València pretende que la fórmula de los vehículos compartidos, conocida como sharing, se adapte a las exigencias de respeto del espacio público y a los criterios de sostenibilidad que pongan al peatón como principal actor de la movilidad. Precisamente por ello, el área de Movilidad Sostenible ha elaborado un informe que remitirá a Dominio Público que trata de responder a una pregunta para ordenar estos sistemas de alquiler: cuántos coches, motos, bicis y patinetes compartidos caben en las calles de la ciudad.

El documento pretende establecer las condiciones para regular el impacto que los sistemas de explotación económica sin base fija pueden tener sobre la vía pública y que basan su funcionamiento en la geolocalización: el usuario localiza el coche, moto, bici o patinete mediante una app y desbloquea el vehículo, generalmente con el teléfono móvil.

Ahora bien, ¿están las calles de València preparadas para este aluvión de elementos sobre aceras y calles peatonales? ¿Hay suficientes plazas de aparcamiento? ¿Restarán usuarios al transporte público y espacio a los peatones? Estas son algunas de las preguntas que el informe se hace para, a la vista de la experiencia en otras ciudades, establecer sus conclusiones.

En su análisis de la situación actual, el diagnóstico de Movilidad Sostenible recuerda que, respecto a las bicis y patinetes, València cuenta desde 2010 con el sistema de alquiler con base fija Valenbisi, que ofrece 2.750 bicicletas distribuidas por 276 estaciones. No existen empresas operando sin base fija en bicicletas ni en vehículos de movilidad personal (VMP).

La modalidad más desarrollada es la de moto. Desde 2017 se han implantado seis empresas, de las que cinco siguen operando "sin autorización", según el informe, mediante el sistema de desplazamiento y estacionamiento libre (tras anunciar su retirada Molo en noviembre de 2019). Se trata de eCooltra, Acciona, Muving, Yego y Blinkee.city y suman 1.955 motocicletas y ciclomotores.

En cuanto a los turismos, a finales de 2019 se concedió autorización a CarGreen para el aprovechamiento del espacio público para un proyecto piloto con desplazamiento y aparcamiento libre que todavía no se ha llevado a cabo.

Entre los objetivos de la regulación, cita "un uso adecuado del espacio público, garantizando la accesibilidad, principalmente de las personas que caminan y priorizando la seguridad vial en la ciudad", en la línea con los definidos en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) de València. Además, realiza un recorrido por las ordenanzas relacionadas con el sharing, incluida la tasa fijada a finales de 2019.

Teniendo en cuenta estos factores, el documento destaca que los sistemas implantados son "incipientes" y que, en todo caso, muestran "siempre una notoria ocupación desordenada del espacio público debido a la falta de civismo en el estacionamiento", una elevada captación de usuarios del transporte público e incluso un aumento de la movilidad motorizada frente a la sostenible. Por ello, hace las siguientes propuestas en los diferentes modos.

Ciclomotores y motocicletas

Tras aplicar varias fórmulas estadísticas con criterios que cruzan la demanda potencial con la capacidad de absorción de vehículos del espacio público, el informe propone un número máximo de 2.000 motos para sistemas de alquiler sin conductor ni base fija, con una limitación de 500 vehículos a una misma persona o empresa. 

El plazo será de un año prorrogable anualmente hasta cuatro. Las condiciones serán flexibles y revisables con cada prórroga. Las motos serán 100% eléctricas y el servicio deberá estar disponible 24 horas los siete días de la semana y prestarse también en los pueblos.

Coches

Al margen del mencionado plan piloto de CarGreen con la fórmula de aparcamiento libre y sin base fija que el informe califica de "interesante" para València, se destaca como "adecuada" para reducir el número de desplazamientos en coche la modalidad de round-trip. Consiste en recoger y entregar el vehículo en un mismo punto o estación base, lo que obliga a la persona usuaria a hacer un viaje de ida y otro de vuelta para dar por terminado el servicio. 

Esta modalidad no supondría una sobreocupación de las plazas de aparcamiento, cuya escasez es un problema endémico en València que aparece en repetidas ocasiones como el aspecto peor valorado por la ciudadanía en los barómetros municipales.

Movilidad pospone pues las condiciones, requisitos y limitación numérica de los coches de sharing al análisis de los proyectos piloto de las diferentes modalidades.

Bicis y patinetes

En este apartado, el documento destaca el incremento de la movilidad en bici y patinete como consecuencia de la expansión de los carriles bici por toda la ciudad. Además, pone en valor la existencia de Valenbisi y la "amplia red" de pequeños comercios que alquilan estos vehículos a vecinos y turistas "sin generar conflictos de ocupación en calzadas o aceras".

Por estos motivos y "ante los graves problemas de ocupación del espacio público" en otras ciudades, "se considera que no es conveniente la implantación de sistemas de alquiler de bicicletas y/o vehículos de movilidad personal" sin conductor y sin base fija en València.

Vehículos turísticos

Como las zonas para la subida y viajada de usuarios de los buses turísticos ya están reservadas y el Ayuntamiento autoriza los recorridos, horarios y las condiciones de estos servicios, "no se considera necesario en la actualidad limitar el número de vehículos que realizan esta actividad" en València, recoge el documento del Servicio de Movilidad Sostenible.

Grezzi: "Algunas ciudades han fallado por la premura"

El concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, afirma que este ha sido un "proyecto complejo". Según explica, había que explorar las posibilidades legales del sharing "para servir al objetivo de contribuir —con su irrupción en el espacio público— a liberar el espacio público, lo que es toda una paradoja". Además, añade que muchas ciudades "que han actuado con más premura ya han fallado y están pagando las consecuencias con un espacio público deteriorado a fuerza de servir de aparcamiento incontrolado".

En este sentido, afirma que el Servicio de Movilidad Sostenible "ha hecho un gran trabajo. Por un lado va a poner a prueba la utilidad de las motocicletas de sharing para reducir el número de vehículos privados matriculados en la ciudad, y también introduce la posibilidad de que se oferten con la misma finalidad coches de sharing en la modalidad de round trip. Por otro, las conclusiones protegen tanto al espacio público del estacionamiento incontrolado de vehículos que suponen algunas ofertas de sharing en free floating, como a las tiendas de alquiler que ya alquilan en la actualidad bicicletas y patinetes sin deteriorar el uso de aceras y espacios peatonales, tal y como solicitan todas las asociaciones vecinales".