Corinna Larsen, más conocida como Corinna zu Sayn-Wittgenstein, es una mujer alemana, pero de origen danés, que nació en Frankfurt (Alemania) en 1964. Estuvo casada con el aristócrata alemán Casimir zu Sayn-Wittgenstein-Sayn, con el que tuvo a su hijo Alexander, y obtuvo el título de princesa, que continuó utilizando tras su divorcio en el año 2005.
Este fue su segundo matrimonio tras haber estado casada con el empresario de origen británico, Philip Adkins, con el que contrajo matrimonio a la edad de 25 años y tuvo a su primera hija en 1992, Anastasia Adkins.
Sin embargo, tras el enlace del príncipe con la modelo estadounidense Alana Bunte, Corinna dejó de ser princesa y de utilizar el apellido de la familia. Algo a lo que siempre se opuso, a pesar de la insistencia de la familia Sayn-Wittgenstein-Sayn.
Empresaria y consejera de empresas, instituciones y de la realeza
Dedicada al mundo empresarial y conocida por sus relaciones con la aristocracia europea y con círculos de alto poder adquisitivo, Corinna Larsen comenzó a ser famosa en España por su amistad con el rey emérito, Juan Carlos I y sus apariciones en los medios empezaron en el año 2006.
Durante esta amistad, que duró años, Corinna acompañaba a sus viajes privados y oficiales al rey Juan Carlos I. De hecho, su nombre comenzó a ser popular tras el famoso viaje a Botsuana en el que el rey emérito se fracturó la cadera.
La empresaria ha vivido en Mónaco, al ser consejera y asesora de la familia real, en París, California, Londres y Madrid. Entre sus negocios, Corinna trabajó como responsable de una agencia que organizaba safaris de lujo, como el de Botsuana en 2012, llamada Boss Sporting, filial de Boss & Co, tal y como informan en Vozpópuli. Además, según este medio, fundó en 2005 una entidad encarga de proporcionar asesoramiento estratégico a empresas, organismos y gobiernos, Apollonia Associates Limited.
Ahora, su nombre vuelve a aparecer tras ser citada a declarar como investigada en el conocido como 'caso Villarejo' por el juez de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, que ha reabierto este lunes la pieza 5 del caso, concretamente la abierta tras la revelación de las conversaciones entre Corinna Larsen y el comisario jubilado, José Manuel Villarejo.
En estas conversaciones, Corinna asegura que el rey Juan Carlos I tiene cuentas en Suiza a nombre de su primo Álvaro de Orleans y del abogado Dante Canónica e insinúa que la utilizó como testaferro. Además, le acusa del cobro de comisiones por mediar para la adjudicación de contratos millonarios con empresas españolas.
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