El detalle de la carta de Meghan Markle a su padre que podría cambiar el juicio contra los tabloides drásticamente

El príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle, no usarán más sus títulos monárquicos y no recibirán fondos públicos, según anunció este sábado el Palacio de Buckingham en un comunicado.
El príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle.
GTRES
El príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle, no usarán más sus títulos monárquicos y no recibirán fondos públicos, según anunció este sábado el Palacio de Buckingham en un comunicado.

Seguir al día, desde hace algo más de un año, la cruzada por la demanda que interpuso Meghan Markle contra los tabloides británicos (la editorial Asociated Newspaper Limited, empresa que engloba medios como el Daily Mail o el Mail on Sunday, que han sido especialmente beligerantes contra la exactriz) tiene que ser como ver una gran película de juicios.

Siempre hay un nuevo giro de guion que nadie esperaba: a veces puede ser que los duques de Sussex pidan retrasar la vista establecida para mediados de enero para que no les pille las Navidades en Reino Unido y tener que pasarlas en el Palacio de Buckingham y, en otras, se descubre un detalle que puede cambiar el curso de los acontecimientos.

Hace poco, Thomas Markle, el padre de la esposa del príncipe Harry, aseguró que le encantaría testificar en el juicio. En gran parte porque es básicamente uno de los principales responsables de todo este pifostio: su hija acabó tan harta de él y de sus comentarios a la prensa que le escribió una carta después de su boda con el nieto de Isabel II recordándole que, si no estuvo en las duras, no viniera entonces a las maduras.

Esa carta llegó, por alguna razón, a manos del Mail on Sunday, que no dudó en publicarla, lo que tuvo como consecuencia que los Sussex se hartaran de los tabloides británicos, se fueran del país dado el poco apoyo que recibían de la familia Windsor y denunciaran al medio por violación de privacidad -era un texto confidencial escrito por Meghan- y por quebrantar los derechos de propiedad intelectual -palabras originales suyas-.

Hacemos hincapié en esto porque los abogados de la editorial se han dado cuenta de que puede que esa gran autoría de la carta no fuera del todo como asegura Meghan Markle, tal y como se lee los documentos judiciales que se han hecho públicos recientemente y que ha recogido el portal Vanitatis.

"Jason Knauf, quien fuera secretario de comunicaciones del duque y la duquesa de Cambridge y el duque y la duquesa de Sussex, y otros miembros del equipo de comunicaciones del palacio de Kensington, contribuyó a la redacción de carta. En consecuencia, el escrito no fue una 'creación intelectual propia' de Meghan", afirman los letrados.

De ser esto cierto, el juez del caso no tendría más remedio que anular las demandas de Meghan Markle en relación con los derechos de propiedad intelectual. Aunque para las pretensiones de la actual filántropa y productora sobre la privacidad tienen otro as en la manga.

Según los abogados de la defensa, la misiva no fue escrita únicamente para que la leyese Thomas Markle, sino que la duquesa de Sussex sabía que existía la posibilidad de que dicha carta llegase hasta los medios, de ahí el lenguaje refinado utilizado (que calculan le llevó varias semanas) y que no se cometiera ningún error, con implacable letra e inmaculada pulcritud, lo que da a entender que el escrito fue obra del ensayo y error.

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