El Hospital Clínico de València, que da servicio al segundo departamento de salud con más población asignada de la Comunitat Valenciana (344.000 pacientes, solo superado por los 360.000 del General), ve por fin cómo se desatasca una de sus principales reivindicaciones: la ampliación del centro ante la acuciante falta de espacio en sus instalaciones.

El Departamento de Salud Clínic-Malvarrosa ha licitado la demolición de las naves traseras de la antigua Escuela Universitaria de Ingenieros Agrícolas para la habilitación de nuevos servicios del hospital. El derribo de estos inmuebles, recayentes a la avenida Menéndez Pelayo, tiene un presupuesto de 511.702,60 euros y un plazo de ejecución de dos meses.

Será la primera vez en casi dos décadas que las máquinas entrarán a trabajar para acometer esta prometida ampliación, de la que el anterior Consell del PP empezó a hablar en 2002. Sin embargo, aquel proyecto no llegó a pasar del compromiso, principalmente por la crisis económica, hasta que en 2017 la Generalitat compró la antigua Escuela Universitaria de Ingenieros Agrícolas a la Universitat Politècnica de València (UPV) por 14,1 millones de euros. 

Desde entonces, el plan ha ido dando pasos, tanto en la redacción del proyecto arquitectónico como en los trámites administrativos y de licencias municipales.

Además, el edificio principal, que da a la avenida Blasco Ibáñez, junto al hospital, ha llegado incluso a sufrir okupaciones e importantes desperfectos en su interior, que requiere una intervención en profundidad para su reforma y posterior habilitación para unidades hospitalarias.

Los actuales pabellones sufren actualmente problemas de falta de espacio en unidades como Urgencias, Consultas Externas y otros servicios, pero también de obsolescencia de mobiliario y de materiales como el amianto.

Según apuntan desde la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública, el alcance de los trabajos ahora licitados comprende la demolición de toda la fachada de la avenida Menéndez Pelayo, entre la Facultad de Psicología y el edificio de consultas externas del Hospital Clínico, y 2 crujías paralelas a la fachada hacia el interior. 

En concreto, se eliminarán los riesgos de insalubridad y desprendimientos que estas antiguas naves puedan suponer en la ejecución de las futuras fases del Plan Director de Reforma del Hospital Clínico que les afecten.

Esta actuación se enmarca en la primera fase de la futura ampliación del centro. La previsión es que en esta zona se ubique un edificio que comprenda el área de Rehabilitación y una parte de hospitalización, aunque esto se concretará en el proyecto definitivo, explican desde la Conselleria de Sanidad. Cuando concluyan todas las fases de la ampliación, la previsión es que el Hospital cuente con un incremento de 30.000 metros cuadrados.

Por otro lado, tal y como se anunció en 2017, cuando se firmó la compraventa de la antigua Escuela entre la Generalitat y la UPV, la institución académica la seguirá presente en las nuevas instalaciones del Clínico. Concretamente, se destinarán 700 metros cuadrados a laboratorios para investigación en biomedicina y tecnologías para la salud.