El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido este domingo tras la última videoconferencia con los presidentes autonómicos y ha desvelado que la decisión más difícil que ha tenido que tomar durante la pandemia de coronavirus ha sido el decretar el estado de alarma.

"Aprobar el estado de alarma, suspender derechos tan fundamentales como el de la libertad de movimiento o el derecho a la reunión... me parece que para cualquier gobernante son medidas muy drásticas y muy difíciles por el impacto que tiene decirle a la ciudadanía que tiene que quedarse en casa y que tenemos que hacer un confinamiento para frenar el virus", ha explicado el líder socialista.

Sánchez no ha dudado también en hacer autocrítica y comentar qué es lo que haría diferente. "¿Qué habría hecho distinto? Habernos aprovisionado mucho antes de los EPI para los profesionales sanitarios, de respiradores para las UCI, haber reorientado antes nuestra fabricación para un autoabastecimiento [de material sanitario]... Cosas que ahora resultan muy evidentes pero que en febrero todo el mundo desconocía", ha dicho el presidente del Gobierno.

Por eso, el secretario general del PSOE ha llamado a todos los grupos parlamentarios a formar parte de la comisión de evaluación que se va a formar después de que se levante el estado de alarma el 21 de junio, en la que sacar "lecciones", entre ellas, que "esta pandemia tiene que dejar una huella de preparación y de prevención que antes no teníamos. Eso sería lo que haría distinto", ha zanjado.