La hija del magistrado del Tribunal Constitucional Fernando Valdés ha exculpado a su padre y ha asegurado que, aunque no fue testigo presencial de los hechos, nunca ha habido ningún episodio de violencia machista en el matrimonio porque, ha incidido, ni él lo haría ni su madre lo consentiría.

El Tribunal Supremo ha acogido este miércoles nuevas declaraciones en el marco de la causa en la que investiga por un presunto delito de malos tratos en el ámbito familiar a Valdés, que fue detenido el pasado 11 de agosto después de que unos testigos alertasen a los agentes de una fuerte discusión cuando el matrimonio estaba en el balcón de su domicilio de Majadahonda (Madrid).

Después de que tanto él como su mujer negasen la semana pasada cualquier agresión física o psíquica, este miércoles ha declarado como testigo la hija de ambos, que convive con sus padres desde marzo.

Ella no estuvo presente en el momento de los hechos, sino que, según ha explicado, llegó a casa del gimnasio y se encontró a varios guardias civiles en el interior, lo que motivó que se asustase y se pusiese nerviosa dado el delicado estado de salud de su padre, informan fuentes jurídicas.

Según estas fuentes, la hija ha defendido a Valdés y ha asegurado que nunca ha habido ningún episodio de violencia machista entre sus padres porque, según ella, ni el magistrado lo haría, ni su madre o los hijos del matrimonio lo consentirían.

Ha señalado que a veces se producen discusiones en el matrimonio, pero lo ha enmarcado dentro de la normalidad de cualquier pareja.

Antes que ella ha testificado un agente de la Guardia Civil que acudió al hospital tras el arresto de Valdés. Ha explicado que habló con los médicos y que, dado que el magistrado necesitaba tratamiento con oxígeno, decidieron que era mejor que se quedase ingresado, en lugar de ir a comisaría.

Ha señalado que, una vez Valdés ya estaba ingresado, le preguntó si era magistrado del Constitucional y así se lo verificó el también catedrático, que entró en el tribunal de garantías en 2012 a propuesta del PSOE y que es uno de los cuatro magistrados que ya ha concluido su mandato en el tribunal.

El magistrado debe decidir si sigue adelante o archiva la causa

Tras tomar declaración a Valdés y a los testigos, el magistrado instructor del caso, Andrés Martínez Arrieta, debe decidir si practica más diligencias y procede seguir adelante con la causa o, en su caso, archivarla.

El Supremo abrió esta causa al apreciar indicios de la comisión de un delito del artículo 153.1 y 3 del Código Penal, que castiga con seis meses a un año de prisión o trabajos a la comunidad a quien "por cualquier medio o procedimiento causare a otro menoscabo psíquico" o una lesión, o "golpeare o maltratare de obra a otro sin causarle lesión, cuando la ofendida sea o haya sido esposa, o mujer que esté o haya estado ligada a él por una análoga relación de afectividad aun sin convivencia".