'Boom' de fiestas en casas durante la desescalada: crecen un 1.220%

Desperados duplica el tamaño de un piso pequeño para crear una fiesta épica en casa
Desperados duplica el tamaño de un piso pequeño para crear una fiesta épica en casa
EP
Desperados duplica el tamaño de un piso pequeño para crear una fiesta épica en casa

Las discotecas, en los sitios en los que lo han hecho, han tardado en abrir sus puertas. "Fuimos los primeros en cerrar y seremos los últimos en abrir", dicen con resignación los hosteleros de la noche. En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, no abrirán, como mínimo, hasta el 6 de julio y en Andalucía, pese a que el Ministerio de Sanidad lo permitía en la fase 3, retrasaron su apertura sine díe.

Sin embargo, eso no ha sido impedimento para que la gente haya decidido celebrar la desescalada, que sigue vigente aunque ya no bajo las directrices de la cartera de Salvador Illa, sino con las autonomías siendo ya totalmente competentes. Y es que, las fiestas en casas se han disparado estas semanas, no ya solo en comparación con el confinamiento, que parece algo obvio, sino que también teniendo en cuenta las que se produjeron el mes de mayo del pasado año.

Madrid es la ciudad donde más impacto ha tenido este fenómeno. Tal y como muestran los datos del Área de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento capitalino a los que ha tenido acceso este diario, el fin de semana del 22 y 23 de mayo, días antes de entrar incluso en la fase 1, en la que se permitían reuniones de hasta 10 personas en casas o al aire libre, la Policía identificó hasta 264 "ruidos positivos" por fiestas que terminaron denunciadas. El mismo fin de semana de 2019, los agentes solo llevaron a cabo 20 denuncias, lo que supone un incremento del 1.220%.

El viernes y el sábado anteriores, también con Madrid en la fase 0, el nivel no fue tan elevado pero aún así la diferencia respecto al pasado año fue notable. Los días 15 y 16 de mayo, la Policía notificó 142 denuncias por "ruidos positivos", un 358% más que en el viernes y el sábado 17 y 18 de mayo de 2019, cuando se produjeron 31.

Según recuerdan fuentes de la Policía Municipal, la cuantía de las sanciones oscila entre los 600 y los 12.001 euros, "dependiendo de la graduación del ruido". Eso sí, las mismas reconocen que las faltas "leves, que se dan en aquellas situaciones en las que no hay música y en las que el vecino no presenta denuncia, la amonestación se queda como una simple advertencia". "Es lo normal", añaden.

Malasaña es uno de los barrios calientes. Jordi Gordon, portavoz de SOS Malasaña, cuenta a 20minutos que el confinamiento para los vecinos del barrio ha sido como un oasis porque han podido volver a vivir. Sin embargo, y aunque admite que "todavía la cosa no se ha agravado mucho", sí es cierto que "la normalidad" va cogiendo ritmo y que la "normalidad de Malasaña son los botellones, las pintadas, el ruido y las fiestas en casas".

Por su parte, en Barcelona los vecinos dicen vivir por el momento bastante más tranquilos. Jordi Potell, presidente de la Asociación de Vecinos del Casc Antic de Barcelona, asegura que ninguno de sus asociados ha notado incremento alguno de los botellones en casas, más allá de las quejas que se hayan podido dar en momentos puntuales del confinamiento. Esta versión, además, la corrobora el Ayuntamiento de Ada Colau.

Una portavoz del Área de Seguridad del Consistorio cuenta a este diario que notaron un incremento "bestial" de quejas por ruidos en casas en la primera semana del confinamiento y, también, en la época de las restricciones más duras, cuando solo los trabajadores esenciales podían salir a la calle. "La gente pasaba mucho más tiempo en casa y había más conflictos vecinales", asegura. Eso sí, desvincula esta subida a la celebración de fiestas y reuniones en hogares y dice que ahora esas denuncias están estabilizadas al nivel del pasado año.

Hace semanas, el teniente de alcalde de Prevención y Seguridad de Barcelona, Albert Batllé, llegó a advertir de que la Guardia Urbana había recibido hasta 1.800 quejas en solo dos días por "roces" vecinales. De media, la centralita del cuerpo recibió la semana del 16 de marzo 900 llamadas al día, de las que alrededor de 600 estuvieron relacionadas con obras o reformas.

Los valencianos, por su parte, han seguido más la estela de los catalanes. De marzo a junio se impusieron más de 4.050 sanciones por ruidos, siendo mayo, con 1.413 multas, el mes con mayores cifras, seguido de abril (1.103 boletines).

No obstante, desde el Ayuntamiento dirigido por Joan Ribó aclaran que esos números recogen todas las infracciones de la ordenanza de ruido, sin discriminar el tipo. "No podemos afirmar que haya habido más fiestas" sin los datos desagregados, apuntan.

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