Quizá no sea el mejor momento, estando de nuevo los ánimos tan caldeados como parece que lo están hoy en día. Después de unas fiestas navideñas en las que ambas partes pusieron parte de su empeño en hacerlas lo más amenas posibles, llegaron los problemas: por un lado, la casa real británica desmintiendo a Meghan Markle por la polémica con el certificado de nacimiento del pequeño Archie; y por otro, una cláusula del Sussexit que ahora el príncipe Harry se ha empeñado a renegociar.

Meghan Markle no acompañará a Harry a Reino Unido cuando vuelva a ver a su familia

Algo más de un año después de aquel "dar un paso atrás como miembros senior de la familia real y trabajar para ser financieramente independientes", los duques de Sussex siguen dándole vueltas a la cabeza sobre aquello a lo que Isabel II les obligó a renunciar como parte de su paso hacia esa otra vida lejos del auspicio de Buckingham Palace.

Porque algunas de esas cláusulas les parecieron de las cosas más lógicas, pero otras, piensa sobre todo el nieto de la monarca, no puede aceptarlas. Por ello, tal y como explica el periódico The Telegraph, el hijo de Carlos de Inglaterra y Lady Di quiere renegociar con su abuela algunos términos que considera tanto injustos como injustificados.

El príncipe Harry, de 36 años, no está dispuesto a renunciar a sus títulos y condecoraciones militares obtenidos durante una década de servicio, pues aunque algunos de ellos pertenecen a la corona,  entiende que estos también se los labró con sus actos meritorios. De esta forma, ansía que Isabel II reconsidere su postura y le permita mantenerlos a pesar de su renuncia a seguir siendo miembro distinguido de la casa Windsor.

No son pocos los reconocimientos del príncipe Harry a lo largo de esos 10 años en el servicio militar: fue nombrado capitán general del Cuerpo de Marines Reales así como comandante de honor en la Real Fuerza Aérea de Honington, entre otras distinciones, así como creador de los Invictus Games (unos deportes multidisciplinares en los que participan veteranos heridos o enfermos).

"Su trabajo como adalid del servicio militar es una de las funciones más importantes para él y por supuesto que quiere conservar esos títulos", ha dicho una fuente cercana y amigo del exroyal al susodicho diario, manteniendo que durante este último año ha estado "en espera" para ver cómo enfocar el tema con su abuela.

El informante insiste en que en enero de 2020 "se quedó devastado por tener que renunciar a sus títulos", aunque entiende que lo hiciera porque "no tenía otra opción". Desde el medio vaticinan que el príncipe Harry incluso propondrá, cuando llegue la negociación el próximo mes de marzo, una cláusula que le asegure una presencia considerable en Reino Unido para formar parte activa de sus títulos militares.