Si 2020 de por sí está siendo un año nefasto para todo el mundo, para ciertas personas está suponiendo un auténtico viacrucis. Un ejemplo de ello es sin lugar a dudas Esther Doña, que este annus horribilis ha perdido a dos de los hombres que más ha querido.

Esther Doña rinde homenaje a su difunto marido, Carlos Falcó, recordando su boda en Instagram: "Te querré por siempre"

Nada más arribar la pandemia por el coronavirus en España, allá por marzo, una de las primeras víctimas entre las celebridades fue su marido, Carlos Falcó, hasta entonces Marqués de Griñón, título que en herencia le ha dejado a su hija, Tamara Falcó, con quien Doña ya ha enterrado el hacha de guerra.

Pero antes de acabar el año en curso han regresado las malas noticias y, tal y como publicaba El Español este lunes y ha confirmado Vanitatis este martes a través de fuentes cercanas, su padre, José Doña, también ha fallecido a causa dela Covid-19 a sus 69 años.

Fue hace unas semanas cuando ingresó en el hospital de Málaga, centro en el que le diagnosticaron rápidamente el virus. Esther viajó a la ciudad andaluza el fin de semana pasado para estar cerca de su familia y, sobre todo, de su padre, a quien estaba muy unida.

De alguna manera dolorosa, compensa el mal trago que fue para ella la primera ola y el estado de alarma, dado que estuvo recluida pasando el confinamiento en el palacio de El Rincón en solitario (más allá de los empleados domésticos) dado que toda su familia, sus padres y sus tres hermanos, dos mujeres y un varón, viven en la ciudad malacitana.

Además, cargaba con la pena de que, debido a que ella contrajo el coronavirus aunque lo pasó sin acudir a ningún centro porque no fue un caso grave, no pudo acompañar a su marido en su ingreso en el hospital (lo hicieron entonces la hija de Carlos Falcó, Xandra, y su marido, Jaime Carvajal, que fallecía hace un mes de un infarto).

De esta forma, Esther Doña no pudo acudir a despedirse ningún día ni al hospital Quirón primero ni después a la Fundación Jiménez Díaz. Siquiera pudo ir a la finca Casa de Vacas, donde los hijos de su fallecido esposo, con quienes no guarda buena relación, llevaron sus cenizas.

GTRES