El Plan de Barrios que el Ayuntamiento de Barcelona impulsó para reducir las desigualdades en la ciudad ha puesto en marcha una serie de medidas para hacer frente a la emergencia del coronavirus en los barrios más vulnerables. En el marco de este plan de choque, el consistorio ha anunciado este miércoles que podrá a disposición de los vecinos siete oficinas para acompañarles en la tarea de pedir ayudas por dificultades económicas derivadas de la pandemia. 

Suso López, jefe del proyecto, ha apuntado que estas oficinas responden a la gran cantidad de ayudas que han aparecido desde distintas administraciones, así como a la brecha digital; dos factores que han detectado que dificultan la tramitación de ayudas. A finales de junio se abrieron dos de estas oficinas, que hasta hoy han atendido a 335 personas. Las cinco restantes esperan estar activadas a finales de esta semana. 

Además, a partir de septiembre, estas oficinas añadirán dos nuevos servicios. En primer lugar, uno de acompañamiento a la salud emocional para personas que se han visto afectadas por la crisis de la Covid-19, dado que el confinamiento puede resultar psicológicamente más perjudicial en ciudadanos con problemas de vivienda y con peores condiciones económicas.

En septiembre las oficinas también ofrecerán cursos de formación en economía doméstica para que familias vulnerables puedan vivir "dignamente" con los recursos de los que dispongan. Ambos servicios tienen prevista una duración inicial de seis meses . 

Medidas contra la brecha digital

Otra actuación que ha anunciado el consistorio va destinada a la reducir en la medida de lo posible la brecha digital. En este sentido, el consistorio mejorará la red Wifi de alta velocidad en equipamientos municipales de las zonas de actuación del Plan de Barrios -El Besòs i el Maresme, El Bon Pastor y Baró de Viver, La Verneda y la Pau, Trinitat Vella, Les Roquetes, Sant Genís dels Agudells y La Teixonera, La Trinitat Nova, Zona Nord, La Marina, El Raval Sud y el Gòtic Sud-. 

También han informado de que tienen previsto poner en marcha un proyecto piloto de formación en tecnologías en colectivos que no tienen conocimientos en la materia, dado que la Covid-19 ha acelerado la implantación del teletrabajo y la educación a distancia. 

Los casales suman 1.000 plazas más

El pasado mes de mayo, el Ayuntamiento de Barcelona anunció que pondría más casales de verano y que éstos se alargarían todo el mes de agosto, a raíz del  Plan Extraordinario para hacer frente al impacto de la Covid-19 en niños y adolescentes. Dos meses después, el consistorio ha informado de que las 800 plazas iniciales se ampliaron hasta las 1.790, para que "ningún niño quedara en lista de espera para poder ir al casal". De esta forma, aseguran haber cubierto el 100% de la demanda.

De cara a los jóvenes y adolescentes, quienes no participan en los casales de verano, el Ayuntamiento ampliará también a agosto los proyectos de dinamización del espacio público que van destinados a ellos. Estos consistirán en actividades deportivas, culturales y de ocio, que serán adaptadas a las nuevas medidas de seguridad y correrán a cargo de 'l’Estiu Jove' en los barrios de la Verneda y la Pau, el Besòs y el Maresme, la Zona Nord y la Trinitat Vella, y el Raval.

De la misma forma, el consistorio ha informado de que mantendrá abiertas las bibliotecas durante todo el mes de agosto en las zonas de actuación del Pla de Barris, que ofrecerán a los ciudadanos programación cultural y un "refugio climático" para combatir el calor en verano. 

Alimentación saludable

La última actuación anunciada este miércoles por el Ayuntamiento es un proyecto para garantizar la alimentación saludable de la población vulnerable. Así, este mes se ha puesto en marcha una prueba piloto en los barrios de Zona Nord, Roquetes y Trinitat Nova para fomentar hábitos saludables mediante la creación de grupos que se encuentran semanalmente y a los que se les da una cesta con productos "frescos, ecológicos y de proximidad".