El colectivo eleva su petición al defensor del pueblo valenciano "para que reclame a la Conselleria que busque la forma de ofrecer la máxima presencialidad dadas las carencias que se están detectando, como por ejemplo la pérdida de hábitos de estudio y de una parte importante de enseñanza del temario de todas las asignaturas, además del desequilibrio educativo que está generando entre el alumnado".

"Deben hacerse todos los esfuerzos para aplicar correcciones que permiten una mayor presencialidad, reorganizando los espacios, haciendo uso de alternativos o aplicando otras opciones de distribución de grupos y horarios, que aumentan las horas lectivas del alumnado a las aulas, todo ellos respetando siempre los criterios de sanitarios contra la Covid-19", reivindican.

Igualmente, FAMPA-València pide al Síndic que alerte a la administración pública de que "la desigualdad será notable más todavía en segundo de bachillerato y segundo de la ESO. En el primer caso, por la preparación de las pruebas de la EBAU y, en el segundo, para tratarse de un curso crítico para el control del abandono escolar".

"Todo esto -inciden- sumado a la evidencia de falta de apoyo tecnológico, lo que hace que la brecha digital continúe estando presente, y se generen mayores agravios comparativos".

"Si los centros educativos abren, tiene que ser en igualdad de condiciones para todo el alumnado, independientemente qué curso estudian, donde vivan o en qué centro estén matriculados. El porcentaje de alumnos en semipresencialidad es muy bajo, según nos dice la administración, alrededor del 3%", subraya el presidente de FAMPA-Valencia, Rubén Pacheco.

Y añade: "Si no somos capaces de dar una respuesta concreta a un porcentaje tan bajo para asegurarles condiciones de igualdad, lo tenemos que entender como un fracaso de toda la comunidad educativa. Es inaceptable que entre todos no podamos encontrar una solución".