Sentarse a tomar algo en una terraza en Barcelona va a ser menos difícil de lo que se preveía en un principio, cuando el Gobierno anunció que en el momento en que abrieran, en la fase 1 de desconfinamiento, solo lo podrían hacer al 30% de su capacidad para garantizar la distancia de seguridad entre personas. Y es que el Ayuntamiento ha anunciado este miércoles que dará más espacio a estas instalaciones para que las mesas puedan estar más separadas, lo que permitirá que la mayoría de bares y restaurantes puedan mantener las que tenían antes de la pandemia. Asimismo, ha informado de que rebajará la tasa de terrazas un 75% desde que finalice el estado de alarma –ya que durante el decreto no se está cobrando– y hasta el 31 de diciembre, cuando se revisará.

Se trata de dos medidas que reclamó el Gremi de Restauració de Barcelona, que con la ayuda de los grupos municipales de la oposición, ha logrado el sí del Consistorio.

El primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, ha afirmado que la reducción de la tasa de terrazas supondrá una pérdida de siete millones de euros para las arcas municipales, pero que la ayuda es "necesaria" para facilitar la reapertura de bares y restaurantes y "mantener la actividad económica".

Por su parte, la teniente de alcaldía de Ecologia, Urbanisme i Mobilitat, Janet Sanz, ha señalado que para que la decisión de ampliar las terrazas no suponga un "perjuicio" para los peatones, se hará sobre todo a costa de ocupar espacio destinado ahora al aparcamiento y la circulación de vehículos, es decir, se colocarán sillas en la calzada. En el caso de los veladores situados en plazas o ramblas, se estudiarán de forma individual, para que el hecho de que crezcan no suponga una "saturación excesiva" de la vía pública.

Lo que plantea el Consistorio es que al menos tres de cada cuatro locales con mesas al aire libre puedan mantener el número. Para los que no tienen, se abrirá la posibilidad de que habiliten una barra que dé a la calle o de que coloquen algún barril en la puerta para facilitar el consumo en el exterior.

Según datos del Ayuntamiento, el 60% de los bares y restaurantes de Barcelona disponen de terraza y hay unas 5.500 en total. De estas, el 70% tiene cuatro mesas o menos.

Las nuevas medidas, debido a la "urgencia" del momento económico, ha apuntado Collboni, se tramitarán a través de un decreto de alcaldía, que posteriormente será convalidado en el pleno.

"El Consistorio ha dado un mensaje claro y contundente a los restauradores: la ciudad sí que cuenta con ellos en el proceso de reconstrucción económica que ahora justo empieza", ha celebrado el director del Gremi de Restauració de Barcelona, Roger Pallarols. Además, ha llamado a los dueños de negocios que "empezaban a plantearse cerrar" a acogerse a la ampliación de terrazas.

También los grupos municipales de la oposición han valorado positivamente las decisiones del Ayuntamiento. ERC ha recordado que propuso la rebaja de la tasa y JxCat ha pedido al ejecutivo barcelonés "celeridad".

Muestras de comercio

El Ayuntamiento también ha anunciado que se flexibilizará la posibilidad de hacer muestras de comercio en la calle, para favorecer la actividad del sector y el consumo. "De esta forma ayudaremos a mucha gente para que se decida a reactivarse", ha afirmado Collboni.

En cifras

9.300 bares y restaurantes son los que hay en Barcelona. Los comercios son 61.000.

El 6,4% de los puestos de trabajo de la ciudad son de la restauración, que emplea a 7.000 personas.

152.000 personas se dedican al sector comercial, que reúne el 14% de los puestos de trabajo.