A los detenidos, de entre 22 y 62 años, se les atribuye ser miembros de una organización dedicada a estafar y a usurpar la identidad de sus víctimas.

La investigación ha sido desarrollada por el Grupo IV de la Brigadas de Policía Judicial de Benidorm en colaboración con el Grupo de Delitos Tecnológicos de la Jefatura Superior de Aragón, ha informado la Comisaría provincial este lunes.

Los detenidos publicaban anuncios de alquiler de pisos turísticos en distintas webs de Internet, identificándose con DNI, de otros perjudicados de la misma estafa, para dar así mayor credibilidad y seguridad subjetiva a sus víctimas.

Tras llegar al acuerdo para el alquiler del piso vacacional, facilitaban a las víctimas números de cuentas bancarias para realizar el ingreso del dinero acordado para el alquiler.

Esas cuentas pertenecían a una entidad de dinero electrónico que emitía tarjetas prepago de monedero electrónico, que eran contratadas por los miembros de la organización con los DNI de las mismas víctimas que habían sufrido la estafa.

Además, solicitaban la modificación del domicilio para que fueran enviadas a la localidad de Benidorm, resultando ser direcciones ficticias generalmente.

Para conseguir estas tarjetas que eran recargadas con el dinero estafado a las víctimas, utilizaban a terceras personas (mulas) y una vez en su poder retiraban el dinero en cajeros automáticos de esta localidad y realizaban numerosas compras en comercios.

Las víctimas se daban cuenta que habían sido estafadas cuando una vez en la ciudad no lograban contactar con la persona que supuestamente les había arrendado la vivienda y no podían acceder a la misma.

Dos de los detenidos, los presuntos encargados de recoger las tarjetas electrónicas y facilitárselas a otros miembros de la organización, fueron puestos en libertad tras prestar declaración en la Comisaría de Benidorm; otros tres detenidos, de origen rumano y presuntos cabecillas de la organización, fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia.

La investigación continúa abierta, habiéndose localizado hasta el momento más de un centenar de víctimas por estafa, así como unos veinte afectados por usurpación de identidad.

Esta actividad ilícita habría reportado a la organización beneficios por valor de más de doscientos veinte mil euros (220.000) aproximadamente.