Comunitat Valenciana

Una viuda agradece a la Policía en una esquela que la ayudasen a cuidar de su marido: "Se merecen un monumento"

  • Su esposo, Julio Miralles, falleció hace unos días. Sufrió durante un año y medio una discapacidad física y alzhéimer.
  • ​Pesaba 140 kilos y se caía constantemente. La mujer no podía levantarlo y entonces llamaba al 091.
La esquela publicada hace unos días en un periódico de Valencia
La esquela publicada hace unos días en un periódico de Valencia
BIEL ALIÑO / EFE
La esquela publicada hace unos días en un periódico de Valencia

"Cada vez que he necesitado de sus servicios para atender a mi marido, siempre han estado ahí y me han facilitado todos los medios que hemos necesitado para la atención y trato de la enfermedad de mi marido, ya que yo sola no hubiera podido atenderle. Si no hubiera sido por ellos, no sé qué habría sido de él". Con estas palabras, o más bien con estas letras, Maruja Tatay, de 72 años, quiso dejar por escrito en una esquela su agradecimiento a la "Policía del 091" y a todos los que han ido a la "calle Sagunto, n.º 113", en Valencia, a ayudarla con su difunto marido, Julio Miralles. Murió hace unos días a los 75 años después de sufrir durante un año y medio una discapacidad física y alzhéimer.

"Escribí lo que me salió del corazón, no sé si estará bien o estará mal, no tengo estudios", contó Maruja a EFE. La viuda recuerda cómo en los últimos meses su marido se fue marchitando y apenas podía sostenerse en pie. Pesaba 140 kilos y debido a su enfermedad se tiraba de la cama o se soltaba de la silla de ruedas y se escurría hasta el suelo. No tenía a nadie que la ayudase, pues su único hijo murió hace siete años

"Coger ese cuerpo que pesaba tanto, los días que hiciera falta... Como ellos no habrá en el mundo"

Entonces tenía que marcar ese 091 para que los agentes de la Policía Nacional le ayudasen a levantar a Julio. Llamó a ese número "más de treinta veces", y calcula que por su casa de la calle Sagunto habrán pasado "más de doscientos agentes". "No sabía cómo agradecerlo", y acabó escribiendo una esquela en la prensa, "de las grandes", "para que todo el mundo sepa que estas personas se merecen un monumento". Fue publicada el pasado viernes en Valencia. "Dicen que es su trabajo, pero coger ese cuerpo que pesaba tanto, los días que hiciera falta... Como ellos no habrá en el mundo".

Afirma que no sabría reconocer a los agentes que han estado alguna vez en su casa si los viera por la calle debido a las mascarillas, pero insiste en que siempre que ha llamado han acudido con rapidez y con los refuerzos que hiciera falta, incluso más de una vez en un mismo día.

Maruja asegura que, de no ser por esta ayuda, no habría podido tener tanto tiempo en casa a su marido, porque no quería dejarlo en una residencia después de 46 años de casados, muchos de los cuales regentaron una droguería familiar.

"La mujer que más quiero"

Confiesa que ha pasado momentos muy tristes, aunque también se ha reído con su marido enfermo, como cuando le decía que estaba más delgada y se le estaban quedando piernas "de gallina", aunque se queda con un momento de lucidez de los últimos días, cuando al preguntarle quién era ella le respondió: "La mujer que más quiero".

Fuentes policiales han señalado que les ha llegado "al alma" el gesto de esta mujer y el hecho de que en un momento "tan complicado", cuando estaba enterrando a su marido, le vinieran a la cabeza todos los que agentes que habían pasado por allí y quisiera agradecerles su atención.

Explican que son muchos los policías que recuerdan haber pasado por esta casa de Valencia en alguna ocasión, algunos incluso más de una vez, y que la mujer "es un encanto, siempre se deshacía en gratitud" e incluso se disculpaba por molestarles.

Maruja cuenta emocionada que ha recibido la llamada de un subdirector de la Policía para darle el pésame y decirle también que si necesita alguna cosa no tiene más que llamar al 091. "No puedo decir que no, ahora estoy sola en una casa grande", finaliza.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento