Ana Obregón ha desvelado este domingo el último post que escribió su hijo Álex, que falleció el pasado 13 de mayo a los 27 años tras una larga lucha contra el cáncer. A pesar de las dudas que la han asaltado sobre su publicación, la actriz ha llegado a la conclusión de que compartir ese mensaje con el mundo, le habría hecho feliz.

Junto a una imagen de ambos sonrientes en el mar, la también presentadora ha contado que "hace un mes encontré en tu móvil el último post que escribiste. No tuviste tiempo de terminarlo ni de subirlo. He dudado mucho si hacerlo, pero se que tú querías hacerlo". "Hoy lo comparto con todos vosotros de parte de Áless desde el corazón mutilado de una madre", ha escrito antes de compartir el texto.

El mensaje de Álex, incompleto, es una reflexión sobre la concepción de las personas sobre la felicidad y las cosas a las que le damos importancia, descuidando otras que son fundamentales para nosotros. "El problema más grande del ser humano - y el mío hasta que me dijeron que tenía cáncer - es la manera de entender la felicidad, de ser feliz. Me he pasado 27 años de mi vida intentando ser el mejor estudiante, graduarme en la mejor universidad , montar empresas y sentirme un cowboy del capitalismo, siempre anclado en el 'más es mejor", comienza la misiva.

"Todo precioso y bonito hasta que un día te dan la noticia y no sabes cuántos meses te quedan de vida. En un abrir y cerrar de ojos, te das cuenta de la importancia del 'tiempo'. Mejor aún, te das cuenta de cómo y con quien quieres invertirlo. ¿Cuántas veces no he estado con mi novia por quedarme enviando correos hasta las 3 de la mañana? ¿Cuántas veces he ido a jugar con mi hermanita pequeña? ¿Cuántas veces habré ido a ver a mi madre? ¿Cuántas la he colgado? ¿Cuántas invitaciones rechazadas al cine con mi padre? ¿Cuántas? ¿Cuántas?", dice el emocionante texto

Relata también sobre cómo la vida puede cambiarte de un día para otro y tus planes desmoronarse por completo: "No soy nadie para darte un consejo pero quizás, Dios no lo quiera, un día recibas una llamada del hospital después de hacerte una tac, una placa o un análisis de sangre, invitándote a cerrar una cita con urgencia. Quizás ese día se sienten 7 médicos delante de ti y 'bum' todas esas metas por ser un 'as' se evaporan".

Y, aunque de forma incompleta, acaba haciendo una reflexión muy personal: "Al final solo te llevas el tiempo y el amor que has dedicado a las personas que quieres, a las que...".