Penélope Cruz, un Oscar para la historia

"And the Oscar goes to... ¡Penélope Cruz!". Eran las 02.47 horas de la noche. Tilda Swinton mantuvo el suspense unos escasos segundos antes de pronunciar las cinco palabras mágicas junto al nombre de la actriz española convirtiendo ese momento en la primera gran ovación de la noche en el Kodak Theatre de Los Ángeles para rendir homenaje a la mejor actriz secundaria de 2008. Penélope Cruz, tras su primer intento en 2007 con Volver, tocó por fin el cielo de Hollywood por su trabajo en Vicky Cristina Barcelona.

Se lo dedico a todos los que desde España estén compartiendo este momento conmigo

La madrileña ha hecho historia en los Oscar al convertirse en la primera actriz española en lograr la estatuilla dorada, sólo destinada a los más grandes. Una alegría única para el cine español que sólo ha tenido que esperar un año para que uno de sus intérpretes recibiera el máximo galardón del séptimo arte. Y es que Javier Bardem y Penélope Cruz han roto una barrera que hace muchos años parecía infranqueable para nuestro cine.

"Se lo dedico a todos los que desde España estén compartiendo este momento conmigo y lo sientan como propio y a todos los actores de mi país. Muchísimas gracias", dijo Cruz en español al acabar un discurso lleno de emoción en el que recordó sus orígenes ("Crecí en Alcobendas") y a los directores que la descubrieron (Pedro Almodóvar, Bigas Luna y Fernando Trueba). Además, ofreció tributo a Woody Allen "por escribir algunos de los mejores papeles para mujeres de los últimos años".

'Slumdog Millionaire', la triunfadora

Está claro que el Oscar de Penélope Cruz, el primero de los entregados en la noche angelina, restó emoción para el público español sobre el resto de una gala en la que, poco a poco, se iba dilucidando que Slumdog Millionaire, de Danny Boyle, iba a ser la gran triunfadora de la noche. Hasta ocho Oscar, incluidos los de mejor película y mejor director, se llevó la cinta que narra la historia de Jamal, uno de los concursantes más jóvenes de la versión india de "¿Quién quiere ser millonario?". Tenía diez nominaciones.

He practicado este discurso con ocho años frente al espejo y con una botella de champú

Como en toda gala de premios, igual que hay una triunfadora, también hay una gran perdedora. Este título se lo llevó, muy a su pesar, El curioso caso de Benjamin Button (David Fincher), la otra gran favorita que se tuvo que conformar con tres premios menores cuando partía con 13 nominaciones. Mi nombre es Harvey Milk (Oscar al mejor guión original y mejor actor para Sean Penn), El desafío: Frost contra Nixon y El lector (mejor actriz para Kate Winslet) se fueron casi de vacío.

Kate Winslet y Sean Penn protagonizaron los momentos más intensos de la gala. Siempre los premios a la mejor  actriz y al mejor actor son especiales y en esta noche no iban a ser menos. La primera mostró tanta emoción como Penélope Cruz: "Mentiría si dijera que no he practicado una versión de este discurso con ocho años frente a un espejo y con una botella de champú, pero esto no es una botella de champú", bromeó. Mientras, Sean Penn estuvo más sereno sin que faltara su cita política refiriéndose a Barack Obama y mostrando su apoyo al matrimonio homosexual.

Heath Ledger

Otro gran momento de la noche fue la entrega del Oscar al mejor actor secundario para el fallecido Heath Ledger por su Joker de El caballero oscuro. Sus padres y su hermana recogieron el galardón. Algunos actores y actrices no pudieron evitar las lágrimas al recordar a su compañero.

La gala duró exactamente tres horas y treinta minutos y contó con un sorprendente Hugh Jackman como maestro de ceremonias. El actor australiano mostró en su presentación una frescura que se suele echar de menos en este tipo de acontecimientos y dejó para el recuerdo dos memorables actuaciones musicales al más puro estilo Broadway. ¡Chapó!. Quizá dejó un pero: apareció pocos minutos en la gala y decir eso ya es la mejor valoración que se puede hacer a Jackman.

Por lo demás, la entrega de premios contó con escasa emoción ya que desde el principio se veía venir que Slumdog Millionaire se llevaría el premio gordo de la noche. Algunas bromas de Ben Stiller, que parodió a Joaquin Phoenix, o el 'sketch' de James Franco y Seth Rogen, recordando su película Superfumados, despertaron las carcajadas entre los presentes. El homenaje a Jerry Lewis, Oscar honorífico, fue uno de los grandes momentos como los instantes previos a la entrega de los premios de interpretación, contando con cinco actores/actrices de ahora y siempre que ponían en pie al público. Ya hay impaciencia para ver qué pasará el año que viene. ¿Habrá otro español en lo más alto?

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