículo el pasado 18 de febrero.
Primera fotografía de 360 grados de Marte tomada por el Perseverance.
Pasada una semana de su llegada a Marte, el rover Perseverance ha tomado la primera fotografía de 360 grados en alta definición, de cómo son los alrededores del cráter Jezero, lugar en el que aterrizó el vehículo el pasado 18 de febrero.

El físico y doctor en Ingeniería Aeroespacial Miquel Sureda, miembro del equipo español que diseñó Nüwa, un proyecto de ciudad sostenible para un millón de habitantes que se instalaría en Marte, afirma que "pudo haber y todavía puede quedar algún tipo de vida" en el planeta rojo, que está siendo explorado por el robot Perseverance.

En una entrevista con Efe, Sureda cree que "se podría llegar a encontrar vida microbiótica en el subsuelo de Marte" porque este "aún contiene mucha agua congelada".

"Se ha descubierto en la Tierra, que en cualquier lugar donde mires, por muy dura que sea la condición, hay vida, por lo tanto, ahora que ya sabemos que Marte fue habitable (gracias al Curiosity, predecesor del Perseverance) vamos a intentar encontrar signos de esta vida pasada", ha señalado el científico.

La investigación de Sureda, profesor de Aeronáutica de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y experto en diseño de misiones espaciales, está centrada en la exploración espacial sostenible y el análisis de arquitectura de misiones interplanetarias.

Así mismo, forma parte de la junta de la Sustainable Offworld Network (SONet), una comunidad internacional de profesionales que tiene como objetivo desarrollar y explorar la sostenibilidad a largo plazo de las actividades humanas en el espacio, del que surge el proyecto Nüwa.

Ciudad marciana de Nüwa

El prototipo de ciudad marciana Nüwa, se presentó el pasado 17 de octubre en la convención de The Mars Society y ahora se puede ver en la última parte de la exposición "Marte. El espejo rojo", que se exhibe en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), coincidiendo con el aterrizaje y los trabajos del Perseverance en Marte.

Sureda asegura que "para hacer llegar un 'rover' a Marte tienes que poner lo mejor que tengas, y muchas cosas no las tienes y te las tienes que inventar, lo que implica un retorno de las tecnologías".

Por eso, los científicos de la NASA han tenido que desarrollar "nuevas baterías, materiales muy ligeros, acabados de ciertas pinturas de control térmico y demás" que, una vez se ha normalizado su uso, "las utilizamos nosotros" cotidianamente, explica el también coordinador del Máster en Ingeniería Espacial y Aeronáutica de la UPC-Terrassa.

¿Para qué sirve ir al espacio y gastar tanto dinero en ello? Sureda responde: "Un montón de tecnologías diferentes vienen del espacio porque han sido desarrolladas, testadas y probadas allí, para que luego acaben saltando del espacio al mundo civil, en cosas de nuestro día a día, como en el teléfono móvil, coches o aviones".

Sureda, que ha asesorado el guion de la exposición sobre Marte inaugurada el pasado jueves en el CCCB, participará el próximo día 5 de marzo en una charla en el marco de la muestra sobre el proyecto Nüwa y el espacio como territorio para el ensayo y la especulación científica, en el que analizará las contradicciones que plantea el proyecto de colonizar Marte y convertir a los humanos en una especie multiplanetaria.

El investigador admite que no piensa en la posibilidad de Nüwa como una ciudad futura porque "hay muchas cosas que se nos escapan todavía", aunque vaticina que "en unos 100 años habrá ciudades con gente viviendo allí de manera permanente". "Ahora bien, en una ciudad en Marte, el concepto de sostenibilidad es indispensable", asegura el físico.

"Nuestra soberbia dice que somos la cúspide de la vida"

"Al final, lo que estamos haciendo es una hipoteca para nuestros hijos o nietos. Aquí las consecuencias se ven a largo plazo. En Marte, no. Una sociedad, la propia ideología de esta, que no esté basada totalmente en el concepto sostenibilidad, no puede sobrevivir simplemente", razona.

"Allí los recursos son mucho más difíciles de encontrar, de procesar; por lo tanto, si no se recicla el aire, el agua, se hace un buen uso de los desechos y no se consigue generar unas tecnologías y nuevas maneras de pensar en torno a la sostenibilidad, una ciudad en Marte acabará fallando", sostiene el científico.

Sureda no confía en que el Perseverance nos dé una respuesta concluyente a sobre si hubo o hay vida en Marte, "pero en caso de que lo hiciera, saber que la vida está extendida por el universo, que no somos nosotros dentro de nuestro planeta los que tenemos la exclusividad, me parece extraordinariamente potente, y tiene implicaciones científicas pero también filosóficas para nosotros como especie".

"No hemos encontrado vida en otro lugar que la Tierra, por lo tanto, hasta ahora somos los únicos que tenemos vida inteligente en este universo. Nuestra soberbia humana dice que somos la cúspide de la vida. Empezar a encontrar vida fuera de nuestro planeta rompería este último gran privilegio que tenemos", concluye. 

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