Tebeosfera analiza el papel del cómic en el fallido golpe de Estado del 23-F

En su afán por seguir dando a conocer la historia del cómic, la Asociación Cultural Tebeosfera analiza en un nuevo número de su publicación digital el papel de las viñetas e historietas realizadas por El Jueves o El Víbora, entre otras, que se crearon en torno al "infausto" acontecimiento del 23-F.

En su número 16, Tebeosfera se mete de lleno en estos días en los que las redacciones echaron humo para que estas viñetas satíricas o cómics salieran a la luz justo después o años más tarde de que el teniente coronal de la Guardia Civil Antonio Tejero Molina entrara en el Congreso de los Diputados al grito de "¡Quieto todo el mundo! ¡Al suelo! ¡Se sienten, coño!".

En concreto, en esta nueva entrega analizan cabeceras como El Víbora, El Jueves, El Papus, Gaceta Ilustrada, El Mundo o tebeos como Miedo. Y para ello han contado con algunos de sus protagonistas, como Jaume Capdevila, Jordi Riera, Jorge García, Manuel Barrero, Jesús Gisbert, José Ángel Gutiérrez y Kike Infame. Además, cuentan con una "reveladora" entrevista a los responsables del número especial de la revista El Víbora dedicado al golpe.

Este monográfico se completa con una exposición de viñetas que recorre la evolución de la sátira hacia los golpistas (desde el día siguiente al golpe hasta hoy), con varias reseñas y con una entrevista al divulgador Yexus que sirve para comprender la teoría sobre el cómic que se ha venido publicando en los últimos cuarenta años de España.

Pero también intentan explicar a los lectores una pregunta: "¿A qué pudo obedecer que hasta 2011 nadie hiciese un tebeo en serio sobre el 23-F?". "Con este monográfico de Tebeosfera contribuimos a recuperar aquella parcela difusa de nuestra memoria, justo cuando se alcanza el cuadragésimo aniversario del intento de golpe de Estado, y lo hacemos con un conjunto de documentos que esperamos resulten de interés", cuenta Manuel Barrero, director de la asociación.

Y lo han hecho, matiza, "desde la objetividad, dentro de lo posible", con el fin de "abrir nuevas vías de debate" y para plantear también una cuestión: "¿debemos recuperar más fragmentos de nuestra historia para fabularlos en historieta? A veces la fábula es el mejor modo de comprender el mundo. Atrevámonos".